Y mis papás se salieron con la suya. Me operaron de la vista el anterior jueves.
En honor a la verdad, debo admitir que valió la pena. Aún me falta más tiempo para recuperarme completamente, todavía veo borroso las cosas a lo lejos, pero nada comparado con la pésima vista que tuve casi toda mi vida. La parte que sigue sin hacerme gracia para nada es no poder ir a entrenar por el sol y por el esfuerzo. Estoy tratando de ser paciente con eso, y poder leer para pasar el tiempo ayuda, pero extraño mucho mi arco...y no ha pasado ni una semana!
Los primeros dos días fueron horribles, quería que me devolvieran mis córneas (imposible, las quemaron con un láser, digamos) o que me arrancaran los ojos, lo que sucediera primero. Además del dolor y la picazón, estaba el detalle de poder tocarme los ojos para nada (¿por qué cree uno que tocarse lo que le duele ayuda a disminuir el dolor?). Aparte los cuidados: gotas cada hora, pañitos fríos, nada de luces fuertes, ni tele, ni compu, ni libros, ni celular...Sí, estaba al borde de la locura.
Creo que lo peor ya pasó, así que ahora queda ir para adelante y esperar.