Hasta hace algunos años, pensaba (ingenuamente) que sólo la ropa y los zapatos se ponían de moda. Estos últimos años de mi vida, me han ensañado que, aparte de la ropa y demás, hay muchas cosas que se ponen de moda. De hecho, creo que no hay casi nada en el mundo de hoy que no esté sujeto a las modas y tendencias.
Me dirán que no descubrí el agua hervida, que ese es un hecho ampliamente conocido (o no tendríamos que aguantar la infame expansión de aberraciones como el reggaetón), pero sólo ahora me doy cuenta de hasta qué punto el aspecto de la moda controla la vida de muchos. Un ejemplo: Esta mañana, entró a la tienda una mamá con su hija adolescente. La niña cumplía 15 años y su mamá quería comprarle ropa, ya que la niña no quería una fiesta (para decepción de su madre). Entre un comentario y otro (me sentía de un humor muy expansivo), la señora madre me comenta que su hija pidió dinero para comprarse libros, libros y más libros. Mi primer pensamiento fue algo así como "Genial! una niña consciente", que se desvaneció rápidamente cuando la señora respondió mi siguiente pregunta: "¿Qué le gusta leer?".
A lo mejor soy una prejuiciosa malvada, a lo mejor la señora sólo me nombró el libro que más caro le costó (al parecer, la niña pidió los originales desde Estados Unidos), pero lo primero que me dijo fue "John Green", el autor de la excesivamente celebrada "Bajo la misma estrella". Después soltó algo de "Juego de Tronos" y comentó que la niña lloró al enterarse de la muerte de Gabriel García Márquez hace unos meses. A eso súmenle que la niña sólo quería ropa oscura, y me lapidario juicio fue establecido.
Y la parte que me acabó de sacar de quicio: La señora me vio agarrada a mi tablet, y en la charla de libros, le comenté que leía libros digitales en mi más genial adquisición. Con gran alegría, la señora le comentó a su hija algo así como que yo también era una "reader". Por favor, mátenme.
Hasta hace un tiempo, conocer a una persona que decía que le gustaba leer, implicaba una cierta garantía de que dicho individuo podía hablar de algo más interesante que el clima y los últimos chismes. Hace unos años, de alguna manera que probablemente sea la publicación de lo que podríamos llamar "libros para adolescentes", leer se puso de moda...y empiezo a sospechar que es lo peor que podría haber pasado. Ahora es fácil toparse con mocositas que dicen amar los libros, y que aman leer, pero que no han pasado de "Crepúsculo", "Bajo la misma Estrella", "Hush Hush", "Divergente" y (el peor de todos y que ni siquiera es para adolescentes) "50 sombras de Grey". Tengo la certeza (hice la prueba, en serio) de que si le dijera a tales "lectores" y "lectoras", o mejor dicho "readers", que lean algún clásico, algo de Dickens, de Mark Twain, de Dostoyevski, o de algo que no haya estado recientemente en la lista de best-sellers, no podrían ni con un capítulo.
No voy a ser tan hipócrita de afirmar que todo best-seller es basura. Sin ir más lejos, dos de mis sagas
favoritas , El Señor de los Anillos (y adherentes) y Harry Potter, estuvieron en la lista de los más vendidos en su momento. Seguramente, algunos de esos libros para adolescentes son buenos, pero la gran mayoría no lo son: la prosa es pobre, sus personajes son bastante planos y, con leves variantes, casi todos caen en un mismo molde, que es otra de las cosas que se ha puesto de moda y va más o menos con una chica que cuenta la historia en primera persona, una situación horrible (si tiene sangre, muerte, y armas como arcos, incluso mejor), situaciones o poderes sobrenaturales y/o futuristas. Mezcle bien y agregue lágrimas y romances retorcidos a gusto.
Se supone que leer es una forma de adquirir conocimientos, pero no logro darme cuenta de cómo estos libros enseñan algo que no sea la importancia de conseguir un novio y vivir un romance tortuoso. Me dirán que cada quién lee lo que le gusta, lo que se le hace más accesible y que los clásicos no son para todos. Es cierto, totalmente...y eso es lo más triste de todo. Para eso, igual ven las telenovelas mexicanas.
Siempre quise conocer a más personas que disfrutaran leyendo como yo lo hago, pero esta gente que ahora se llama "readers" (si eso no señal de moda, no sé qué lo sea) no me agrada, sea por mis prejuicios, sea por mi "snobismo intelectual", por lo que sea. Por una vez, estoy "a la moda", y no me hace nada de gracia.