miércoles, 29 de junio de 2011

Canta una feliz, feliz, feliz canción

Un Requiem, o al menos el de Mozart, no es la pieza más alegre para interpretar. Lo raro es que yo no puedo evitar poner una sonrisa estúpida mientras lo canto. Eso y hacer mil otras cosas muy alejdas de mantener la seriedad como pasar mi peso de un lado al otro, marcar el ritmo con el pie, y balancearme tanto que casi parece que estoy bailando.
Hoy, en el concierto, no fue una excepción. Estuve ahí medio bailando y tratando de disimular la sonrisita que se me salia, en especial en las partes fugadas, como el "Domine Iesu" o los Hosannas del "Sanctus" y "Benedictus". Definitivamente, eso es más fuerte que yo misma.
Salió lindo el concierto, no puedo quejarme, incluso con las pequeñas fallitas que se nos escaparon o las cosas graciosas de "detrás de cámaras", o el hecho de que el director con corbata de moño se parecía increíblemente a August Rush: la misma pinta de wawa.

martes, 28 de junio de 2011

Cómo odio los imprevitos

Esta mañana escribí en mi Twitter que presentía que el día no sería muy interesante. Digo, todo estaba perfectamente planeado para simplemente suceder y punto. Pero, como siempre, el destino se empeza en arruinarme las predicciones.
Todo iba bien hasta la media tarde en que, de pronto, me llama uno de los chicos del coro con una mala noticia. Resulta que los encargados del salón en que daríamos el concierto de mañana, le avisaron que no se podía el salón para mañana. Vaya uno a saber el motivo (de hecho, aún no lo sé).
Llamadas por acá, mensajes por allá. El alboroto terminó en que el concierto será mañana, sí, pero en un templo de los mormones. A caballo regalado no se le miran los dientes, y no vuelvo a quejarme los mormones y sus cosas raras con el café (que para mí, rayan en la blasfemia).
El salón está bonito, aunque sólo ocuparemos la mitad. Hay que colocar las sillas y demás alborotos. Tengo el presentimento (y esta vez no creo equivocarme) de que terminaré muerta de cansancio mañana. Las cosas que hay que hacer por amor al arte, eh?

domingo, 26 de junio de 2011

Domingo Musical

La primera vez que vi "Glee" sentí que...bueno, que habían cometido un flagrante asesinato de "The Beatles". La segunda vez, estaba convencida de que arruinaron "Somebody to love" de "Queen". Después de eso, ya no quise volver a esa cosa y me quedé con un declarado rechazo/odio a las versiones corales de temas clásicos...y de los fetos babosos en general.
Hoy, volviendo del ensayo (del que, por cierto, tengo un video que subiré en cuanto averigüe como guardarlo en otro tipo de formato), y rompiendo mi casi sagrada costumbre de no asomarme a ese aparato infernal, me senté a ver tele, más que nada porque estaban pasando "Príncipe de Persia" en HBO (y no hay manera en que me pueda resistir a eso). Cuando llegó mi sufrido novio, la película ya estaba terminando y me pidió que pusiera al canal de la BBC para ver "The Sing-Off".
Resultó ser una especie de competición de coros a capella cantando canciones varias, pero esencialmente modernas, nada de música clásica. Ya de por sí, esa idea me puso algo en guardia y me recordó, inmediatamente, al horror de "Glee", no tenía ganas de escuchar asesinatos.
Gracias a Dios, el programa no tenía nada que ver con el otro engendro y me sorprendió gratamente. Arreglos bonitos, voces buenas y sin pretenciones, mucho talento. Vimos dos episodios y medio y disfruté cada minuto (excepto los comerciales, claro).
Los arreglos de los temas eran muy buenos, con alguna excepción, que se trataba más de un error de estilo que de otra cosa. De todas formas, no los sentí en ningún momento como a los de "Glee" que asesinaban la canción. Les dejo lo que, en mi opinión, fue una de las mejores presentaciones de la noche (lástima que después eliminaran al grupo).


Dolor de cabeza

Sí, me duele (y mucho) la cabeza...o al menos, la mitad izquierda de ella. Siempre es lo mismo, basta una cosita que me haga renegar, por muy chiquita que sea y ¡Presto! siento una punzada en medio de la cabeza que después se extiende por todo el lado izquierdo y hacia mi cuello.
No sé qué rayos tenga que ver ocn renegar, pero como siempre tengo motivos para putear contra el mundo, el hombre y la vida, resulta que me da una neuralgia al menos una vez cada dos semanas. No es divertido, y a no ser que me tome dos aspirinas, no se pasa fácilmente. Al principio, me empezaba el dolor en la noche, dormía y me despertaba fresca como una lechuga. Ahora, me duermo con deseos de hacerme una lobotomía casera y me despierto con una versión reducida del dolor de la cnohe anterior, pero todavía existente.
Anoche estaba con todo el ánimo de escribir sobre las peripecias de mi perrito en el veterinario (tuvieron que pincharle antibióticos y la herida que le dejó el perro-vampiro en la espalda aún no cicatriza. Se infectó y fue todo un alboroto), pero el dolor era tan fuerte que me dolía hasta el oído izquierdo e incluso mi nariz. Ni hablar de mi cuello.
Empiezo a temer que sea algo más serio simples dolores de cabeza, algo así como estar incubando una embolia o similares, pero creo que también exagero demasiado con mis dolencias. Ya es hora de echarme la segunda aspirina entre pecho y espalda...y de sacar a pasear a mi perro.

jueves, 23 de junio de 2011

Algo de cerebración profunda

¿No les pasa que, de un momento al otro y sin razón aparente, se ponen en plan meditativo tirando a depresivo? ¿No? Bueno, supongamos que es una (más) de mis locuras. Hoy es Víspera de San Juan, la tradicional noche para quemar y hacer idioteces para fregar (más) el medio ambiente. A pesar de la prohibición de usar fuegos artificiales y quemar, ya escucho los cohetes...y mi pobre perrito (que sigue en recuperación en mi casa, por cierto) ya está medio histérico, tuve que encerrarlo en el baño. Esta es una de las noches en las que más odio a la gente (porque yo no soy gente).
Pero eso no me puso en plan meditativo/depresivo (aunque podría ser un motivo más que decente). Como digo, no sé la causa, sólo sé que me puse a pensar en algo y, como dicen en mi colmena, una cosa lleva a la otra. Después de una breve "discusión" con mi hermana (nada mejor para hacer mi monótona vida algo más animada), me senté en mi cuarto con mi laptop (bendito sea el wi-fi, que ahora me permite pasar más tiempo vegetando en mi madriguera), abrí el blog, abrí el face, abrí el twitter (sí, ya tengo twitter...y resultó ser muy divertido) y el primer pensamiento que me vino a la cabeza fue: Me siento tan libre cuando escribo...
Así, sin razón aparente. Escribir sobre cualquier burrada (no necesito una buena razón para hacerlo, en realidad) me hace feliz. Tal vez por eso actualizo tanto mi blog...con tantas burradas. Todos saben que mi vida no es ni siquiera medianamente entretenida, no pasa nada (con excepción de las periódicas discusiones con mis padres acerca de mi estado de vaga con oficio y sin beneficio), pero aún así siempre estoy a la caza de cualquier cosa, cualquier mínimo suceso sobre lo que sería interesante escribir (incluso si, evidentemente, a nadie le interesa). Puedo ser honesta acá (o casi)...y supongo que la sensación de que hago algo, aunque sea escribir en un blog que nadie lee, me ayuda a mantenerme cuerda (o casi). Y supongo, también, que por eso encontré tan entretenido el Twitter: me permite publicar las pequeñas burradas sobre las que no puedo escribir acá porque, justamente, son muy chiquitas como para merecer una entrada completa.
De ahí, mi línea de pensamiento a todas las otras cosas que me gusta hacer. Música, es lógicamente, la principal. No importa que tan desastroso y malo haya sido mi día, siempre que voy al ensayo acabo sonriendo a todos y poniéndome de buen humor, incluso sabiendo que, tal vez, me espere una guerra en casa. Ni siquiera es importante el hecho de que no sea tan buena o talentosa como otros de los integrantes (al menos, trato de controlar la envidia y eso), o que me desafine más que los demás, o que ya no pueda ni siquiera pueda leer una partitura (de voz de piano, da igual) a primera vista, como algunos. Simplemente, me hace feliz.
¿Qué otra cosa me hace feliz? Dibujar me hace feliz, al menos cuando lo intento, y si sale algo decente, mejor que mejor. La verdad es que soy un desastre, no vale la pena negarlo. Da igual.
¿No es, acaso, terrible no ser buena en nada y de todas formas hacer de todo? Lo que me falta es constancia...y ese es un mal de familia, para qué negarlo.

miércoles, 22 de junio de 2011

Un final

¿Se acuerdan que hace como un año les conté de un proyecto literario? Bueno, después de poco más de un año, los encargados han decidido cerrarlo. Una lástima, porque me parecía algo realmente interesante y original.
Por otra parte, también me da cargo de conciencia. Aunque al principio escribía bastante seguido, después de un tiempo dejé de hacerlo y mis participaciones fueron más esporádicas. Considerando que la página se cierra porque el número de visitas había bajado...no sé, creo que hay una relación directa entre la falta de actualización (que no todo es mi culpa, eh?) y la escasez de visitas, ¿verdad?
Con todo, me da mucha pena. Ojalá pueda volver a funcionar en algún momento o se haga algo similar pronto.

lunes, 20 de junio de 2011

Le debo OTRA grande a San Roque

Las cosas no suceden de la misma manera dos veces, pero definitivamente pueden ser muy parecidas. Encontré a mi perro, fue pura suerte: giré la cabeza en el momento adecuado mientras pasaba en el micro y vi un bulto de pelo café, muy sucio, y con una cinta verde chígame-la-pupila al cuello y supe que era mi hijito.
Ya sé, hay muchos perros cafés, sucios y con una cinta verde chíngame-la-pupila al cuello (es el color que siempre les ponen en las campañas de vacunación), pero es el mío, es difícil equivocarme con él. Bajé medio histérica del micro, y corrí una cuadra como descosida.
Debo haber sido todo un espectáculo: una chica sentada en media calle, acariciando a un perro que apenas respiraba de tan cansado que estaba, llorando y llamando a su papá por el celular en medio de un ataque de histeria. Además de sucio y cansado, mi bebé estaba deshidratado, muerto de hambre, golpeado (tiene dos heridas en la espalda) y, de acuerdo al veterinario, con una probable infección. Le dieron antibióticos y ahora está acá, conmigo en casa, por lo menos hasta que se recupere un poco...o mi papá nos mande a la otra casa.
Sigo algo preocupada por él, digo, no es normal que esté temblando como un pollito remojado, pero ya no estoy tan asustada como ayer. Al menos, está vivo y está conmigo. Si me preguntan, peor aún que tenerlo muerto, es tenerlo desaparecido, no saber qué pasó con él, si sigue vivo o qué. San Roque: te debo otra.

domingo, 19 de junio de 2011

Nada

Nada, mi perro no aparece. Caminamoscon mi sufrido novio por los alrededores de la casa unas dos horas, volvimos a mi casa caminando por si resultaba que mi bebito se había venido por estos lares. Nada, no hay ni rastro, como si se lo hubiera tragado la tierra.
Sigo preocupada, más si cabe, y a eso súmenle que me estoy comenzando a deprimir. Todos tratan de decirme que va a volver, que va a aparecer, que trate de estar tranquila, pero la sensación de saber que no puedo hacer nada para encontrarlo me está empezando a minar los nervios.

sábado, 18 de junio de 2011

Del asco

Muy mal día, definitvamente. Lo único bueno fue que mi Casa ganara en la actividad de hoy, aparte de eso, todo fue un desastre...al menos, todo lo importante. El ensayo de hoy fue trágico, por decir lo menos, el pobre director se quería rasgar las vestiduras al final y uno de los chicos tuvo que echarnos un sermón como a críos. De todas formas, he de admitir que tenía toda la razón del mundo: estamos a unos días de nuestro concierto de pruebita y hoy todo salió mal. Ni estar con las últimas hilachas de la enfermedad es un justificativo válido.
Pero lo peor de todo no fue eso, fue que mi perro, MI perro, mi hijito Rulito se perdió. Los inquilinos nuevos se mudaron hoy a la casa, dejaron la puerta abierta, mi hermana ey mi papá estaban ahí, el perro se salió y...no volvió. Todos esperaban que regresara en un ratito, siempre regresa, pero no aparece ahora. Es muy viejito, aunque le sobre energía ya no ve bien, no escucha bien y hasta el olfato le está fallando. Estoy tratando de confiar en su sentido de la orientación, pero no tengo muchas esperanzas.
Estoy asustada, mucho más que cuando se perdió el perro de mi hermana porque éste es mi bebé. Juro que si aparece le cortaré el pelo, lo bañaré, lo dejaré bonito, bañaré al otro perro, y después lo abrazaré una hora y le compensaré todas las veces que tuve que empujarlo para que me dejara darle su comida, pero necesito que aparezca. Es un viejito, ni siquiera pelea bien (nunca ha sido muy bueno en eso, siempre lo pegaban), además que hoy no almorzó y no creo que nadie le dé comida.
Le deberé otra enorme a San Roque si mi perro aparece, sería la segunda vez en el año que me hace un milagro.

jueves, 16 de junio de 2011

El fin está cerca

Hoy fuimos a tratar ciertos detalles de la Premier de Harry Potter con el encargado del cine...estamos a menos de un mes del estreno de la última película de la saga y, definitivamente, me hace dar un ataque de nostalgia. Han pasado 10 años desde que los primeros libros llegaron a mis manos y vi la primera película en el cine un día de Navidad.
Pasamos mucho tiempo esperando la salida de los libros, de las películas, de cualquier novedad sobre la historia, vigilando los avances, esperando los discos con la música. El momento en que se publicó el último libro fue como un adelanto de lo que nos esperaba: sabíamos que la historia no duraría para siempre, pero aún nos quedaban las películas. Ahora se nos terminarán las pelis también...
Digan los que digan, Harry Potter no dejará nunca de ser un fenómeno para los que lo vivimos. Nos dio mucho más una tonelada de papel y muchas horas clavados frente a las pantallas (y mucha, mucha comida chatarra), nos dio amigos tan o más locos que uno mismo, nos dio buenos ratos y momentos en que deseabas entrar al libro para agarrar a cachetadas a alguien, nos hizo llorar como si el que se moría fuera alguien real al que hubiéramos conocido de cerca...
Ufff...ya me puse melancólica y todavía nos queda un mes de espera. Para que sufran conmigo, les dejo el último trailer que salió, en mi opinión, es el mejor que he visto.

miércoles, 15 de junio de 2011

Cantaré hasta morir

Calculo que es algo que muy probablemente suceda, dado que toda la anterior semana sin poder soltar una nota decente casi me mata de desesperación. Aún no puedo cantar bien, pero al menos ya canto un poquito, peor es nada como dicen en mi colmena.
En estos momentos, escuchando lo que queda de mi voz, es que vuelvo a prometer que no volveré a quejarme nunca de como es cuando estoy completamente sana. Ahora suena bastante nasal, mi garganta se cierra de golpe en los momentos menos oportunos, no alcanzo las notas más agudas de mi registro (lo cual, siendo una soprano, es más que frustrante) y la paciencia apenas me alcanza para esta lenta recuperación.
Peor es nada, me aferro a esa idea para no acabar de desesperarme y deprimirme. Hoy ya fui al ensayo del Requiem de Verdi, lo que me lleva a otro punto: estoy pensando muy seriamente en abandonar eso. No me gusta como se está haciendo el trabajo, y ahora pondrán ensayos los viernes, que se cruzan con mis ensayos del otro coro...mi pretexto final para salirme era que un concierto se iba a cruzar con la premier de Harry Potter (que no me perdería ni aunque se cayera el cielo en mi cabeza), pero resulta que no se cruzarán. Dice mi sufrido novio que lo coherente sería salirme, pero diciendo por qué lo hago, y dado que lo más que le he dicho al director es "Buenas noches"...no sé, creo que no daría, ¿verdad?
Seguiré considerando el hecho, de momento me concentraré en tener a mi voz de vuelta.

domingo, 12 de junio de 2011

Everybody is kung-fu fighting!

Tras una situación bastante desagradable en casa, mi sufrido novio vio que la mejor manera de animarme era llevarme al cine, darme helados, pipocas, nachos, queso, gaseosa y ver felices Kung-Fu Panda 2. No fue un mal sistema, al menos estuve feliz hasta que regresé a casa, pero vamos a lo divertido.
Po, el poderoso Guerrero Dragón ha regresado para buscar su paz interior, pero no contó con que un pavo real bastante psicópata ha creado una nueva arma capaz de detener a los guerreros kung-fu, además que va acompañado por un montón de perros (bueno, lobos, pero es la idea). El cuate pavo real, Shen, planea conquistar China a cañonazos, y no le iría mal si no fuera porque una cabra (¿quién va le hace caso a una cabra?) predice que un guerrero blanco y negro se interpondrá en su camino...y adivinen quién es el guerrero.
Entre payasada y payasada, y puñetazos y patadas, también uno se entera de la razón de uno de los grandes misterios de la peli anterior y que en su momento (al menos yo) no se le dio mucha importancia. De veras, es una peli muy buena, muy muy buena, la disfruté tanto que hasta pude ignorar a los fetos que invadieron la sala de cine.


viernes, 10 de junio de 2011

Desesperación

Sigo sin poder cantar, al menos no decentemente. Aún tengo tos y mi garganta no saca las notas más agudas que antes cantaba; mi nariz sigo congestionada y las pocas notas que salen, suenan increíblemente nasales y feas. No me gusta como sueno, es horrible.
¿Qué tal si arruiné mi voz para siempre? ¿Qué tal si no vuelvo a cantar? Me carcome la duda, me entra la desesperación y no se me ocurre qué hacer para tener mi voz de regreso. No era una maravilla, pero era bonita comparada con la que tengo ahora.
Tal vez la parte que más me molesta es que mi familia, con la posible excepción de mi mamá, no ve nada grave en que no cante. Se atrevieron a "bromear" sobre eso, diciendo que "tal vez es una señal" de que debo dejar de cantar y buscar otra cosa que hacer (que no sea torturarlos). ¿Es tna difícil entender que ésto es importante para mí? ¿Que sin hacer música no puedo vivir una vida que considere decente? ¿Que mi continuo tarareo es la única forma que conozco de mantenerme cuerda?
Quiero mi voz de vuelta. Prometo no volver a quejarme de que suena mal, o de que no es tan bonita o sonora como la de otras, prometo que me limitaré a tratar de mejorarla, pero la quiero ve regreso ya. Quiero, necesito volver a cantar.

miércoles, 8 de junio de 2011

Ir en círculos

Si algo me distinguió de niña fue, sin duda, mi adicción a leer. Los que, como yo, se han pasado la vida con la nariz enterrada en un libro, saben lo frustrante que es llegar a la parte más emocionante de la historia y que entre tu mamá o tu papá o quién sea a decirte: "Hora de dormir, apaga la luz". Cuando me dieron mi lámpara de velador y un cuarto para mí sola, fui la persona más feliz del universo porque nadie podía detenerme (o casi) de cerrar la puerta, encender la lámpara, meterme bien abrigada a la camita y leer hasta que yo, y nadie más que yo, me mandaba a dormir. Lógicamente, me descubrieron muchísimas veces: otra vez, estaba en lo mejor de la historia, cuando la puerta se abría y mi mamá, por lo general, me reñía porque ya era más de la 1:00 a.m., era noche de escuela y yo ya era archiconocida por mi excesivo cariño a las sábanas.
Creo que esos fueron mis inicios como trasnochadora, a pesar de todos los intentos de mi mamá por hacerme un horario normal de sueño. Ya cuando crecí, fui más libre de trasnocharme en el internet, o leyendo, pero siempre en el escritotio, frío y sentada en una silla que ni de lejos es tan cómoda como una cama, porque no había cable que llegara hasta mi cuarto. Pero hoy, la vida a cambiado otra vez.
El chico de mi hermana Lili ayudó a mi papá a instalar un nuevo HUV o lo que sea para crear una red WiFi en mi casa. Así que ¿Donde se imaginan que estoy ahora mismo? ¡Claro! Metida en mi camita, con la luz apagada para que mi mamá no baje a reñirme y decirme que apague la luz. Digan no más si no parece la vida da vueltas en círculos.

martes, 7 de junio de 2011

Agonía, resurrección y la cuestión del "excelsis"

¿Alguien me extrañó? ¿No? Peor para ustedes. Resulta que el resfrío que me agarré fue peor de lo que esperaba o de lo que creía. El sábado, como lo presentí, no podía soltar ni una nota y ya era bastante milagro que pudiera hablar. De todas formas, haciendo un alarde prudencia y sabiduría, me fui al Club a jugar quidditch, porque un deporte de correr y con alto riesgo de contacto es lo que se necesita cuando una tiene una enfermedad en las vías respiratorias, ¿verdad?
Me pusieron de golpeadora, un puesto en que no soy buena y en el que me aburro como ostra. No lo hice mal, creo, le arruiné algunos goles al buen Osito Emile por el sencillo método de desviar la quaffle con la bludger. A cambio me gané una tacleada, una patada en el tobillo y una caída muy graciosa. El ensayo de ese día fue una tortura: no podía soltar una nota y me moría de ganas de cantar.
Aguanté así hasta el ensayo del domingo, en el que al menos tuve la utilidad de sentarme delante del coro y escuchar como sonaba todo. Para ese momento, ya podía cantar la línea de los bajos...peor es nada, como dicen en mi colmena.
De ahí para adelante, todo fue cuesta a abajo: domingo en la tarde y todo el lunes estuve agonizando, moría de calor por que me subió la temperatura, mi nariz no dejaba de chorrear (descubrí que sí es posible morir de deshidratada porque te chorrea la nariz), tosí tanto que mi garganta quedó peor de lo que ya estaba, un desastre total. No tenía ni las fuerzas para estirarme a agarrar mi laptop que estaba en mi velador, mucho menos para bajar al escritorio para conectarme.
Dejé de tomar antigripales porque, justamente, después de tomar uno en la mañana del domingo me puse peor. Nada de drogas para mí, gracias...excepto los siempre deliciosos jarabes para la tos (tengo un problema con esas cosas), y unas cuantas aspirinas, porque era eso o sentir que la cabeza se me partía en dos de dolor. No bonito, definitivamente. Por suerte, esta mañana me sentía mejor, no digamos rebosante de salud, pero al menos ya no me dolía la cabeza, no sentía como si me hubiera pisado un auto y mi nariz ya no parecía una fuente.
Entre tanta agonía, es difícil recrodar algo entretenido para contar, pero parece una parte de mi cerebro aún estaba funcionando (algo así como los motores de emergencia) así que puedo contarles algo que pasó el domingo.
Resulta que, como todos saben, el Requiem de Mozart (y cualquiera, si lo ponemos así) está en latín, lo que nos lleva al pequeños dilema de la pronunciación. He escuchado ya tres versiones distintas, supongo que cada quién improvisa como puede (no pueden tener la razón los tres, ¿verdad?). El caso específico que nos ocupa hoy, es el de la palabra latina "excelsis" que significa "alturas", o en el cielo si uno se pone poético. Por meses, Mónica nos dijo que no se pronuncia "exchelsis" (sí, léanlo con es 'ch' al medio), si no "exshelsis" (con 'sh'), y la mayoría lo cantaba así, excepto los fastidiosos de los tenores que por dar en los nervios seguían con su '"exchelsis" al mejor estilo originario, como ellos mismos decían. Resultó que el domingo, mientras cantaban el "Sanctus" y el "Benedictus", el director hizo una correción sobre la entonación de la frase "Ossanna in excelsis" y pronunció "exchelsis".
Como un ensalmo, todo el coro empezó a cantar "in exchelsis", para el gran gozo de los tenores que al fin tenían su motivo para regodearse, y la desesperación de Mónica que quería subirse por las paredes. Resultado final: Se desató la rebelión de las sopranos, que apoyaron en masa (de 5 en total) a Mónica: "Exchelsis" suena a escupitajo en medio de la frase, francamente, así que las sopranos cantaban "exshelsis".
Lo más divertido es que, entre las risas mal contenidas de los tenores y la cara de "voy a cometer un asesinato pero ya" de Mónica (pobre), el director no se dio ni por enterado de lo que pasaba y se fue sin saberlo, estoy segura. Hablando de gente distraída.

sábado, 4 de junio de 2011

Me pasé

De bruta, de inconsciente, de orgullosa, de lo que quieran, la cosa es que me pasé. Díganme ¿Quién su sano juicio se pone a cantar a todo pulmón cuando está con la garganta hecha un estropajo? ¿Eh? ¿Quién? Nadie, ¿verdad? ¿O me equivoco?
Parece que sensatez he dejado de ser uno de mis fuertes, no hay otra forma de explicar lo que hice hoy. Resulta que nos avisaron que llegaría el director de La Paz (un tipo muy simpático pero algo extraño) y pidió tres días de ensayo (viernes, sábado, domingo). Esta mañana, ya con mi resfrío arrastrado desde el anterior sábado, me desperté completamente afónica y aunque mi garganta se fue despejando durante el día, no estaba para nada en mi mejor "forma" para cantar.
Tengo una excusa, algo tonta, pero excusa: Cuando llegué al ensayo (tarde, y aún así no había comenzado) resultó que sólo éramos dos sopranos. En las otras cuerdas habían por los menos cuatro y si no cantábamos fuerte nos hubieran tapado. No tengo volumen, ya lo saben, y menos cuando estoy así de mal, pero misteriosamente saqué mi volumen habitual de algún lado y no nos taparon tanto como se podría esperar en circusntancias normales. Es más, cantamos ta fuerte que hasta se notaba cuando nos subíamos un poquito (creo que no dice muy bien de nosotras, pero es la idea).
Lógicamente, quedé peor de lo que estaba. Ahora, mientras escribo esto, casi no puedo hablar. Tendré que recurrir a mezclas misteriosas y poderosas para tener un mínimo de voz para mañana. Claro que también espero que las demás sopranos aparezcan o pediré sus cabezas en un plato.

jueves, 2 de junio de 2011

Divisiones

Ayer mi sufrido novio se sentó a editar un video en la computadora de mis hermanas, y dado que yo soy una buena sufrida novia me senté a su lado a leer en mi compu, dado que mi cable de internet lo estaba usando mi hermana (las cosas que sacrifico para conseguirle tiempo en la compu grande, ¿eh?). Tenía algo que contar, pero como no tenía forma de conectarme, pues tuve que guardarme el cuento para hoy.
Resulta que el "Sanctus" del Requiem de Verdi es de lo más original porque todas las voces se dividen en dos, lo queda como resultado que la pieza es cantada por dos coros simultáneamente. Lógicamente, los del Coro I cantan una melodía más alta (y que destaca más) que los del Coro II, y la pieza queda muy interesante en total.
En vista y considerando que para el ensayo de yaer estaba anunciado que avanzaríamos el "Sanctus", enferma o no, sabía que no podía llegar tarde y menos faltarme. Esperaba un proceso algo más dedicado a definir quiénes iría de Sopranos 1 y 2, pero, después de hacer un ejercicio de vocalización básico, la gran idea del director para diferencia al voces fue: "De acá a la derecha, sopranos 1, a la izquierda, sopranos 2". Adivinen de qué lado de la línea imaginaria quedé...
Malditos mi suerte y el criterio del director. Estuve echando chispas casi todo el ensayo. Sí, díganme que todas las voces son importantes y bla bla, pero aparte del hecho de que soy soprano 1, y de que mis principios dicen que para qué me sirve ser soprano si no me van a dejar chillar (porque yo quiero chillar eso Si agudos y bonitos), está el hecho de que lo en verdar me indigna es que pareciera que lo que se quiere es presentar la obra y punto, sin importar mucho la calidad de la interpretación. No importa que la mitad que quedaron de Sopranos 1 no lleguen ni a Sol sin ahogarse, tampoco importa que de esa mitad, una gran parte sean unas completas desafinadas que no distinguen una nota de otra ni de oído. Siendo realistas, son muy pocas las que se animan a cantar un La entre las sopranos en general...
Sí, ya sé que dijeron que era sólo provisional, y que se harían cambios, pero conociendo como trabaja el director, lo pongo en duda. Creo que no ubica ni a la mitad de cara, muchos menos de nombre, y no creo que pueda distinguir a una voz de otra en un coro tan grande como para hacer esos cambios. Resultado: estoy estancada con las sopranos 2. Perdónenme si no salto de dicha....