La anterior semana mi mamá volvió de su breve visita a Argentina y me trajo algunos librillos. En general, siempre me siento muy feliz con cualquier cosa para leer que me traiga (y no crean que no estuve feliz), pero ahora estaba más desconcertada que otra cosa. Pasa que mi mamá me trajo dos libros que son el final de una colección o una saga.
Con el primero que leí, por obvias razones, no hubo tanto problema. "El fin de la Tercera Edad" es algo así como una recopilación de los borradores que escribió Tolkien antes de llegar a la versión final de "El Señor de los Anillos". Dado que me he leído ese libro más veces de las que puedo recordar, no había tanto problema en saber qué había pasado antes y que me había perdido. Lógicamente, a veces habían referencias a otros borradores que había mencionado en los libros anteriores (fíjense que éste es el cuarto) y yo no entendía qué rayos tenía que ver, aunque podía hacerme una idea.
Con el primero que leí, por obvias razones, no hubo tanto problema. "El fin de la Tercera Edad" es algo así como una recopilación de los borradores que escribió Tolkien antes de llegar a la versión final de "El Señor de los Anillos". Dado que me he leído ese libro más veces de las que puedo recordar, no había tanto problema en saber qué había pasado antes y que me había perdido. Lógicamente, a veces habían referencias a otros borradores que había mencionado en los libros anteriores (fíjense que éste es el cuarto) y yo no entendía qué rayos tenía que ver, aunque podía hacerme una idea.
De todas formas, era genial enterarse de los giros extraños que pudo tener la historia, o que algunos personajes no se llamaban así de entrada (Arwen era originalmente Finduilas). Había cosas que habían estado pensadas desde el inicio mismo de la historia, pero había muchos caminos por los que se podía haber llegado ahí, y Tolkien exploró varios antes de tomar su decisión. Realmente, la escritura lleva por caminos misteriosos...al menos, si dejas que te lleve.
El segundo libro que me trajo mi mamá si fue una complicación, aunque lo leí en menos de dos días (y eso que fue con largas pausas de por medio). Resultó ser la tercera parte de una trilogía (al menos eso decía la contraportada, aunque estoy segura que hay más) de una historia muy retorcida ubicada en el Japón feudal, lleno de señores de la guerra y demás. "Leyendas de los Otori. El Brillo de la Luna" me llevó al final de las aventuras de Otori Takeo, así que estuve como 50 páginas haciéndome un lío ubicando al Clan, la Tribu, los Ocultos, los Kikuta, los Muto, los Otori, los Shirakawa, qué problema tenían todos con los parias, dónde quedaba Maruyama, Hagi y demás ciudades latosas. Un embrollo.
Al final, sí entendí qué había pasado antes (al menos a grandes rasgos), pero aún así me quedé con la duda de cosas que daban por supuestas (varios ¿quién mató a quién? o ¿Qué es eso tan terrible que hizo pero que no quiere recordar?).
Eso sí, a diferencia de "El fin de la Tercera Edad" que es un libro casi académico (un meta-libro), "Leyendas de los Otori" (que se supone es toda una aventura), se me hizo algo más pesado. Tal vez la autora estaba tratando de hacer más creíble a su personaje, haciéndolo hablar más "solemne", o tal vez la traducción no era la mejor, o simplemente, el estilo es pesado, pero había algo que desesperaba.
Y la nota curiosa: el libro casi termina en un tremendo terremoto que se carga a todo un ejército en el momento justo. Al terminar de leer la historia, me quedé un rato dormido y estaba soñando con samurais y katanas cuando empezó un sismo. No duró mucho ni fue muy fuerte (diga lo que diga la mayoría de la gente), pero fue raro despertarse con que todo temblaba y pensar por un segundo que ojalá se hundieran en la tierra todos esos pinches guerreros de Arai.