Creo que la mayoría de los docentes con los que uno pasa clases en la U marcan de alguna manera, buena o mala, y siempre los recuerdas por sus grandes enseñanzas...o por sus monumentales estupideces. Algunos de ellos son leyendas, tanto que das por sentado que siempre estarán ahí, dando clases en la U, ocupándose de las mil cosas que hacen.
Supongo que por eso es tan chocante que uno de ellos se vaya, en especial si ese el EL docente: famoso, archiconocido y respetado, temido por unos y amado por otros, y no completamente apreciado hasta que te lo encuentras en una salida de primos con su esposa. Se va por un nombramiento importante, y eso es bueno, muy bueno para él. Pero los que nos quedamos acá estamos fritos.
Bueh...que me pongo meláncolica (fue un día largo, con todo...). Magister: la mejor de las suertes, lo vamos a extrañar.
Supongo que por eso es tan chocante que uno de ellos se vaya, en especial si ese el EL docente: famoso, archiconocido y respetado, temido por unos y amado por otros, y no completamente apreciado hasta que te lo encuentras en una salida de primos con su esposa. Se va por un nombramiento importante, y eso es bueno, muy bueno para él. Pero los que nos quedamos acá estamos fritos.
Bueh...que me pongo meláncolica (fue un día largo, con todo...). Magister: la mejor de las suertes, lo vamos a extrañar.