lunes, 29 de diciembre de 2014

Auto-regalo

Después de una Navidad altamente nutritiva (y es que una baja de peso todo el año para volver a subir de golpe en las fiestas), y las correspondientes celebraciones con el Club, vengo ante ustedes, lectores míos (si es que existen) a cacarear mis regalos.
Para ser exactos, debería decir que sólo puedo cacarear de un regalo en específico. No que los otros no me gustaran, sólo que éste es mucha cosa. Además que como pagué la mitad y lo escogí yo misma, es más genial incluso.
Si lo están dudando, no, no me compré un auto (¿qué haría yo con un auto?). Con mi esposito nos compramos un LEGO de Harry Potter, más específicamente el del Expreso de Hogwarts con el Ford Anglia incluido. No es el primer Lego que tenemos, pero es tan divertido armarlos (aunque después no se puedan desarmar), que cada uno es como el primero.
Mueran de envidia 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Navidad

Sospecho seriamente que un signo de que ya estás envejeciendo es tener todos los regalos antes del 24  de dciembre en la tarde. Así una tiene la tarde libre para prepararse para los atracones festivos.
Feliz Navidad a todos!

martes, 16 de diciembre de 2014

El Hobbit: La batalla de los Cinco Ejércitos (LIGERAMENTE basado en el libro)

Y puedo decirlo con toda la certeza del mundo, mientras escribo esto esto el libro en edición Anotada y me di el trabajito de contar páginas y todo. Cada quién haga sus cálculos, pero me parece algo exagerado hacer una película de casi 2:30 horas para 75 páginas de una historia que tiene 333 páginas en total. No creo que la proporción cambie mucho de un idioma a otro, así que mi afirmación se mantiene.
Veamos, la "tercera" parte de El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos, es el desenlace del tremendo jaleo de lugares, tiempos y personajes, que se armaron en las dos películas anteriores. Como dije en su momento, la primera me gustó mucho, pero la segunda fue una decepción por toda la sobrecarga de detalles inventados y exagerados. La tercera es una continuación de lo mismo.

Nunca entendí muy claramente el motivo por el que convertir una historia de un sólo libro en tres películas, aunque claramente la motivación lógica es exprimir hasta el final a la gallina de los huevos de oro. Obviamente, nadie en el equipo de producción de las películas admitiría eso jamás, su pretexto es dar una versión "completa y extendida con los otros escritos de Tolkien" de lo que sucedió en El Hobbit. Como admiradora del trabajo del Profesor, se me ocurre que ese planteamiento se cae por todos lados. No se puede dar al Hobbit el mismo tratamiento que se le dio al Señor de los Anillos, sencillamente porque son diferentes en su misma esencia. El primero es un cuento sencillo escrito para sus hijos, que si bien está dentro del mismo mundo épico, no tiene esa intención, mientras que el Señor de los Anillos sí pretende ser una crónica gloriosa y solemne de los últimos días de la Tercera Edad. Al tratar de estirarle y meterle detalles rebuscados, luchas heroicas entre ejércitos gigantescos, y escenas de peleas llenas de acrobacias, le quitan completamente su idea esencial.
Admito que tiene efectos muy buenos, buena fotografía, los vestuarios y maquillajes me encantaron, la música está preciosa, y los actores son francamente buenísimos. Pero todo eso falla por la historia, que del libro sólo sacó la idea básica de "Dragón destruye la ciudad, Bardo mata Dragón, Enanos buscan la Piedra del Arca, Enanos encerrados en la montaña con todo el mundo afuera, Bilbo hace su jugada, Batalla de los Cinco Ejércitos, Thorin muerto, Bilbo regresa a su casa. Fin". Para llegar a las 2:30, le echaron un montón de relleno en medio. Lo que me parece irónico de todo eso, es que le quitaron de un tajo casi todo lo interesante de Beorn y quedó reducido a una aparición de dos segundos de morondanga.
Sigo sin saber de dónde se inventaron tan mala leche para Thranduil (era medio rayadín en el libro, pero esencialmente bueno), todo ese conflicto en que apareció Legolas, y el improbable y poco creíble romance entre una elfa (también inventada) y un enano (eso fracasaría sin dudarlo...y sus escenas me daban vergüenza ajena por edulcoradas). Por si fuera poco, le metieron cosas que era demasiado obvio que se las copiaron de otras partes, como los "gusanos come-tierra" que se parecían sospechosamente a los bichos de los canales Nydus, Legolas brincaba y saltaba como el Príncipe de Persia, y las escenas estaban tan alargadas que parecían varios capítulos seguidos de Supercampeones. En mi personal opinión, una peli empieza a tirar hacia ser mala cuando llega un momento en que siento que ya está demasiado larga y empiezo a desear que el final llegue lo antes posible para irme a casa a descansar, y al Hobbit le sucede eso precisamente.
Por el final que le dieron, muy en especial a Bilbo y Legolas, se nota que tenían la intención de "engancharla" con las películas del Señor de los Anillos. Lo triste de eso es que me recordó al final del Episodio III de Star Wars, con el que también me sentí algo decepcionada (creo que no tanto), aunque aquí me pareció más jalado de los pelos, en especial la parte en que hacen mención a Aragorn-Trancos.
Finalmente, un detalle simpático y que no afectaba mucho a la "trama": lindo cerdo de guerra el de Dáin Pie de Hierro, y también lindas esas cabras de guerra que no se sabe de dónde salen y sólo aparecen muy oportunamente ahí.
En pocas, veánla bajo su propio riesgo.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Enferma

Debe ser mi mal karma el que siempre hace coincidir el despunte en mis deseos de cantar con un resfrío que se ensaña con mi garganta y me deja afónica y con tos por varios días. Hace unos días vi "Quartet" (despunte), y justo después me contagié de todos los virus de resfrío que andaban rondando.
Aparte del obvio malestar y todos los molestos síntomas, empecé a toser como perro, se me cerró la garganta casi por completo y...ni media nota, ni aunque lo intentara. No podría cantar decentemente ni aunque mi vida dependiera de ello.
Y como un obvio sarcasmo de la vida, me entero de una clase magistral abierta dictada por una mezzosoprano cubana. Ronquera o no ronquera, me fui a la charla, que por cierto fue muy buena e instructiva. Lógicamente, me deprimí. El día de la charla coincidió con lo peor de mi ronquera, sin importar todas las pastillas de propóleo, miel, y/o menta. No soy muy buena sobrevellando eso, así que estuve de un humor de perro ese día... no he mejorado mucho desde entonces.
Y estar escuchando esto no ayuda.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Tolkien, Tolkien, Tolkien...

Pasando por alto todas mis decepciones y mis recientes renovados traumas con la ópera (y mi depresión de que jamás podré cantar así), recordé que debía poner al día mis lecturas de mis más recientes adquisiciones en la Feria del Libro. Acá entre nos, y sólo por mencionarlo, no había mucho que ver este año, a excepción de lo que me compré y el libro de Arturo que me regaló mi esposito.
El primero en mi lista era "Los Hijos de Húrin" de J.R.R. Tolkien. Lo cierto es que ya hace tiempo había leído la historia, hay una versión resumida de ella en el Silmarillion (y aún así es la más larga de todas las historias ahí). Recuerdo que, hace años, cuando recién lo leímos con mi hermana, las dos nos quedamos traumadísimas. Cuando nos enteramos que publicarían el libro con la historia más completa, esperamos y esperamos hasta conseguirlo (en esa época, no sabía que había libros digitales), y al final terminé yo regalándole el libro por una Navidad, si mal no recuerdo. Cuando lo vi en original en la Feria del libro, obviamente me lo tenía que comprar.
Veamos, se trata de la historia de Túrin, hijo de Húrin, y Niénor, su hermana. Después de una gran batalla que terminó con cualquier esperanza que pudieran tener los Elfos y los Hombres de derrotar al Señor Oscuro Morgoth, Húrin fue tomado prisionero, torturado y cuando se negó a revelar cierta información y, de hecho, se le rió en la cara a Morgoth, él lo maldijo, y a su esposa y a sus hijos, por las dudas, y los condenó a que vieran todas las desgracias que iba a mandarles sin poder intervenir. En efecto, la vida de Túrin y después la de su hermana Nienor, son una colección de golpes de mala suerte,  que acaban siempre con alguien muerto como daño colateral. En cierta manera, se asemeja mucho a la idea de las tragedias griegas, no se puede huir del destino ni siquiera conociéndolo...pero el ingrediente de las propias imprudencias tienen mucho que ver. 
Comparado con la breve historia, el libro tiene muchísimos más detalles, diálogos, motivaciones (y dibujitos) que ayudan a entender mejor el drama de un pobre hombre perseguido y cazado por sus enemigos, empujado por su propio valor, orgullo e imprudencia, y finalmente atrapado. Con todas las cosas malas que le pasan, es imposible esperar que salga bien librado. Si lo leen, háganse a la idea de que el final feliz no existe.
El segundo libro fue "Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media"...Volumen II. Mi mala pata hizo que alguien se comprara el Volumen I minutos antes de que yo llegara a ese stand y encontrara sólo la segunda parte. Frustración a mil. De todas formas, lo compré (mejor tener la mitad que no tener nada, si me preguntan). La Parte II comienza directamente en la Tercera Edad de la Tierra Media, y comienza con "El desastre de los Campos Gladios", o sea, cómo fue que murió Isildur. Las siguientes historias hablan de Gondor y Rohan, una breve perspectiva de Gandalf sobre la búsqueda de la Montaña Solitaria y de cómo Bilbo acabó metido en ese enredo; y sobre la expedición de los Nazgûl buscando el Anillo. También hay unos ensayos sobre los Magos, los Drúedain y las Palantiri. Todo muy informativo si, como yo, eres una maniaca del chisme de personas ficticias y/o muertas y de la Tierra Media.
Algo curioso de este librito es que cada historia tiene sus propias Notas, y algunas hasta apéndices. En algunos casos, las Notas son más largas que la historia misma, pero como todo es información nueva para mí, no me quejo mucho. Eso sí, el libro se maltrata un poco por leer saltando a cada rato de un lado a otro para revisar las notas (la paciencia no es lo mío).
Finalmente, tenemos el menos dramático de todos. "Roverandom" fue un cuento que Tolkien le contó a  uno de sus hijos para consolarlo por perder su perrito de juguete. Obviamente, el cuento empieza con un perrito de verdad, Rover, que por morderle los pantalones a un mago es convertido en un juguete, lo compra una mamá para su hijito y él lo pierde sin querer en la playa. De ahí en adelante, el pobre perrito vive mil y una aventuras en la Luna y el fondo del Mar, donde conoce a otros dos perros que también se llaman Rover, y para evitar confusiones él pasa a llamarse Roverandom.
Es un cuento encantador y hermoso, por donde quiera que se lo mire, ni de lejos parecidos a los cuentos para niños tontos que publican hoy en día. Definitivamente, pienso saltarme todos esos y pasarme directo a las lecturas interesantes con mis hijos, y el día que en el kinder digan que Cenicienta y compañía son unas necias, habré cumplido en la vida.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Envejecer con gracia

Hace un tiempo, desde que vi la entrevista a Dustin Hoffman en The Graham Norton Show, quería ver esta película. Como siempre, mi memoria almacena todo, pero se distrae con facilidad y necesita un desencadenante, digamos, para recordad las cosas (eso explicar por qué nunca recuerdo los libros que tengo que leer el rato que busco libros, pero sí en los momentos más extraños de mis atravesadas cadenas de pensamiento), así que no lo recordé hasta hace unos días en que me puse a buscarla...ya no recuerdo por qué. En fin.
"Quartet" es una historia basada en un documental de los '80 sobre la Casa de Reposo para Músicos de Verdi, que es básicamente un asilo para músico que, por cualquier motivo, llegaron a su vejez sin un quinto para mantenerse (por cierto, debo buscar el documental). En base al documental, alguien pensó en un obra de teatro, en la que se basó el guión de esta película. Básicamente, la Casa Beecham para músicos celebra una gala cada año en que participan los ancianos músicos residentes, de lo recaudado en esa gala depende la permanencia del asilo. Entre los residentes, están tres antiguos cantantes de ópera, Reginald, tenor; Wilf, barítono; y Cissy, contralto (deduzco).
Tiempo antes de la gala, llega Jean Horton, que en su época había sido una famosa soprano, y estuvo breve y desastrosamente casada con Reginald. Obviamente, su llegada no le hace mucha gracia al viejo tenor, pero es lo que hay. En eso andan cuando al director de la Gala, se le ocurre que ellos cuatro deberían interpretar en el concierto el cuarteto de "Rigoletto" de Verdi, que habían justamente grabado juntos en sus años de carrera. Y, lógicamente, el alboroto continua.

Se podría pensar que es una historia sobre músicos, o sobre ópera. Tiene todo eso, por cierto, de lo contrario no tendría lógica, pero más se trata sobre la vida, envejecer y hacerlo con gracia a pesar de todo. Si debo ser honesta, aparte de la muerte, envejecer es algo que me aterra, más si implica ir perdiendo facultades (mentales y otras) de a poquito. Y lo lindo de esta peli es que muestra que, a pesar de que uno dé por perdidas muchas cosas en la ancianidad, la vida sigue y puede tener muchas cosas más por delante, vale la pena vivirla hasta el final.
De todas formas, la historia es sencilla y encantadora, llena de música y eso basta para que a mí me encante. Si le agregan que actúa la genial Maggie Smith, yo estoy hecha. Incluso si no se entiende ni jota de ópera (sé lo básico, no voy a jactarme), es fácil relacionarse con los personajes (por cierto, Maggie Smith creo que no sabe cantar).

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Decepción

Seguramente, no me sentiría tan mal si no fuera por todo el esfuerzo que le puse, las horas extras no pagadas, las carreras y recados fuera de horario, las peleas para mantener las finanzas y los impuestos nivelados a pesar de las dificultades. Pero dado que sí hice todo lo anterior, me siento terriblemente mal.
De por sí, me es muy difícil enfrentar ciertos cambios, y en este en especial se me hace peor. No es el hecho del cambio solo, es la sensación de insulto que siento, como si todo mi esfuerzo fuera dejado de lado como si nada, como si fuera fácilmente reemplazable. Probablemente, sí lo soy...y eso hace que todo sea aún peor (¿cuál es el grado superlativo de peor en español?).
Me siento mal, atrapada como nunca y muy sola. Sí, yo tomé la decisión "libremente", aunque me parece que no tenía de otra, y por eso mismo tal vez debería enfrentar la situación actual con algo más de elegancia y gracia. Pero soy yo, y me la tomaré con toda la mala gana que quiera, y me quejaré hasta morirme si así me place.

domingo, 16 de noviembre de 2014

El mejor concierto

Hasta hace poco más de un mes, estaba completamente convencida de que mi grupo favorito de música moderna, La Oreja de van Gogh, jamás llegaría a Bolivia. Pero llegaron.
Compramos las entradas con la anticipación debida y, ayer, mandamos a un amigo a hacer fila a las once de la mañana...y el concierto era a las nueve de la noche.  ¿Así o más exagerados? Y claro, el concierto empezó casi a las diez.
De todas formas, retraso y todo, valió cada centavo gastado y cada minuto de espera. Canté y grité hasta quedarme ronca, y ellos cantaron todas la canciones que amo (además de las nuevas que no conocía). Definitivamente, el mejor concierto de mi vida.
Eso sí, la joya de la noche fue Xabi tocando el theremin...y se entendía lo que tocaba!

martes, 11 de noviembre de 2014

Los dramas en verso

Llevo días rumiando mi ira, si no he escrito hasta ahora toda una diatriba sobre mis frustraciones más recientes que, por cierto, me han  tenido de bronca en bronca desde la anterior semana. Pero, aunque el propósito inicial de este blog era en gran medida tener un espacio en que poder desahogarme de todas esas cosas, debo haber desarrollado algún extraño sentido del pudor porque decidí no ventilar mis dramas por aquí (tal vez en unos días se me quite, no teman).
Y ¿de qué puedo escribir si no estoy despotricando? Lógicamente, de algún libro. Debo admitir que tardé en terminarlo más de lo debido a todas mis broncas, pero al fin lo logré. "La Caída de Arturo" es un poema en verso aliterado que Tolkien escribió en algún momento a principios de los años 30, y dejó a medias alrededor de 1934. Si algo de malo tiene Tolkien en algunos de sus trabajos publicados póstumamente es que muchos están incompletos porque en algún momento, por algún motivo, simplemente los dejaba. La otra es que sus bocetos son ilegibles en muchas partes y su hijo tiene que ir por la vida adivinando y dejando huecos donde no puede adivinar. 
El libro, al menos la parte del poema que es la que realmente importa, lo publicaron  en inglés y español en paralelo. Si entienden inglés, léanlo así, tiene su gustito aparte, incluso si lo leen con un diccionario al lado. Incluso si lo leen sólo en español, incluso incompleto como está, es un relato interesante y atrapante de los últimos tiempos del reinado de Arturo. Personalmente, siempre pensé que todos ahí eran un poco tontos, empezando con el Rey, pasando por todos los caballeros de la Mesa Redonda, el gran Merlín que acabó atrapado en un roca, Morgana y sus intrigas de pacotilla, y acabando en Ginebra, que encima se me hacía el epítome de la mosca-muerta.
Por supuesto, hay que tener en cuentas las fuentes que se toman en cuenta al construir un relato sobre la leyenda artúrica, porque aunque ahí él siempre es "perfecto y noble", los retratos de sus caballeros y todos los demás implicados varían un poco, igual que lo que sucedió con todos aquellos que sobrevivieron, aunque sea poco, a Arturo. Al leer el poema, se nota que Tolkien conocía bien las fuentes conocidas de la historia de Arturo, desde las más antiguas, pero que también les dio su propio toque, aunque fuera sólo un poco. 
De una versión a otra, los detalles de la leyenda también varían, por lo que Tolkien también tuvo que hacer sus elecciones respecto a eso. Uno de los detalles que más me llamaron la atención, tal vez porque soy mujer, fue que al parecer, Tolkien no tenía una muy buena opinión de Ginebra: la retrata como una mujer fría y calculadora, bastante egoísta y caprichosa en todos los alborotos en los que se metió, siendo (obviamente) el más importante su amorío con Lancelot del Lago, al que al final dejó por volver al trono sin mucha pena. De todas formas, Tolkien se atiene, hasta donde logró llegar en su poema, a los hechos esenciales de la historia: Arturo va a guerrear al Este, acompañado de varios caballeros entre los que destaca Gawain, deja a Mordred al cuidado de su reino sin sospechar que él ya planea traicionarlo. Y todo eso sucede después de que Ginebra volviera y Lancelot fuera desterrado y expulsado de la fraternidad de la Mesa Redonda.
De todas formas, el poema no ocupa ni la mitad del libro. El resto son "ensayos" sobre lo que el poema no dice, es decir las varias vertientes de la leyenda artúrica y los aspectos de tal o cuál lado que se tomaron en cuenta para el poema; lo que pensó para el poema pero no llegó a ser escrito y su relación con las historias de Tolkien, como el Silmarillion; y, finalmente, los bocetos que se escribieron antes de que el poema tuviera su versión definitiva. Como admiradora del trabajo de Tolkien, me encanta ver los bocetos y los pasajes descartados, tanto porque son una forma de ver a dónde podría haber ido la historia, como porque muestran todo el trabajo real que toma escribir algo (la computadora es genial en el sentido de que editas siempre en limpio, pero hay algo lindo en tener un montón de papeles llenos d tachones antes de alcanzar un buen resultado).
Y por si todo eso no fuera bastante para hacer dar curiosidad por el libro, vuelvo a mi argumento inicial. Léanlo en inglés, más que nada porque ahí es cuando se aprecia la verdadera habilidad de Tolkien para manejar el verso aliterado. Sólo tengo una comprensión básica de la aliteración, no hay nada parecido en español, pero  es una forma de versificación muy distinta rara y complicada, aunque tiene su propio encanto.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Feliz cumpleaños para mí

Este debe ser el cumpleaños que con menos entusiasmo he esperado, al menos durante los últimos dos días. Tal vez no debería dejar que los comentarios de algunas personas me afectaran tanto, cualquiera sabe eso a nivel racional pero la dificultad está en aplicarlo realmente.
Por cualquier motivo, estaba de pésimo humor ayer por la noche y algo esta mañana. Primeras horas de mi cumpleaños y yo quería pelearme con el mundo entero y/o quedarme en mi cama, una actitud no muy festiva. 
De todas formas, todo mejora con una buena comida llena de calorías e carbohidratos malos para la salud pero deliciosos para consumir, incluso si van acompañados por una discusión sobre política entre partidarios de la derecha y de la izquierda (por demás incómodo). Después de un buen rato con la familia, volví a casa con mi hermanita y mi sobrinito a jugar y ver pelis de animación para niños.
Tengo 29 años ya, y puedo decir que no me hace gracia envejecer y darme cuenta de ello es aún peor. Pero hay tantas cosas buenas en mi vida, muchas veces las doy por hecho y no las aprecio como debería. Tal vez la conciencia de esa idea fue lo que, en cierta manera, mejoró mi humor y pude tener el resto del día sin una nube negra sobre mi cabeza. Supongo que, al final de cuentas, eso es lo que hace un buen cumpleaños.
Obviamente, no voy a ser tan hipócrita como para no admitir que los regalos hacen también su parte mejorando el humor de cualquiera en su cumpleaños. Entre ellos (que de todas formas no fueron muchos), destacan el regalo de mi esposito y el de mi amigota Marce.
Después de ir dos veces a la Feria del libro de este año (que merecerá una entrada aparte en su momento), mi esposito me consiguió uno de los libros que vi ahí, de uno de mis escritores favoritos de todos los tiempos, el gran profesor Tolkien. Lo último que le publicaron (porque es su hijo el que publica ahora, dado que el profesor lleva sus buenos 40 años muerto) es su poema titulado "La caída de Arturo". Y sí, es el Arturo de Camelot. Además de lo obvio, mi deseo por leer este libro se basa en que, hace poco, leí la (inconclusa) versión de Steinbeck sobre los Hechos de Arturo y sus Caballeros, que justo se termina antes de que Lancelot y Ginebra empiecen a ponerle los cuernos al Rey. Gana de chismear total.
El otro regalo, el de mi amigota Marce, fue un cubo rubik. Pero no el cubo estándar que todos conocemos, el 3x3x3, sino el 2x2x2. ¿Qué tiene de diferente? A primera vista, es obvia la falta de un montón de cuadraditos, pero al momento de armarlo, es como haber juntado sólo las esquinas. Por lo tanto, armarlo es cuestión de manejar esas esquinas. De entrada, me costó deducirlo, lastimosamente mi cerebro funciona mejor con instrucciones claras, pero las instrucciones que encontré eran todo un engorro y no me funcionaban, así que supongo que estaba haciendo algo mal. Me puse a pensar en la lógica del cubo normal y los pasos que sabía para arreglar esquinas ahí, y funcionó después de darle muchas vueltas.
Después de todo, no fue un mal cumpleaños.

jueves, 30 de octubre de 2014

Otra vez el verano

Sí, ya sé que no es verano, pero se siente como si lo fuera. Me podrían decir que 28° C no es tan terrible de soportar, pero en mi departamento, donde no puedo generar una corriente de aire ni con todas las ventanas y puertas abiertas, donde el sol pega directo a la ventana de mi habitación toda la tarde, y donde la terraza está cubierta de calamina plástica que ¿qué creen? genera más calor, se siente como si fuera verano y estuviéramos en, no sé, el Sahara.
Lo peor es que me da vergüenza andar en mi short cortito y medio indecente, no apto para "señoras casadas", porque al parecer, gimnasio o no gimnasio, engordé y me queda demasiado apretado. Así que encima de acalorada, estoy demasiado consciente de mis lonjas, lo que no es agradable de ninguna manera.
Y pensar que aún falta para que haga verdadero calor de verano...

lunes, 27 de octubre de 2014

Dos años

Tal vez es porque tengo la sensación de que el tiempo debería durar algo más de lo que dura, pero la llegada de fechas y aniversarios siempre me sorprenden. Si lo comparo con otros matrimonios que conozco, cumplir dos años no parece la gran cosa, es sólo el principio de un largo camino por recorrer.
Pero, para mí, es un logro muy grande, más si consideramos mi pésimo carácter y mis arranques de mal humor que, generalmente, se estrellan contra mi esposito. Claro, tampoco vamos a negar las malas manías del susodicho que me sacan de mis casillas. Y llegados a ese punto, cualquiera con dos dedos de frente sabrá lo mismo que yo: de eso se trata un matrimonio.
Para los ingenuos que estén cerca de casarse, permítanme pincharles su nubecita flotante de felicidad: el matrimonio no tiene mucho de romance y corazones flotando en el aire, el tipo de ilusiones rosa que Disney vende. El matrimonio son las discusiones sobre quién tiende la cama y quién limpia el baño, y hacerlo aunque no te guste porque amas al otro en esas pequeñas cosas. Así que, si no están dispuestos a limpiar baños y restregar ropa a mano porque la lavadora (bendita sea) no lava tan bien como creían, mejor no se casen.
Feliz Aniversario para nosotros!

martes, 21 de octubre de 2014

Modelos y reinas

Había pensado escribir mi siguiente post sobre el último libro que leí (La mujer del viajero del tiempo, totalmente recomendable), o la última peli que vi (Cómo entrenar a tu dragón 2, bella), pero sucede que en la tarde caí a ver un documental de la BBC (amo ese canal) y me quedé pensando.
Hace un tiempo escribía sobre un concurso de belleza aquí en Cochabamba. Admito que no fui nada caritativa con esas chicas, pero lo cierto es que aquí los tales concursos son cualquier cosa y no entiendo como pueden prestarse a eso. Sin embargo, he de revisar hasta cierta parte mis comentarios sobre el tema.
Sí, los concursos aquí son cualquier cosa, y la que los maneja es una tirana, pero hay casos más locos. El documental se centra en el concurso Miss Venezuela, patria de la muchas de las Miss Universo y demás, las mujeres más bellas del planeta y eso. Un montón de chicas se ofrecen a ser cambiadas y criticadas por un viejo (tiene 67, eso lo califica de viejo) con una idea fija sobre lo que hace a una mujer bella y que cree que todas las feministas son feas sin remedio y por eso critican los concursos.
La institución de Miss Venezuela es algo tan arraigado en su país que las chicas y sus familias no dudan en gastarse miles de dólares (que a lo mejor podrían ser invertidos de otra manera) en operaciones, maquillajes, viajes y vestidos en un país en que las amas de casa hacen fila para conseguir  harina, leche o huevos. Mujeres que son preciosas se matan de hambre, se estresan, cancelan sus vidas y se meten siliconas y se sacan grasa porque un tipo se los dice. Niñas de 10 años aprenden a maquillarse, caminar en una pasarela y posar para fotos porque se espera que ellas sean las siguientes concursantes.
Cierto que muchas de ellas participan porque lo consideran su oportunidad de ayudar a su familias a salir de entornos peligrosos, una plataforma para el futuro progreso, pero esa lógica tiene la falla de que sólo una gana...las demás desaparecen. Si sólo sabe valerse de su belleza y no de su inteligencia, la vida de una chica puede tomar rutas muy peligrosas.
Porque encima se espera, se da por sentado, que una Miss sea tonta, que abra la boca para decir una estupidez...y las pobrecitas se sirven en bandeja al estereotipo. Y lo peor, en mi opinión, es que el mismo viejo que maneja el concurso lo decía con una llaneza que me paró los pelos: No se espera que salgan astronautas de aquí, son las chicas que van a trabajar en el "showbiz" (parafraseando), ergo si hay que cambiarles la cara y el cuerpo, pues se les cambia y listo. 
Parece que, al final, el punto de los concursos de belleza es simplemente hacer que todas las mujeres se sientan mal consigo mismas a costa de las torturas a las que otras se someten. En cualquier caso, siempre salimos perdiendo.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Sueños cumplidos

¿Recuerdan la vez que me lamentaba por no poder comprar un arco (de tiro)? Aún no puedo comprar uno, y tal vez no pueda hacerlo en mucho, mucho tiempo, pero por obra y gracia de los contactos de mi esposito, al menos pude disparar uno.
Cierto que en el momento de escribir esto me duele mucho la mano izquierda, con la que sujetaba el arco, los mosquitos me llenaron de picaduras, y aunque muero de ganas, no tengo probabilidades de inscribirme al club sin renunciar a mi trabajo o algo así (el que, por cierto, me está generando mucho estrés y el cabello se me cae a mechones). Pero ese rato me divertí como mono, incluso cuando un pobre perro casi se atravesó en el camino de mi flecha desviada, incluso cuando boté un montón de flechas muy lejos de la diana.
Lógicamente, el mejor momento fue cuando, a pesar de todos mis problemas para apuntar correctamente, le atiné al mero centro de la diana...que la flecha rebotara es otra historia, pero igual fue genial. Eso sí, debo tener algún problema del que no me doy cuenta al apuntar que todas mis flechas, o al menos la mayoría, acabaron clavadas en el lado izquierdo de la diana. 
Espero poder volver a ir en algún momento, de veras que sí. 

sábado, 11 de octubre de 2014

Decisiones, decisiones...


Las elecciones son mañana y realmente ningún candidato me convence. Las campañas han sido las mismas que hace nueve años, con las mismas estrategias y las mismas propuestas que jamás se cumplirán pero que no faltan los pelotudos que se tragan la historia.
Lo cierto es que la perspectiva electoral es deprimente por lo patética que es: El oficialismo tiene 1 partido, y la oposición se divide en 4 facciones distintas. Así quieren lograr algo...Y, obviamente, eso sucede porque todos quieren ser el héroe...y alzarse con la gran mamadera del Estado por el camino.
La historia de Bolivia es triste, mucho, plagada de gente con ambiciones personales en el poder, y otro montón de gente con sus propias ambiciones dispuesta a sacar a tiros al gobernante en turno. Y no hablo precisamente de la historia antigua. 
Si algo nos falta a todos los bolivianos, es un poquito de patriotismo. No más vean a los candidatos, dudo que realmente a alguno le importe realmente nuestro país, y por eso es tan difícil votar aquí: no se trata de escoger lo mejor, sino de escoger el mal menor.

jueves, 2 de octubre de 2014

Libro chicle

Hace muchos, muchísimos años (creo que estaba en segundo semestre de la U), me pasé una noche entera leyendo sin parar "El Código da Vinci". Lo gracioso del caso es que había comprado el libro para regalárselo a una amiga por el día de la amistad o algo por el estilo. Como no veía un momento cercano en que pudiera comprarme el libro, aproveché que ya lo tenía entre manos.
Lo interesante de ese libro en específico, tal como lo recuerdo, era su habilidad de "levantarse" a muchas personas famosas de la historia y hacerlas encajar en su complicada e intrincada trama sobre sociedades secretas. Cuando acabé de leerlo me sentí como si hubiera estado masticando un chicle toda la noche: divertido, buen sabor al principio, mucha tenacidad de mi parte por el medio pero poca gana de escupirlo para ver si tenía más sabor, y finalmente, lo escupo y sigo con mi vida. O sea, lo disfrutas, lo masticas, pero no te lo tragas.
Consideren, claro, que esos eran los días en que se pusieron de moda (otra vez) las conspiraciones y las sociedades secretas. Mi ansiedad por leer "El Códico da Vinci" era una respuesta lógica a todos los comentarios a mi alrededor, sobre el libro y la película. Algún tiempo después, salió la película basada en el libro anterior al "Código", "Ángeles y demonios". Después de mis experiencia con su antecesora, no estaba muy entusiasmada por leerlo, y ni siquiera me enteré que había película hasta que vi que la anunciaban en HBO y la vi de pura casualidad y desde la mitad (hasta el día de hoy, no he visto el principio).
Hace poco, dando vueltas por un blog (que parece que borraron, porque ahora no lo encuentro), me encontré el tal libro. Y ya que ando con tablet por la vida, me lo descargué, así que prepárense para la intrincada y complicada trama.
Robert Langdon, estudioso, historiador, docente de simbología religiosa en Harvard (¿siquiera esa materia existe?, recibe una llamada muy rara un día a las 5 de la mañana y una hora después (merced a un avión mega rápido) está en Suiza, en el CERN (si han visto alguna vez The Big Bang theory, seguro sabrán que es) ayudando a investigar un asesinato (chan chan chaaaaan).
De ahí, lógicamente (de acuerdo a cualquier historia que implique conspiraciones, sangre y muerte por todos lados), los eventos se suceden en una carrera alocada contra el tiempo para detener la locura de turno y a los psicópatas implicados. Una vez más (o más bien, por primera vez) toma a una sociedad secreta, Los Illuminati, y se toma libertades con los muertos famosos, como Galileo y Bernini.
No voy a negar que es atrapante e interesante, pero está tan lleno de inexactitudes de todo tipo (yo noté las que tienen que ver con el proceso de elección de un Papa, dejo las de ciencia a quien corresponda), que tenemos otra vez (o por primera vez) un libro-chicle: máscalo, pero no lo tragues.
Eso sí, debo admitir que de todas formas, me sentí algo decepcionada de la historia. Creo que el guión adaptado de la peli les quedó mejor, o tal vez sea que estoy acostumbrada a esa versión de la historia, con esos detalles.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Ciclos

No tener nada que hacer (o no tener nada de ganas de hacer lo que debería, en mi caso), lleva a perder el tiempo de formas muy peculiares y algo bobas, pero que como no haces otra cosa hasta te las tomas como si fueran lo más trascendental del mundo. ¿Qué me puse a hacer hoy en lugar de hacer algo realmente productivo? Respuesta: Contar blogs activos.
Se han debido fijar ese botoncito de "Siguiente blog" que sale encima del encabezado de casi cualquier blog. Ese botoncito manda a otro blog al azar (creo). Hasta ahí, nada fuera de lo normal, ¿verdad? Saltando de un blog a otro, me di cuenta de que había muchos, muchísimos abandonados, con más de un año sin actualizarse en la mayoría de los casos. 
No recuerdo ya mucho de estadística, muestra, muestreo y todas esas cosas tan entretenidas de calcular en una investigación, así que puse un tope de 100 y me puse a contar cuántos blogs había abandonados, activos de este año, y activos de este mes. Resultados:
Activos en el último mes: 18
Activos en el año: 21
Inactivos desde el años pasado: 61

Más allá de sus temáticas, una buena parte de los inactivos tenían como última nota algo así como "etapas superadas, ya no hay tiempo, nada que escribir" y cosas por el estilo. Cada quién tendrá sus motivos o la falta de ellos, pero mi gloriosa vuelta me llevó a preguntarme cuando me llegaría el turno de abandonar mi blog por el motivo que fuera. 
Llevo más de 900 entradas, y aunque debo admitir que no soy la más constante de las blogueras, no veo un momento cercano en que cierre este blog. Son demasiados años escribiendo aquí como para simplemente dejarlos.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Campañas

Época de elecciones, otra vez...Es el tiempo, querido compatriotas, en que los "partidos" se mentan mutuamente a sus madres y a todos sus antepasados, levantándose todos sus pecados pasados, presentes y futuros, y demostrándose en general cuánto se quieren. Si uno disfruta sus salud mental, es mejor no ver muchos canales nacionales ni escuchar la radio...y evadir los periódicos en todo lo posible, mientras se desarrollan las campañas.
Lo cierto es que hacer campañas políticas efectivas y, por decirlo así, elegantes, es un arte prácticamente desconocido en Bolivia. Tengo casi 30 años (horror de horrores) y no recuerdo ni una sola elección, presidencial o de alcaldes, en que los participantes hicieran verdaderas propuestas de gobierno. Como dije, las campañas están casi completamente basadas en echar la culpa de todos los males del mundo al otro, o negar las acusaciones de los demás. 
El detalle de todo este asunto es que la campaña electoral en curso está siguiendo los mismos patrones de siempre, sin la más mínima modificación. La oposición es realmente estúpida y no me asombra que hayan perdido tan feamente las dos últimas elecciones generales. Se la buscaron, por así decirlo. 
Entre las joyas propagandísticas de esta temporada tenemos un muy estiloso rap:

Podría decir que, hipotéticamente, estaría de acuerdo con varias cosas que indica el rap, pero (siempre tengo un pero) me detuve en la parte de los docentes. Mi esposito, que por cierto es docente, me había comentado de este rap, así que la siguiente vez que lo pusieron en la radio me paré a escucharlo con atención. Si hay algo que odio y desprecio mucho es esa idea tremendamente alienada que dice que todo lo que viene de afuera es bueno, y todo lo nacional es, ergo, malo. Me toca verlo casi todos los días en el trabajo, en las caras de los snobs y jailones que fruncen la nariz cuando ven algo hecho en Bolivia y piden sólo marcas extranjeras como si hubieran sido tocadas por Cristo o algo así.
Siendo mi esposo un docente universitario, una de las personas más inteligentes que conozco y muy bien preparado para dar su clase (y cualquier clase, si me preguntan), y que conste en actas que no lo digo sólo por estar casada con él. Lógicamente, en mi paso por la universidad, me encontré con muchos docentes buenos y otros que eran, francamente, un desperdicio de sueldo, y seguramente todos han atravesado esa misma experiencia en cualquier nivel de su educación.
Siguiendo ese razonamiento, es obvio suponer que así como aquí hay buenos y malos docentes, en el exterior (ese tan idealizado exterior) también deben haberlos. No todo lo que viene de afuera es bueno, y que traten de meternos esa idea (y que mucha gente esté de acuerdo con ella) es una prueba de cuán poca autoestima tenemos como país...por no decir que habla pésimamente de la falta de ideas en política.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Escrito al paso

Copiado de mi libreta de notas. Lo escribí justo después de leer cierto pasaje de "La guía secreta de Harry Potter" por el Cronista de Salem.

Maestro de la Muerte es aquel que no sólo acepta la mortalidad, sino que entiende que hay cosas peores que la muerte. Suena muy bonito, ¿pero de verdad era necesario reunir las tres reliquias para llegar a esa conclusión?  De hecho, ¿no se supone que Harry ya lo había aceptado, y por eso se dirigía hacia Voldemort en aquella noche en el bosque? El titulo rimbombante queda en agua de borrajas, ya que la tenencia simultánea de la Varita de Saúco, la Capa de la Invisibilidad y el Anillo de la Resurrección no implicaba ningún cuarto poder, sino sólo un sobrepeso de trastos en el cuerpo. Está visto que no hacía falta ninguno de estos tres objetos para ser Maestro de la Muerte, por lo que Albus Dumbledore se hubiese ahorrado muchos disgustos de enterarse a tiempo (Cronista de Salem, 2009).
El título de Maestro (Amo) de la Muerte, si bien está relacionado a la posesión de las Reliquias, acorde a la leyenda, en realidad (y eso es lo que Rowling trata de enfatizar, en mi opinión) está más relacionado con la búsqueda de las Reliquias y el propósito de la búsqueda.
Antes que Harry, y aquí elucubro en base a los datos que se conocen de la historia, más que nada en relación a la Varita, los magos y brujas que pudieron conocer la existencia de las Reliquias y las buscaron, lo hacían por el mero deseo de poder y más poder. Basta ver el rastro de sangre que marca el paso de la Varita de una mano a otra. Incluso Dumbledore las buscaba por ese motivo en su juventud.
El momento en que Harry acepta que debe morir por sus amigos, ya es el dueño real (aunque no poseedor físico) de las Reliquias. Para llegar a ese momento, ha pasado por miedos, pruebas y sufrimiento, ha luchado contra las fuerzas del mal y el objetivo de su búsqueda de las Reliquias se ha transformado: aunque podría haber confiado en las Reliquias como arma y oportunidad, cae en cuenta de que hay cosas que no podrá controlar al final y acepta la muerte, a pesar de que tiene miedo (y sería un tonto si no lo tuviera). Es por eso que puede usar las Reliquias sin temor al peligro que engendran y que tantos problemas causaron a los que, conociendo su poder, las usaron antes que él con diferentes motivos.
Consideremos por un momento que la saga de Harry Potter es una historia de crecimiento personal. Aquellos que estuvimos con Harry "hasta el final" lo hemos visto transformarse a medida que crecía, aprender de sus pequeños y grandes metidas de pata, y convertirse en un hombre de bien y un héroe. Pensemos por un momento en el camino de los héroes, y es fácil darse cuenta de que aquellos que cayeron más rápidamente fueron los que confiaron demasiado en "sus grandes dones", o"poderosas armas", y no admitieron sus debilidades ni vieron los escollos del camino más que como peligros y estorbos. Fallaron porque, aunque nobles, buenos y poderosos, no pudieron encontrar la humildad ni la fuerza que proviene de ella.
Tal vez la posesión de las Reliquias no sea realmente necesaria para ser Amo de la Muerte, pero la búsqueda es lo importante y lo que aprenda uno en el camino, las decisiones que se tomen al momento de la verdad. Por eso, hubiera sido absurdo y ridículo que las Reliquias concedieran un "cuarto poder" que salvara mágicamente al héroe. Sí, la magia es genial, pero el punto de toda la historia es que hay cosas más importantes que el mero poder o la habilidad mágica.
Harry podrá no ser el mejor mago de todos los tiempo, o el mejor de su clase, pero definitivamente, "es el mejor hombre", como dijo Dumbledore.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Conformismo?

Hace unas semanas, escribí sobre la moda de leer libros en términos muy condenatorios. No es mi costumbre retractarme, odio cuando eso sucede...y no lo verán ahora. 
La parte buena de estar en una red social, como Facebook, es que una puede ver varias opiniones sobre temas que le interesan en grupos relacionados. Por ejemplo, aunque la chiquita "reader" fue el desencadenante de esa entrada, era algo que venía rumiando por un tiempo, más que nada por muchas de las publicaciones y "debates" publicados en un grupo para compartir libros. La pelea viene por temporadas, se pone peor algunos días a la semana, y después vuelve a salir por cosas más bobas que antes, pero casi siempre se llega al mismo tema y los defensores de ambos lados usan los mismos argumentos remanidos. En lo personal, uno de los que me provoca más risa, por lo básico de su lógica, es: "Cada quien lee lo que le gusta, leer es leer y es lo importante". 
Como muchas cosas en este mundo, podríamos considerar esa afirmación como cierta, nadie logra leer algo que no le gusta (por ejemplo, en mi caso particular, no logro hallar disfrute en un libro de filosofía). La segunda parte de la afirmación es lo que me preocupa: leer es leer.
Hace muchos, muchísimos años, una tía y mi abuela vivían cacareando sobre una prima mía, unos años menor que yo, y que en esa época debía tener alrededor de 5 o 6 años, que ya había leído como 200 libros o algo así. Creo que lo más molesto del asunto es que mi primo y yo, que vivíamos para vernos en el verano y discutir nuestras lecturas anuales, jamás recibíamos ese tipo de crédito, sólo críticas no muy simpáticas. No hay que ser un genio para darse cuenta de que mi humor se fue al cuerno por buena parte de ese verano, hasta que mi primo me dio un buen consuelo: "¿200 libros de cuántas páginas? Leer libros de 2 páginas no cuenta". 
No era el pensamiento más caritativo de nuestra parte, pero la lógica es válida. Vivimos en una época en que los menores esfuerzos son elogiados como grandes logros, en que  el mínimo emprendimiento es completamente aceptable, y todo en aras de un conformismo generalizado disfrazado de "aceptación" y "respeto" a las diferencias. Sí es cierto que hay que respetar a las diferencias y aceptarlas, pero no cuando eso tiende a la mediocridad colectiva.
"Leer es leer, sin importar lo que se lea" es una faceta de ese conformismo, porque esta nueva generación de "readers", en su mayoría, se conforman con sus libros de moda, exigiendo respeto para sus gustos, pero sin admitir su propio estancamiento. Ay de ti si criticas, con mejores o peores palabras y argumentos, sus preferencias, porque te saltarán al cuello llamándote de todo, "snob" entre lo más delicado.
Tal vez no sea yo la persona más adecuada para catequizar sobre el tema, pero creo que siempre se debe aspirar a algo más, a ser un poco más. Restregarle tu "superioridad" en la cara a los demás es desagradable, pero ver a los que defienden su conformismo es simplemente patético.  
Es como leí una vez en un ensayo (justamente sobre los libros que "hay que leer"), y con esto termino:
Nuestra percepción de la solidez del entorno y nuestra propia identidad se fracturan si no contamos con supuestos básicos comunes sobre el mundo. Aquel que no reconoce a sus padres, pierde su memoria y, consecuentemente, su identidad. No puede comunicar a otros quién es. Esto vale asimismo para la memoria cultural. El que renuncia a ella, pierde su identidad y se excluye voluntariamente de la herencia común.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Los odiados por los dioses

Algo bueno de los libros, o al menos me gusta verlo así, es que permiten al lector evadirse de su realidad, sea la que sea. Dado que, generalmente, la realidad no es precisamente hermosa y agradable, la evasión funciona de maravilla, incluso si el libro no es precisamente optimista o feliz (Una nota sobre la realidad: originalmente, esta entrada debía tratar de la serie de problemas en el mundo, pero como esos no se me van...para la siguiente). 
Pero, ¿qué sucede si el libro está lleno de desgracias desde el título? ¿y si el relato se la pasa anunciando cada calamidad por ocurrir a los pobres protagonistas? Lo usual es que, de una manera u otra, más o menos, al final de la historia, los protagonistas alcancen un relativo estado de felicidad. Pues, queridos míos, este no es ese caso. "Una serie de eventos desafortunados" o, como dice mi traducción, "Una serie de catastróficas desdichas" relata la vida de los niños Baudelaire (hermoso apellido, si me preguntan) desde el momento en que sus padres mueren en un incendio que, además, destruye su mansión. Las pobre criaturas pasan de tutor en tutor, siempre perseguidos por un villano de lo más malvado y desagradable, el Conde Olaf, empeñado en quitarles su fortuna.
Lo esperado de los protagonistas de los libros es que puedan vencer las dificultades y a sus malvados enemigos con sus increíbles dones y la eventual ayuda de sus allegados. Violet es una gran inventora, Klaus es un gran lector e investigador, y Sunny tiene afilados dietes y buen gusto para la cocina, y de una forma u otra se la ingenian para escapar del Conde Olaf una y otra vez, pero su entorno no ayuda para nada. Al parecer, una gran mayoría de los adultos que los rodean son personas mezquinas, tontas y muchas veces crueles.
Podría parecer que a lo largo de trece libros, con una línea temporal de alrededor de dos años, la trama se pondría algo repetitiva. A pesar de que los métodos del Conde tratan de ser originales, casi siempre cae en un molde, y los niños siempre escapan por los pelos, haciendo gala de sus habilidades ante la estupidez colectiva que los rodea, y revelando al villano a pesar de sus disfraces. Pero, en cierto punto de la historia, la idea cambia algo y los niños, empiezan a cuestionarse seriamente hasta qué punto ellos son los buenos y Olaf es el malo. 
Aún así, los Baudelaires comprenden que, incluso con el mundo entero en su contra, se tienen unos a otros para cuidarse y siempre hay cosas buenas y nobles en un mundo lleno de perfidia...y con eso se prueba que se me pegó el estilo de todos esos dramas.


lunes, 8 de septiembre de 2014

Largos días

¿No han notado que hay épocas en que una no parece salir de una para meterse en otra? Estos últimos días han sido demasiado locos y llenos de cosas para mi habitual y sedentario estilo de vida. No se puede controlar todo, y a veces resulta que incluso lo que se controla tiene una chance de salir del revés.
Creo que más que cosas "malas", lo que pasó fue que estuve tan ocupada, con una cosa y con otra, que no tenía el ánimo de escribir nada que valiera la pena. A ver, novedades: ya vi el segundo episodio de la nueva temporada del Doctor Who, organicé un equivalente al Risk para el Club, revisé una tesis larga y algo aburrida, como años de tormento, y estoy a un libro y medio de terminar la serie de "Una serie de Catastróficas desdichas". Entre otras noticias, mi faringitis a vuelto a la vida...o se niega a morir, como lleva haciendo desde hace meses. Supongo que tendré que volver al médico para una nueva tanda de tabletas.
Sospecho que mi vida se está volviendo aburrida...

domingo, 24 de agosto de 2014

El nuevo Doctor

Y entre el festejo del Club y los Emmys que ya se vienen, había otra excelente razón por la que esperaba el sábado 23 con ansia: el estreno de la nueva temporada de Doctor Who.
Considerando que me enganché hace relativamente poco tiempo, no podría considerarme ni una gran fanática ni una gran conocedora de los más intrincados y retorcidos detalles de la historia. La serie es más vieja que yo y me llevaría muchísimo tiempo ponerme al día con los nueve Doctores que no conocí. De todas formas, he de admitir que cada vez que veo algún capítulo me engancho y sufro con todos los alborotos en que se meten.
De todas formas, además de ser el estreno de una nueva temporada, es también la llegada de un nuevo Doctor. Aunque estoy muy acostumbrada al anterior, el primer episodio con el nuevo me pareció muy bueno en el sentido de que, justamente, la idea de que el Doctor se regenere es que puede aparecer como alguien muy distinto del que era antes. El nuevo Doctor tiene acento escocés (no que yo capte las sutiles diferencias de acentos británicos, pero así lo dijeron), parece mucho mayor que el anterior y está loco de una manera distinta, aunque igualmente loco (mira que saltar al Támesis en camisón de dormir).
Definitivamente, no puedo esperar por el siguiente episodio.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Los Dioses han vuelto

Mi vida se ha puesto medio aburrida estos días, o simplemente es que ando con la nariz tan hundida en libros que no noto la falta de eventualidades (aunque la anterior semana renegué mucho en el trabajo, pero bueh). La parte buena de eso es que no me ahogo en problemas (tanto), la parte mala es que me muero de histeria si, por ejemplo, me quedo sin batería.
La última víctima de mi fiebre lectora es la segunda saga (sí, saga) de Percy Jackson y su irremediable tendencia a acabar enredado en los asuntos de los dioses. Ya hace un tiempo, hice una extensa revisión sobre la primera saga, y mantengo mi opinión en muchos puntos, aunque sigo admitiendo que es entretenido de leer.
Pero, veamos: ¿Qué podría pasar con un semidiós después que derrotara a los Titanes que amenazaban el Olimpo? Al parecer, Percy la tiene peor que Harry porque hay más desastres en camino, al menos si uno sigue la lógica de la mitología...o casi. Por si fuera poco, el "lado griego" de la historia no es el único que existe, por ahí anda el "lado romano". Parece un poco jalado de los pelos, considerando al explicación de la saga anterior de que los dioses eran los mismos y sólo se mudaban de acá para allá.
Acá la explicación es que los romanos sí que le cambiaron algunos atributos y ciertos rasgos de personalidad a los dioses. Siendo así la cosa, al parecer los dioses, además de metiches e irresponsables, también tienen transtorno de personalidad múltiple y (más raro aún) tienen hijos semidioses en sus dos "modalidades". Más claro, que aparecen los hijos semidioses "romanos", que tienen su Campamento aparte y que los dioses mantuvieron apartados de sus hermanos griegos porque tienen la tendencia a matarse entre ellos por resentimientos muy antiguos.
Dado que ya acabó la guerra con los Titanes, y siguiendo el guión griego (más o menos), es el turno de Gea de tener un berrinche medio dormida y mandar a sus hijos, los Gigantes, para tratar de (qué sorpresa) eliminar a los dioses del Olimpo. Hera, que no es la diosa que más quiere a los semidioses, trama su plan por su cuenta y decide que la mejor manera de enfrentar el problema es hacer que los griegos y los romanos se unan. ¿Cómo se hace eso? Se secuestra a los líderes, se les borra la memoria y se los lanza en el campamento contrario a que sobrevivan como puedan. 
De ahí en adelante, la historia se enreda en misiones cuasi imposible que los pobres personajes llevan a cabo a riesgo de sus pellejos, metiéndose en todos los problemas habidos y por haber, y tratando de encontrar sentido a sus caminos siguiendo las pistas dejadas por las antiguas historias. Todo un drama.
¿Entretenido de leer? Totalmente, incluso batallando con una traducción algo enredada (debo conseguir otra versión del cuarto libro). ¿Predecibles? Bastante, incluso sin conocer mucho de esa parte de la mitología. 
Me muero por leer el quinto...cuando salga. Maldición.

jueves, 7 de agosto de 2014

Historias de otros mundos

Hace muchos, muchos años, escuché hablar de los "Cuentos de Terramar" de Úrsula Le Guin, pero no fue hasta que tuve mi hermosa, hermosa tablet que me animé a leerlos. Son cinco novelas en total, sin contar el libro de cuentos cortos (que aún no revisé), y todas siguen, de una manera u otra, a Gavilán de Gont.
Desde su aldea de la Isla de Gont, pasando por la Escuela de Magos de Roke y todas las aventuras por las islas de Terramar, Gavilán o Ged, aprende e influye en las vidas de todos los que conoce, hasta llegar a ser reconocido como el más grande de los magos de Terramar, incluso cuando ya ha perdido su poderes.
Lo genial de estas historias es que no solo aborda la fantasía, la creación de un mundo distinto y nuevo que de por sí es algo que requiere muchísima paciencia y tino, sino que narra las historias como, probablemente, se narraban las historias antiguas. El relato no parece seguir el clásico sistema de "introducción-nudo-desenlance", más parece una cadena de hechos pequeños, unos tras otros, que juntos forman la historia. Antes de que  uno se dé cuenta, llegó al final de un libro y está buscando el siguiente, tratando de averiguar qué más hace Ged.
Por supuesto, hay detalles de la historia que no me quedaron del todo claros (y espero que los cuentos tengan la respuesta a mis dudas), pero definitivamente son historias que disfruté totalmente. Los personajes importantes son pocos, pero están bien construidos y se los conoce tanto a lo largo de las historias que se hacen muy queridos. Eso sí, y puede que sea culpa de mi edición, me perdía como sordo en balacera cuando se trataba de ubicaciones tipo Este-Oeste. Necesitaba un mapa con urgencia.

sábado, 2 de agosto de 2014

Las modas

Hasta hace algunos años, pensaba (ingenuamente) que sólo la ropa y los zapatos se ponían de moda. Estos últimos años de mi vida, me han ensañado que, aparte de la ropa y demás, hay muchas cosas que se ponen de moda. De hecho, creo que no hay casi nada en el mundo de hoy que no esté sujeto a las modas y tendencias.
Me dirán que no descubrí el agua hervida, que ese es un hecho ampliamente conocido (o no tendríamos que aguantar la infame expansión de aberraciones como el reggaetón), pero sólo ahora me doy cuenta de hasta qué punto el aspecto de la moda controla la vida de muchos. Un ejemplo: Esta mañana, entró a la tienda una mamá con su hija adolescente. La niña cumplía 15 años y su mamá quería comprarle ropa, ya que la niña no quería una fiesta (para decepción de su madre). Entre un comentario y otro (me sentía de un humor muy expansivo), la señora madre me comenta que su hija pidió dinero para comprarse libros, libros y más libros. Mi primer pensamiento fue algo así como "Genial! una niña consciente", que se desvaneció rápidamente cuando la señora respondió mi siguiente pregunta: "¿Qué le gusta leer?".
A lo mejor soy una prejuiciosa malvada, a lo mejor la señora sólo me nombró el libro que más caro le costó (al parecer, la niña pidió los originales desde Estados Unidos), pero lo primero que me dijo fue "John Green", el autor de la excesivamente celebrada "Bajo la misma estrella". Después soltó algo de "Juego de Tronos" y comentó que la niña lloró al enterarse de la muerte de Gabriel García Márquez hace unos meses. A eso súmenle que la niña sólo quería ropa oscura, y me lapidario juicio fue establecido.
Y la parte que me acabó de sacar de quicio: La señora me vio agarrada a mi tablet, y en la charla de libros, le comenté que leía libros digitales en mi más genial adquisición. Con gran alegría, la señora le comentó a su hija algo así como que yo también era una "reader". Por favor, mátenme.
Hasta hace un tiempo, conocer a una persona que decía que le gustaba leer, implicaba una cierta garantía de que dicho individuo podía hablar de algo más interesante que el clima y los últimos chismes. Hace unos años, de alguna manera que probablemente sea la publicación de lo que podríamos llamar "libros para adolescentes", leer se puso de moda...y empiezo a sospechar que es lo peor que podría haber pasado. Ahora es fácil toparse con mocositas que dicen amar los libros, y que aman leer, pero que no han pasado de "Crepúsculo", "Bajo la misma Estrella", "Hush Hush", "Divergente" y (el peor de todos y que ni siquiera es para adolescentes) "50 sombras de Grey". Tengo la certeza (hice la prueba, en serio) de que si le dijera a tales "lectores" y "lectoras", o mejor dicho "readers", que lean algún clásico, algo de Dickens, de Mark Twain, de Dostoyevski, o de algo que no haya estado recientemente en la lista de best-sellers, no podrían ni con un capítulo.
No voy a ser tan hipócrita de afirmar que todo best-seller es basura. Sin ir más lejos, dos de mis sagas
favoritas , El Señor de los Anillos (y adherentes) y Harry Potter, estuvieron en la lista de los más vendidos en su momento. Seguramente, algunos de esos libros para adolescentes son buenos, pero la gran mayoría no lo son: la prosa es pobre, sus personajes son bastante planos y, con leves variantes, casi todos caen en un mismo molde, que es otra de las cosas que se ha puesto de moda y va más o menos con una chica que cuenta la historia en primera persona, una situación horrible (si tiene sangre, muerte, y armas como arcos, incluso mejor), situaciones o poderes sobrenaturales y/o futuristas. Mezcle bien y agregue lágrimas y romances retorcidos a gusto.
Se supone que leer es una forma de adquirir conocimientos, pero no logro darme cuenta de cómo estos libros enseñan algo que no sea la importancia de conseguir un novio y vivir un romance tortuoso. Me dirán que cada quién lee lo que le gusta, lo que se le hace más accesible y que los clásicos no son para todos. Es cierto, totalmente...y eso es lo más triste de todo. Para eso, igual ven las telenovelas mexicanas.
Siempre quise conocer a más personas que disfrutaran leyendo como yo lo hago, pero esta gente que ahora se llama "readers" (si eso no señal de moda, no sé qué lo sea) no me agrada, sea por mis prejuicios, sea por mi "snobismo intelectual", por lo que sea. Por una vez, estoy "a la moda", y no me hace nada de gracia.

martes, 29 de julio de 2014

Crianza

Hay muchas en este gran mundo del Señor a las que no les tengo paciencia, pero nada de paciencia. Por ejemplo, no puedo soportar a la gente superficial, a los hipócritas, a los adolescentes modernos, a los niños berrinchudos, y largo etcétera. 
Sonará horrible, pero aún creo que una palmada bien dada a un niño malcriado en su momento, evitará (a todos) muchos problemas cuando sea adulto. Por supuesto, gente más progresista que yo no está de acuerdo, y podemos pasar horas discutiendo sobre el tema.
Al menos ya sé a quiénes no acercar a mis futuros e hipotéticos hijos.

domingo, 27 de julio de 2014

Relatos originales

La parte buena de tener una tablet es que sirve al propósito que le dí: poder leer los libros que tengo en digital sin tener que acarrear mi compu de acá para allá. 
La primera víctima de mi nueva fiebre de lectura fue un libro que llevaba mucho tiempo deseando leer. "La ladrona de libros" resultó ser una maavillosa primera opción.
Hay muchísimos relatos sobre la Segunda Guerra Mundial, desde todos los ángulos, muy buenos y no tanto. Como cualquier drama humano, es bueno para contar historias (todas muy tristes), pero lo interesante de ésta en particular es el enfoque. Si lo cuenta la Muerte, no puedes esperar a un final "feliz".
Liesel Meminger es una niña, hija de comunistas perseguidos por el régimen nazi, que es entregada en adopción a una pareja algo mayor. Su nueva madre es una mujer muy mal hablada y de mal carácter, pero esencialmente buena, y su nuevo padre es un hombre compasivo y cariñoso. Además de las dificultades propias de la relativa pobreza y la guerra, Liesel lidia con sus propios traumas y problemas diarios. Ayudada por su padre, aprende a escribir y leer, y descubre el poder de las palabras para el bien y para el mal.
Si bien es cierto que la Segunda Guerra Mundial, por todos sus horrores, ha sido el origen de varios libros y relatos, incluso hasta llegar a convertirse en algo "trillado", lo que agrada de "La Ladrona de libros" es que no es el relato de un soldado, o de las decisiones de las latas cúpulas, o menos de los judíos y los campos de concentración y todas sus barbaridades, es la historia de una niña relativamente común (aunque sus circunstancias no eran tan comunes), en una familia común, en una ciudad común en medio de la Alemania Nazi. Se tiende a creer que absolutamente todos los alemanes de esa época creía ciegamente en Hitler y su ideología, pero lo cierto es que aunque fueran una mayoría, no eran la totalidad. Casi en silencio, muchos se opusieron e hicieron lo que pudieron por ayudar.
La historia está muy bien contada, es atrapante y conmovedora (los que, como yo, tengan corazón de pollo, sería bueno que se consigan una caja de pañuelos). Los personajes están bien construidos y son tan creíbles, más allá de su contexto, que dan la impresión de ser personas conocidas, amigos que uno ha visto y conocido, y por eso mismo sus circunstancias se vuelven aún más cercanas.
Totalmente recomendable, en serio.

jueves, 24 de julio de 2014

Juguetes nuevos

Generalmente, siento remordimiento de consciencia antes de comprar algo que, realmente, no necesito, algo que no es imprescindible. Lógicamente,y para mi eterna vergüenza, después se me pasa.
Sucede que hace unos días, mi amado esposito me regaló un cubo Rubik original (no las copias truchas que venden por todos lados que tienen mecanismos que se deshacen a la primera). ¿Lo necesitaba realmente? No. ¿Lo quería con locura? Total. La parte buena es que nos salió más barato de lo esperado, lo cuál es bueno, considerando lo caros que pueden llegar a ser los juguetes originales nuevos.
Hace muchos, muchos años, uno de mi primos más queridos me enseñó a armar el cubo durante unas vacaciones. Desde entonces, a pesar de mi poca velocidad (mi mejor tiempo era algo más de 5 minutos, que comparado con los records mundiales es un asco), he entretenido a mis amigos y sorprendido a mis enemigos con mi medio inusual habilidad de armar el tal cubo.
Resultó que con este cubo venía un manual para "armar el cubo en 7 pasos", un título algo tramposo si me preguntan, porque 7 pasos no son 7 movimientos por ningún lado, pero alguien no-iniciado en estos asuntos podría confundirse. Se me ocurrió probar el nuevo método, a ver si funcionaba como el de mi primo. Descubrí que los dos primeros "pasos" podrían resumirse en uno del método de mi primo más conocido como "arma la base, no es ciencia". El tercero es el segundo de mi primo, y de ahí en adelante, la cosa es más diferente. 
Podría decir que es fácil, y en realidad lo es una vez que le captas donde está la maña (porque el cubo es maña, en serio), pero por casi quince intentos el cubo se me desarmaba completamente en el último paso. Dos veces, en medio de todos eso intentos, logré que saliera pero sin captar donde estaba la mañana...y ahora lo sé. Es más rápido, pero prefiero el método de mi primo. Soy una persona de costumbres arraigadas.
El segundo juguete nuevo recién adquirido también me provocó grandes remordimientos de consciencia: una tablet. La quería hace mucho, más que nada para leer libros que sólo puedo conseguir en digital sin tener que cargar mi laptop de acá para allá (que será relativamente liviana, pero después de un rato ya da ganas de lanzarla para que ella sola siga su camino). ¿La necesitaba? En realidad, no. 
Lo gracioso de comprar una tablet con mi esposito (aparte de caminar como judío errante), es que tenemos reacciones muy distintas cuando se trata de un aparato electrónico. Lo primero que él hizo, incluso antes de que cargarlo, fue empezar a configurarlo y  buscarle cosas. Lo primero que yo hice, una vez que estuvo cargado, fue ponerle un libro de mi lista de lectura.


miércoles, 23 de julio de 2014

La banda sonora

Estos últimos días sucedieron varias cosas en una sucesión algo rara de hechos. Últimamente, pasaron varias veces la película del musical Mamma mía!, que está basado en canciones de ABBA, que definitivamente es uno de mis grupos favoritos de todos los tiempo (porque de mi tiempo no son).
Entre ver cuatro veces seguidas el musical, me descargué el disco más vendido del grupo, ABBA Gold Greatest Hits (quién lo diría, no?), y como siempre, terminé esuchándolo técnicamente sin parar desde el viernes.
Lo grave fue que justo me pasaron una tesis para revisar (grave la cosa), así que el disco siguió sonando mientras luchaba contra las barbaridades gramaticales y el re maldito Windows (le odio). Y ahora no puedo separar Abba de la gramática...genial.


miércoles, 16 de julio de 2014

Y se acabó el Mundial

Después de un mes viendo partidos en vivo y en repeticiones, de hacer quinielas y predicciones, de gritar por faltas y goles (y acabar de fregarme la garganta, por las dudas), es un poco triste aceptar que se acabó el Mundial y que tenemos que aguantarnos otros cuatro años para el siguiente. Como era de esperarse, este nos dejó una serie de anécdotas, quejas y celebraciones para rato. Para variar, llego tarde a las noticias, pero ese es mi estilo.
Para mi gran alegría (y la de mis esposito, y la de casi todos mis amigos y amigas), Alemania salió campeona después de una gran campaña y un excelente partido final. Argentina, la otra clasificada a la Final, dio guerra en ese partido en específico, no hay como negarle eso, pero no le alcanzó y ahí se quedó con las medallas de plata.
El partido final y la premiación a Guante de Oro y Balón de Oro la vimos con unos amigos, tragando como bestias (personalmente, al día siguiente tenía una indigestión que ni les cuento) y gritando como locos. Completamente memorable, debo decir. Pero lo que hizo más memorable la entrega de los premios fue el Balón de Oro.
Manuel Neuer, el arquero de Alemania que tenía más cara de Príncipe Encantador que de deportista y que parecía una pared que no dejaba pasar nada, recibió el Guante de Oro. Messi, que en mi humilde opinión hizo mucho menos que Robben (que hacía teatro, pero parecía ubicuo), o James Rodríguez (que terminó como goleador), o que Miroslav Klose (que batió el récord de goles metidos en Mundiales).
Siendo así la cosa, imaginen mi sorpresa e indignación (y la de mi esposito y la de mis amigos) al ver que a Messi le entregaban el premio ese. De todas formas, más allá de eso, la cara de Messi era un poema indescriptible, mezcla de empute descomunal y frustración total...cara replicada por todo el resto de su equipo.
Más allá de lo que yo pueda pensar de Messi (que no es precisamente cortés, y más después de esa cara), lo interesante vino después. Como todos sabrán, días antes el inaguantable de Tinelli (que por alguna razón tiene proporciones de héroe en Argentina) estuvo dale que dale a jorobar con la goleada de Alemania a Brasil, y se infló aún más con los penales de Argentina. Al día siguiente de la final, estuvo dale que dale con la quejadera de que la "falta" de Neuer sobre Higuaín era para expulsión (corríjanme si me equivoco, pero el arquero sí puede meter cuerpo), y que si las faltas de los alemanes (cuando los que empezaron con las patadas fueron los argentinos), y que si el árbitro y que los de su selección son unos héroes. Como siempre, el cojo le echa la culpa al empedrado. Siendo justo, debo admitir que Argentina dio un buen partido de final (me guardo mis comentarios sobre sus partidos anteriores), pero no le alcanzó para ganar. Punto.
Pero lo interesante sigue, ya que los periodistas del mundo se dieron a la tarea de buscar disculpas a la cara de Messi cuando recibió el premio que otra se merecía más. La explicación más reciente es que tiene Asperger, una forma muy leve de autismo que se ha puesto de "moda" últimamente y que se ha vuelto atribuible a casi cualquier genio algo excéntrico, pasado, presente y probablemente futuro. 

La gente ya no sabe qué inventar...

miércoles, 9 de julio de 2014

El comercial maldito

A poco de empezar el Mundial, Coca-Cola sacó una publicidad muy interesante (entre las varias que sacó). Básicamente, trata sobre las "señales" que encuentran los hinchas por ahí.

La cosa va así: aquí en Bolivia la primera versión del spot sólo mostraba la parte de los ingleses, el italiano con su pedazo de carne, el japonés y su nubecita, y después se pasaba directo a la parte de la tapa y el vaso, y el griterío del gol. Curiosamente, los tres equipos salieron en la primera ronda del Mundial. Se puso sospechoso.
Lo más interesante fue que después volvieron a editar la publicidad y quedó con lo de Inglaterra, los mexicanos y la parte de Brasil. Como para que la cosa se pusiera aún más misteriosa, el mismo día que salió esa versión, eliminaron a México. Y, aunque con un poco de retraso (pensé que sería con Colombia), Brasil también quedó fuera.
No vale la pena repetir por lo que todas las noticias ponen (y si no, el facebook y sus millones de memes también lo ponen), aunque mi humilde opinión es que hubiera sido más digno que Brasil saliera cuando jugó con Colombia. Al menos se hubieran ahorrado la paliza y la vergüenza de hoy.
¿Señales? Esa publi es una señal completa...y por las dudas revisé y no dice nada de Holanda ni de Alemania. 

viernes, 4 de julio de 2014

Niñas especiales

Al parecer, esta es mi "semana de la popularidad": dos salidas de varias horas por café y chismes parecen confirmarlo. Lógicamente, los chismes son muchos mejores que el café la mayor parte del tiempo.
Hace unos meses, escribí una larga y lamentosa queja sobre como nadie en mi curso de colegio me quería, bu bu, bla bla...Ayer, finalmente, pude enterarme de algunos detalles de la famosa reunión del curso (que, como predije, acabó en una farra mortal). Lo gracioso de la historia es que mis compañeras aún me recuerdan como "la mejor estudiante", aunque fuera sólo para molestar a otra.
La parte aún más graciosa es que todas ellas siguen siendo como las recuerdo, exactamente iguales, como si todas aún tuvieran 17 años: muchachitas ruidosas, desorganizadas, a las que hay que arrear para que hagan algo, las niñas especiales de siempre. A veces, los años sí que pasan en vano.

jueves, 3 de julio de 2014

Nuevo mes

Se acabó Junio (gracias a Dios) y tengo poco o nada que decir...o muchísimo, dependiendo desde donde lo vean. Es bueno que tenga un cierto sentido de la privacidad.

viernes, 27 de junio de 2014

Filosofemos

La parte mala de los e-books es que no puedo llevarlos en mi cartera y leerlos cuando no estoy en casa, básicamente, porque no tengo una table ni un kindle ni nada por el estilo, más que mi laptop, que es muy engorrosa de transportar. El caso es que se me ha hecho casi una costumbre desde principio de año andar con un libro por ahí. El último fue "Una vacante imprevista" y después de eso me quedé sin ideas. Mi esposito, al que le pedí consejo, me sugirió leer "El mundo de Sofía".
Puede ser por mis malas experiencias en el colegio (en que filosofía era una de las materias más improductivas que había), pero jamás tuve una buena opinión de los filósofos ni de la filosofía. Pueden sermonearme toda la vida sobre su utilidad y cómo pensar nos hace humanos todo lo que quieran, pero ningún muerto va a decirme como vivir. Punto. El caso es que no empecé el libro precisamente entusiasmada...y según yo, tenía toda la razón.
Más allá de las lecciones de filosofía, que algo sí me dejaron (una nueva capa a mi cultura general), la historia en sí no me pareció nada del otro mundo. Admitamos que he leído un montón de literatura fantástica y tramas atravesadas (de muy buenas a malísimas), así que algunos giros no me sorprenden. Admitamos también que leía las partes de filosofía a la gran carrera para llegar a la historia y aún así no me sentí increíblemente sorprendida con ninguno de los giros, ni decir con el final que me dejó con algo así como "¿Y?¿Eso fue todo?". No es una sensación agradable.
Voy a tratar de ser justa y admitir que el libro fue publicado en los '90, y fue un verdadero hito en su tiempo, antes de que la literatura fantástica volviera a ponerse de moda. Por otra parte, mi esposito dice que le entré con "mala leche" a este libro, y creo que tiene una buena parte de razón. Pero nada va a quitar que los diálogos son forzados, que los personajes son flojos (los reales y los "imaginarios") y que lo importante de un libro de más de seiscientas páginas es la filosofía y que la historia está de relleno. Más honesto hubiera sido hacer un libro de texto y ya. (¡Qué mala soy!).
Y ahora, que lluevan los tomatazos.

miércoles, 25 de junio de 2014

La fiera interior

Al fin, sé qué es lo que tengo en la garganta que se niega a salir. Al parecer, tengo todo un zoológico de bacterias resistentes a la penicilina y a varios antibióticos. Un desastre, y todo por mordisquear bolígrafos eventualmente.
Es como la cereza sobre el cherry para un mes muy malo, pasando por todas las enfermedades de mis perros, los secuestros de mascotas, mascotas muy enfermas y puestas a descansar (pobre Igorcito). Ya quiero que este mes se acabe (para no darle tiempo de hacer más cosas).

domingo, 22 de junio de 2014

Domingo sangriento

No me esperaba que fuera hermosa y delicada. Habiendo visto la primera, era obvio que la segunda de 300 iba a ser un baño de sangre, aunque me esperaba que no fuera nada acertada, históricamente hablando. Además, el mero hecho de que fuera una segunda parte me hacía sospechar seriamente, todos sabemos que las segundas partes no suelen ser buenas.
Pero mi esposito quería ver la tal peli y acabamos viéndola. 

Para empezar, resulta que se basaron, al menos en lo principal, en la crónicas de Heródoto sobre las Guerras Médicas. Ciertamente se tomaron libertades (como la muerte de Darío, y sospecho que buena parte de la personalidad de Artemisia), pero fue sorprendente enterarse de que, básicamente, los hechos principales fueron tal como los cuentan, loca asesina incluida...al menos, su presencia.
Estéticamente es impecable, su fotografía es fabulosa y su historia está bien planeada aunque, si conoces la Historia (así con mayúscula) es completamente predecible. De todas formas, fue algo interesante enterarme que el personaje de Artemisia sí existió, más considerando que su presencia en al peli me parecía un invento desesperado de los guionistas para atraer chicos (por la poca ropa y eso) y chicas (por lo de la "mujer fuerte" y eso que anda tan de moda), las mujeres solían ser un simple botín de guerra en esa época. Resultó que la tal era reina de Halicarnaso y, de hecho, sí estuvo en la batalla de Salamina, liderando cinco naves y tenía el respeto y estimación de Jerjes.
Por otra parte, imagino que las guerras de esa época debieron ser bien sangrientas y todo (tripas por todos lados y demás), pero se me hace que exageraron (para variar). Aparte, hay algo que me parece completamente estúpido: todos los persas andan por ahí con, al menos, una coraza, mientras que los griegos tienen poco más que un taparrabos y sus capas para ir a la guerra. Díganme: ¿parece lógico saber forjar espadas de dos filos y yelmos pero no usar corazas? ¿en serio? Estética y todo lo que quieran, pero es tonto.


sábado, 14 de junio de 2014

Días de Mundial

Sigo sin saber muco de fútbol, pero eso no impide que disfrute los partidos o que grite por mis equipos favoritos, o que abuchee a los que odio con el poder de mi alma. Muchos goles, muchas faltas, varios árbitros malazos, tres penales, sólo uno bien cobrado...y yo sin mi lectura de Mundiales. ¡Cómo te extraño, Galeano!