jueves, 23 de abril de 2015

Acoso

Hace unos días, leí una noticia sobre una joven argentina que, harta de recibir "piropos" de unos operarios que trabajaban cerca de su casa, hizo una denuncia a la policía, sólo para que le dijeran que no podía hacer una denuncia por recibir un piropo...claro, como decirle a una chica de 20 años que le van a "romper el orto" es un cumplido.
Ayer vi otra noticia por la televisión nacional. Una niña de 14 años, volviendo del colegio por la noche, es molestada por un micrero. La niña escapa hasta su casa, cuenta lo que le pasó y sus padres (asumo) llaman a la Policía. Encima de acosador, el tipo estaba ebrio y va se chocó con el micro unas cuadras más allá, donde la Policía lo agarró y se lo llevó. Hasta ahí, podríamos decir que las cosas habían salido bien, por decirlo así.
Sin embargo, al ver el reportaje del hecho en la tele hubo algo que me molestó mucho. El periodista de turno alcanzó a entrevistar al hombre ya esposado, antes de que la policía se lo llevara. El tipo lloraba (en serio, lágrimas de verdad) diciendo que la chica había "entendido mal". Según él, sólo le dijo a la niña "vamos al micro después" y cosas así. No sé ustedes, pero no veo dónde la niña pudo haber entendido algo mal, una "propuesta" así de un tipo ebrio que se baja de un micro en la noche no es para tomar el té o jugar al ajedrez. Tenía toda la razón en asustarse, en escapar, en ir a su casa y denunciar al tipo.
Lo más chocante del hecho es que, en la cabeza del tipo, y probablemente en la de todos los que creen en que gritarle "lindezas y piropos" a una mujer de cualquier edad en donde sea, no hay nada malo. Es más, si la "piropeada" se defiende de cualquier manera, ella es la loca, la violenta, la rayada, la que "entendió mal". Según esa lógica, una mujer debe bajar la cabeza y tragarse lo que le digan de callada, sino sentirse agradecida y halagada por llamar la atención de tan finos caballeros. Y una mierda!
¿Se preguntan de dónde sale todo el problema de violencia contra la mujer, y feminicidios y violaciones? Ahí tienen su respuesta. 

miércoles, 15 de abril de 2015

Mi paciencia tiene un límite

El lunes me desperté de un excelente humor. Fue una mañana relativamente buena en el trabajo, buen almuerzo, buena tarde de entrenamiento, todo una maravilla hasta ahí. Después, todo cuesta abajo.
Díganme intolerante, loca maníaca exigente, lo que quieran, pero en mi defensa debo decir que les he tenido a todos los que se han dedicado a ser un dolor en el trasero estos días, más paciencia de la que yo misma creía que podría tenerles...que ya es mucho. Incluso con mi reducida capacidad para aguantar a la gente molesta, en general, he tratado de no dejarme llevar por la rabia y hacer lo que debía ara solucionar lo que se pudiera.
Lastimosamente, hoy llegué a un límite. Exploté, y grité. ¿Se lo tenían merecido? Completamente. Si no les hubiera advertido a esas personas en específico sobre lo que debían hacer para evitar problemas en el momento en que debía hacerlo, me sentiría culpable, y con toda razón. Pero lo hice, y más de una vez, así que creo que un reclamo en ese sentido es absolutamente injustificado. No lo merezco, y no lo voy a aguantar callada.
En cuanto a la otra parte del reclamo, ¿qué me vieron cara de adivina? ¿o de chivo expiatorio? No puedo deducir todos sus propósitos, ni lo que les pasa por la cabeza de la nada, y menos si les da por andar en conciábulos secretos, hechas a las misteriosas. Lastimosamente, no sé leer mentes. Y por eso mismo, no tengo que cargar con las culpas ajenas, ¿o desde cuándo esto es un kinder para que tenga que perseguirlas para recordarles todo y preguntarles todo lo que se olvidan decirme? 

lunes, 13 de abril de 2015

Más entrenamiento

A pesar de toda la insistencia de mi familia en que el tiro con arco no es "tanto" deporte, sigo yendo por el puro gusto de tener un arma en mis manos y poder dispararle a algo hasta que tiene un agujero gigante. Es una excelente terapia, en especial en esos días en que una desearía que la diana estuviera pegada a algunas personas, pero es mejor que nada.
Por supuesto, la compañía también ayuda mucho. Al parecer, todos los arqueros (al menos, los que conozco) tienen algo de frikis, así que es relativamente fácil charlar con ellos. 
Creo que una de las cosas que más me gusta es la relativa libertad de los entrenamientos. Por supuesto, me esfuerzo en mejorar mi técnica, aunque debo admitir que el proceso está siendo algo desordenado. Hay una serie de exámenes establecidos en el Club, definidos por la distancia a la que se dispara y otros aspectos. Lo malo es que esas evaluaciones sólo las toman en  los entrenamientos de los sábados, a las que jamás puedo ir por el trabajo.
Eso significa que, "legalmente", debería seguir disparando a 6 mts...pero como soy una avivada, y me da flojera armar un parapeto a esa distancia si ya hay otros armados a más distancia, pues ando disparando a más distancia de la que debería. Hasta hace poco, trataba de disparar lo más cerca a mi distancia dentro de lo posible, a 10 mts como mucho, pero cuando el entrenador del equipo que fue al Nacional vino, los puso a disparar a ellos a 30 mts, y a los demás a 15 mts.
No que me queje, aunque me di unos buenos golpes en eso y me saqué un morado horroroso en el brazo, fue divertido. Como en todo, hay días que me va bien y otros en que no lo logro. 
Había decidido que me concentraría en disparar mejor a 15 mts. antes de pasar a más...pero hoy sólo pusieron dos parapetos, uno a 26 mts. y el otro a 18 mts. Para cuando pusieron un parapeto más a 6 mts, ya estaba tan pancha disparando en el de 18 que ya para qué moverme.
Por supuesto, tengo un nuevo morado, pero nada que se parezca al medio kilo de carne molida que tenía hace unas semanas.

lunes, 6 de abril de 2015

Mundo enfermo y triste

Hace unos días, una prima de mi esposito le pidió a mi suegris que le ayudara con su bebé unos días. El bebé en cuestión resultó, como todos los bebés de tres meses que hacen ruiditos adorables, un hermoso paquetito de alegría. Tanto así, que casi vuelve a hacer funcionar mi reloj biológico, que cuando arranca me exige pedacitos de alegría similares.
Como toda mujer (al menos, las que conozco), cada vez que me sucede eso, me debato entre la comodidad y la urgencia. Siempre gana la comodidad. Pero a veces, muy de cuando en cuando, como cuando me pongo a ver noticias internacionales, entra en juego la sensatez y lo que ella dice no resulta de ninguna manera alentador.
Muy especialmente, son las noticias de Medio Oriente las que me asustan y me hacen pensar en qué mundo de locos estamos viviendo. Cada vez que me doy la vuelta, me encuentro con otra noticia de esas que chorrean sangre por todos lados, con más o menos cobertura mediática (lo que es una gran hipocresía de parte de los medios, ya que vamos a eso). Desde el conocido ataque a Charlie Hebdo, hasta la última salvajada de los yihadistas que se cargaron a 147 estudiantes universitarios en Kenia, al que no se le ha dado tanta relevancia. En medio de eso, varios otros ataques aquí y allá.
No voy a ser tan hipócrita para pretender que los cristianos católicos jamás han hecho eso de matar por la religión. Las Cruzadas y las masacres que los cruzados hicieron en su momento son el mejor ejemplo, son el consabido botón de muestra. En las guerras entre religiones, ninguna de ellas está libre de pecado. Eso sí, creo que los siglos nos han dado algo más de sensatez (poquita, no mucha), los pretextos del mundo occidental para declarar guerras hoy en día es, usualmente, "defenderse" de los "salvajes asesinos" yihadistas (que sí que lo son) y de la amenaza que representan para...bueno, casi cualquier ser humano, por lo que podemos deducir de sus ataques.
Por supuesto, estoy de acuerdo con que se debe hacer algo para detener a los yihadistas, son extremistas y realmente peligrosos, nadie duda de eso, pero sucede que no veo como eso pueda ser posible. Por una parte, creo que para hacer eso, con esa clase de gente, no creo que se pueda negociar de ninguna manera "lógica" conocida (no que nadie lo haya intentado, que yo sepa), por lo que seguramente la única salida tal vez sea bombardearlos a la mala, es decir hacerles lo que ellos hacen en sus atentados...que es lo que se hecho hasta ahora. Y eso lleva, obviamente, a la otra parte de la cuestión: la violencia sólo genera más violencia, y siempre habrá alguien dispuesto a levantar la antorcha de la estupidez. ¿Y eso a dónde llevaría? ¿A borrar a todos los musulmanes del mapa?
Aún cuando estas palabras no lleguen a nadie, aunque mi pequeña página tenga el mismo poder de persuasión que la sillita de Mafalda, quisiera ser clara en esto. Eliminar a todos los musulmanes del mundo jamás podría ser la solución. Los yihadistas son sólo una fracción no necesariamente representativa de su religión, incluso considerando todo su "rating" destinado a satanizar a toda la comunidad islámica, no creo que todos merezcan caer en el mismo saco. Hay que tener cuidado de ISIS y compañía, de sus campañas fanáticas que atraen a tantos jóvenes ignorantes y perdidos a cargar armas  y creer que matar por su fe es bueno, pero la evidencia lógica dice que no todos los musulmanes del mundo están de acuerdo con ellos, no todos están ahí disparando y asesinando (si así fuera, estaríamos fritos todos).
Y entonces, vuelvo a mi punto original: ¿En verdad, es responsable traer niños inocentes a este mundo enloquecido y bañado de sangre? El mundo siempre ha sido un lugar peligroso, uno puede encontrar amenazas en su mismo hogar...pero parece que nunca ha sido tan peligroso como ahora, incluso (o tal vez debido) con toda la ciencia,  todos los avances tecnológicos, o los cambios de mentalidad de los últimos siglos.