Hace unos días, leí una noticia sobre una joven argentina que, harta de recibir "piropos" de unos operarios que trabajaban cerca de su casa, hizo una denuncia a la policía, sólo para que le dijeran que no podía hacer una denuncia por recibir un piropo...claro, como decirle a una chica de 20 años que le van a "romper el orto" es un cumplido.
Ayer vi otra noticia por la televisión nacional. Una niña de 14 años, volviendo del colegio por la noche, es molestada por un micrero. La niña escapa hasta su casa, cuenta lo que le pasó y sus padres (asumo) llaman a la Policía. Encima de acosador, el tipo estaba ebrio y va se chocó con el micro unas cuadras más allá, donde la Policía lo agarró y se lo llevó. Hasta ahí, podríamos decir que las cosas habían salido bien, por decirlo así.
Sin embargo, al ver el reportaje del hecho en la tele hubo algo que me molestó mucho. El periodista de turno alcanzó a entrevistar al hombre ya esposado, antes de que la policía se lo llevara. El tipo lloraba (en serio, lágrimas de verdad) diciendo que la chica había "entendido mal". Según él, sólo le dijo a la niña "vamos al micro después" y cosas así. No sé ustedes, pero no veo dónde la niña pudo haber entendido algo mal, una "propuesta" así de un tipo ebrio que se baja de un micro en la noche no es para tomar el té o jugar al ajedrez. Tenía toda la razón en asustarse, en escapar, en ir a su casa y denunciar al tipo.
Lo más chocante del hecho es que, en la cabeza del tipo, y probablemente en la de todos los que creen en que gritarle "lindezas y piropos" a una mujer de cualquier edad en donde sea, no hay nada malo. Es más, si la "piropeada" se defiende de cualquier manera, ella es la loca, la violenta, la rayada, la que "entendió mal". Según esa lógica, una mujer debe bajar la cabeza y tragarse lo que le digan de callada, sino sentirse agradecida y halagada por llamar la atención de tan finos caballeros. Y una mierda!
¿Se preguntan de dónde sale todo el problema de violencia contra la mujer, y feminicidios y violaciones? Ahí tienen su respuesta.
Sin embargo, al ver el reportaje del hecho en la tele hubo algo que me molestó mucho. El periodista de turno alcanzó a entrevistar al hombre ya esposado, antes de que la policía se lo llevara. El tipo lloraba (en serio, lágrimas de verdad) diciendo que la chica había "entendido mal". Según él, sólo le dijo a la niña "vamos al micro después" y cosas así. No sé ustedes, pero no veo dónde la niña pudo haber entendido algo mal, una "propuesta" así de un tipo ebrio que se baja de un micro en la noche no es para tomar el té o jugar al ajedrez. Tenía toda la razón en asustarse, en escapar, en ir a su casa y denunciar al tipo.
Lo más chocante del hecho es que, en la cabeza del tipo, y probablemente en la de todos los que creen en que gritarle "lindezas y piropos" a una mujer de cualquier edad en donde sea, no hay nada malo. Es más, si la "piropeada" se defiende de cualquier manera, ella es la loca, la violenta, la rayada, la que "entendió mal". Según esa lógica, una mujer debe bajar la cabeza y tragarse lo que le digan de callada, sino sentirse agradecida y halagada por llamar la atención de tan finos caballeros. Y una mierda!
¿Se preguntan de dónde sale todo el problema de violencia contra la mujer, y feminicidios y violaciones? Ahí tienen su respuesta.