sábado, 28 de diciembre de 2013

Pseudo guía para nerds

Dado el aumento descontrolado de mi lista de "Libros por leer" debido a mis regalos de navidad y ciertas nuevas adquisiciones (¿quién va por un reloj y vuelve con cuatro libros?), recordé que hace rato que no escribo ningún "erudito" comentario sobre ninguna de mis lecturas recientes. Lastimosamente (para ustedes), el libro que estaba más a mano cuando empecé a escribir esta entrada fue el veintiúnico ensayo que compré en la última Feria del libro (y en mi vida, si nos ponemos así).
¿Por qué compraría un ensayo? Generalmente, no leo nada que no tenga un cierto hilo argumental o una historia, ergo, libros de teoría en general (y filosofía en particular) no son para mí, es más, les huyo como a la peste. No logro entender como alguien puede sentarse a leer esas cosas (debo ser medio bruta, o algo así) y disfrutarlas. Pero este librito tenía dos elementos claves en su "aspecto exterior" que definitivamente me tentaron: 
1) Dice "Todo lo que hay que leer" en la portada, eso es casi un reto para una tragalibros como yo.
2) En su reseña en la contraportada mencionan a Harry Potter.
¿Ahora se entiende?
"Libros, todo lo que hay que leer" es la, digámosle, recopilación de una ensayista alemana de nombre impronunciable sobre los libros que, en su opinión (y esa es la clave de ésto) explican de cierta manera a la sociedad moderna y cómo se llegó a ella. Es una idea loable, pero seguramente su construcción implicó muchas renuncias (para mí, demasiado evidentes). 
Parte de una idea básica: todos leemos (en algún grado), la diferencia está en qué leemos. Como hay los raros que disfrutan leyendo filosofía, están los del otro extremo que no pasan de leer cosas más "light" (como "Crepúsculo", digamos). Están en su derecho de hacerlo, obviamente, pero hay ciertas cosas que uno debe conocer a riesgo de no saber elementos claves de la cultura.
La autora impronunciable hace su selección de acuerdo a temáticas como "política", "psique", "economía", y cosas más raras como "amor", "sexo", "clásicos triviales", o "libros de culto". Shakespeare tiene su propio apartado, igual que "Niños", la entrada con que finaliza el libro y que termina con (redoble de tambores) Harry Potter. 
Tengo mis reservas sobre los libros seleccionados en algunas secciones (con "política" y "economía" no me meto), como "Libros de culto" que debió incluir a "El Señor de los anillos"; en algún lado debieron poner algo de julio Verne (aún le amo) y juro que no entiendo por qué el único libro latinoamericano es "Pedro Páramo". Cualquier lista se hace de renuncias, pero esas fueron renuncias muy densas a mi entender. Además, en la edición en español (que fue la que leí, no sé leer en alemán), el apartado "Clásicos escolares" lo cambiaron para poner las cosas que leen en las escuelas de España, y esa fue la única manera en que el latinoamericano se coló en medio de todos los libros europeos y norteamericanos.
Eso sí, aunque me queje de los libros que faltaron, debo admitir que es una lectura bastante entretenida (para ser un ensayo). La autora (o el que tradujo el libro) definitivamente tiene "chispa" y sabe cómo hacer sonar interesantes hasta a los libros más áridos y menos entretenidos. Tiene para todos alguna anécdota interesante, algún comentario de alguien que hace que todo lo que no leíste por ser muy "aburrido" de pronto resulte atrayente.
En pocas, es una lectura ligera, atrapante, llena de datos interesantes...faltas incluidas.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Navidad bizarra

No es que me queje (más que de costumbre, al menos), de veras estoy agradecida por todas las cosas buenas que trajo esta Navidad (cansancio incluido...creo), pero no deja de parecerme extraño. ¿Qué es tan raro? Sencillo. Normalmente, todas las navidades recibo al menos un libro, las generosas donantes pueden ser mi mamá o mis hermanas. En caso de que no reciba un libro (con letras), recibo un libro de partituras. Aparte de eso, mis demás regalos son ropa y algún juguete raro o cosas así.
Pero este año, nadie, NADIE de mi familia, ni siquiera mi santa madre que siempre me da un libro, se le ocurrió regalarme uno. Qué rayos, digamos. Eso sale de los estándares de la normalidad, de la cordura, de las buenas costumbres, y de la lógica.
Me regalaron ropa, crema de Victoria's secret (pera, por cierto), un rompecabezas (inserten cara de asombro), y ahí agréguenle el DVD de "Orgullo y Prejuicio" y la polera de Harry Potter que me regaló mi esposito. En serio, no me quejo...pero algo no estaba nada bien ahí.
Como para completar la ironía, llegamos a casa para cenar con mi suegra y mi cuñada, y cuando después abrimos (más) regalos me encontré con CUATRO libros. Dos de mi esposito y dos de mi suegra. No sé cuál de ellos es mejor, dos son de Tolkien, uno es ese de "SI Harry Potter dirigiera General Electric" (o algo así), que deben admitir que es un título muy sugerente para un fanático, y el último (pero no menos bueno) es el último que publicó Rowling usando un pseudónimo, "El canto del cucú". Obviamente, mi lista de libros pendientes ha vuelto a alargarse (y mi lista de libros para forrar se ha vuelto más larga de lo que ya era).
El último toque bizarro de esta Navidad fue de parte de mi hermanita. Le regalamos un libro (a falta de más ideas), con la leve duda de que no lo leería, dado que la niña no lee (casi) nada. Hoy en la tarde me llegó un mensaje de ella que decía "Lo acabé". Resulta que acabó el libro en poco más de un día...la niña que no lee se tragó un libro en menos de un día. No es un libro excesivamente largo, pero igual. Definitivamente, la niña se merece un premio: otro libro.

p.d. Por cierto, ¡Feliz Navidad a todos!

jueves, 19 de diciembre de 2013

Peter Jackson: destruyendo la arquitectura de la Tierra Media desde 2001

Saltémonos la parte en que, nuevamente, explico lo fanática que soy de Tolkien y cómo me desespero por ir a ver las películas de "El Hobbit" que es lo último que están sacando en el sacrosanto nombre del profesor. El año pasado, más o menos por estas fechas, fuimos a ver la primera película de esta "trilogía", y aunque tenía mis reservas, la película no era mala (sólo demasiado exagerada en cuanto a la acción).
Ayer, o más bien hoy muy temprano, era el estreno de media noche. No tengo ganas de meterme con las importadoras y las políticas de los cines locales sobre las películas subtituladas, así que lo dejaremos en que tuvimos que tragarnos la versión doblada, lo importante es ver la historia, creo yo. Empezó muy prometedoramente, con el encuentro de Thorin y Gandalf en Bree al que se refieren brevemente en los Anexos de "El Señor de los Anillos". Motivos aparte de cómo se encontraron y detalles paranoicos de orcos perseguidores poniendo precio a la cabeza de la gente, me pareció un buen detalle para comenzar: el propósito de Gandalf con toda esa aventura, más allá de recuperar el tesoro y ayudar a los enanos, era deshacerse del dragón de Erebor para evitar que, en un posible futuro, pudiera ser usado como un arma por Sauron.
De ahí en adelante, la cosa se fue medio cuesta abajo. 

No voy a negar que tiene cosas muy buenas (y divertidas también), pero en general me pareció que la película hizo demasiado énfasis en las cosas que no son realmente importantes, al menos en la historia del libro. Por ejemplo, esperaba la aparición de Beorn porque en el libro es un personaje interesante, por no decir que el diálogo de presentación que tiene con Gandalf es, simplemente, fabuloso, pero me encontré con que lo redujeron a poco menos que un salvaje con grandes dosis de Mr. Hyde (su lado de oso es "impredecible") y, para rematarla, desapareció al tiro sin mucha pena ni gloria.
Admitamos, también, que esperaba ver a Legolas (¿quién no?), pero eso fue otra decepción por su lado. Cierto que, en el libro, los elfos silvanos son muy desconfiados y eso, en especial el Rey Thranduil, pero acá...no sé, los arruinaron. El rey parece que tuviera un palo metido en algún lugar incómodo, y encima es un capo que se sabe los motivos de los enanos y sólo quiere las joyas del botín; Legolas, su digno hijo, anda por ahí muy amargado y disparándole a cualquier cosa que se mueva que no sea un elfo y, la peor parte, el gran invento de Peter Jackson: Tauriel. La muchachita en cuestión no existe en ningún lugar del libro (de ninguno de los libros, si nos ponemos exquisitos), lo que significa que la crearon, básicamente para hacer la cosa más interesante y tener una chica "ruda", que es lo que está de moda (valoración del rol de la mujer y eso). La elfa es un crack peleando (cuchillos y flechas por todos lados, genial) pero de ahí a que le huya al príncipe sólo porque su padre anda raro, o, más raro aún, le dé bola a un enano que, aunque sea simpático (para ser un enano) es un ENANO, ergo, nada atractivo para los cánones élficos de belleza (nota aparte: el diálogo sobre el "hermano feo" y el "trasgo mutante" estuvo muy genial), aunque la teoría de que le guste que le miren el escote se me hace plausible.
En resumen, tenemos una película de casi tres horas en que dos de ellas son puras cosas que Peter Jackson y sus guionistas sacaron mágicamente de un sombrero, y una hora que (más o menos) se atiene a la historia original. En todo el alboroto de inventarse cosas, nos encontramos con que, cada dos segundos, alguien está golpeando/disparando/cortando/persiguiendo/tratando de matar a otro alguien, sea elfo, enano (de preferencia), humano, o hobbit. Por si fuera poco, en todo ese caos de tratar de matarse unos a otros, se cargan la mitad de las construcciones del norte de la Tierra Media, empezando por el lío que hacen de bajado por el Río del Bosque, el caos contenido en Esgaroth (lo mejor ya viene), y lógicamente acabar de destruir lo que el dragón no destruyó en Erebor, que aunque no lo crean, estaba bastante intacta, cadáveres momificados y combustible que aún prendía en unas fraguas que estaban casi como nuevas después de siglos sin usarse.
¿Es acaso raro que me sienta bastante decepcionada? Al menos en relación a lo que esperaba ver, me sentí muy frustrada. La peli puede no ser mala, si a uno le gusta la acción y los efectos (y la falta de lógica en personajes que creen que hay que echarle oro fundido a un dragón de fuego y, por lo tanto, es resistente a él, para matarlo), es muy disfrutable. Pero si lo que quiere ver es la historia que Tolkien inventó...no pues. Lean el libro y sean felices.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Breve consideración sobre la vejez

Te das cuenta que , realmente, has envejecido, cuando acompañas a tu hermanita a su primera sesión de fotos, la peinas, le eliges la ropa (no sea que tus papás te maten) y te pones a pensar que hace unos años le cambiabas los pañales a la mocosa. Pucha, cómo se pasa el tiempo...

jueves, 12 de diciembre de 2013

Paro, o breve consideración sobre el (horrible) transporte público


Hace cuatro días que tenemos un paro de transporte urbano. ¿Razones? Las de siempre: los transportistas desean que el pasaje suba, más que nada por el alboroto este del famosísimo doble aguinaldo...y porque todas las cosas suben siempre para Navidad (y jamás vuelven a bajar, lo que prueba que el señor Adam Smith estaba equivocado).
Lógicamente, un doble aguinaldo no significa que las personas vayan a tener permanentemente más dinero, por lo que una subida en los pasajes sólo significa que los gastos de, por ejemplo, una familia aumentarían. Y como todo sube, menos los sueldos, no es algo que le convenga a nadie (que no sean los transportistas.
Pero hay más razones para que la gente común, que es la que comúnmente usa el transporte urbano, no desee que los pasajes suban: el servicio apesta (muchas veces, literalmente). Admitamos que, siendo el transporte del pueblo, los micros, minibuses y taxitrufis admiten a mucha gente distinta, no diferentes estratos sociales, bla bla bla, pero no creo que los espantosos olores corporales que a veces hay que aguantar ahí provengan de los pasajeros. Y ese es el mal menor.
Los buses están muchas veces tan destartalados, que subirse es casi un acto de fe (fe en que Dios no permitirá que la cosa se caiga a pedazos en el camino) porque reciben casi nulo mantenimiento. Los asientos son incómodos porque los dueños sacan los originales y ponen otros (más feos e inseguros) que les permitan hacer subir a más pasajeros. Y por si fuera poco, los choferes se creen en el deber moral de recoger a todas las personas que puedan, lo que no estaría mal si no fuera porque además de ir de pie (que no es tan raro), los pasajeros deben ir doblados en posiciones incómodas, o sentados en las piernas de otro pasajero...¡e incluso así el chofer se atreve a decirles a todos que se vayan más hacia el fondo porque todavía hay campo!
De todo esto, podemos deducir que los mismos choferes son culpables de la mayoría de las desgracias que hacen desagradable el servicio público, empezando por los malos olores.   Pero hay más. Los choferes conducen como si lo único que hubiera por delante fuera el futuro, se paran donde se les pega la gana (incluyendo la mitad de la calle), si tenemos las suerte de que se parqueen, lo hacen en plena esquina (lo que podría provocar accidentes sin cuento), y en general se estornudan en todas las leyes de tránsito. Además, mantienen viva esa vieja tradición de los micros, colectivos y buses en cualquier lugar del mundo: no se detienen cuando se trata de niños o ancianos, porque pagan menos o no pagan. Encima de todo eso (porque la quejadera aún no se termina, damas y caballeros) tratan a los pasajeros sin un mínimo de respeto, partiendo por pequeño detalle de ni siquiera esperar a que la gente acabe de subir o bajar para arrancar a toda velocidad (supongo que creen que todos estamos en la obligación de mantener nuestro propio equilibrio), terminando en sus malos modales y los insultos que muchas veces dirigen a los que, al final de cuentas, les pagan por recibir un buen servicio.
Siendo así la cosa, ¿con qué ganas un usuario querría pagarles más? El pasaje establecido hace dos años (después de un gasolinazo efímero que sólo sirvió para inflar todos los precios) es de 1.70 Bs. para adultos, pero como "nunca tienen monedas de 10 ctvs", el pasaje real suele ser 1.80 Bs, y como no siempre una tiene la suerte de tener monedas sueltas, pues son 10 ctvs que los choferes se embolsillan. Dirán que 10 ctvs no es mucho, pero si calculan todas las personas a las que le hacen lo mismo al día todos los micreros de la ciudad, ya no es tan poquito como parece. Y quieren hacer subir el pasaje a 2 Bs para adultos...
Lo irónico de todo esto es que los choferes "justifican" su reclamo diciendo que todo ha subido y como todos tienen doble aguinaldo, ellos también se lo merecen (o algo así) y que deben mantener a sus familias, etc, etc. Si es así la situación, si se supone que ganan sólo "para el día", ¿cómo se explica que puedan mantener un paro de cuatro días? Cuatro días sin trabajar es mucho, más si uno no tendrá ingreso esos cuatro días (ya quisiera yo tener cuatro días de descanso). No tiene lógica, por donde quiera que se lo mire.

Todo lo anterior (o casi) fue escrito antes que me enterara de esto último: los micros han vuelto a hacernos el honor de su presencia en nuestras calles, merced a que firmaron un acuerdo con los comerciantes. Entre los dos (choferes y comerciantes) acordaron que el pasaje es 2 Bs. Debo ser medio mensa porque no logro entender con qué autoridad o que representatividad, los comerciantes firman un acuerdo así. Nadie más, en toda Cochabamba está de acuerdo con eso (excepto los choferes, que todavía tienen la cara de jugar a las víctimas). Personalmente, no recuerdo haber nombrado en ningún momento a ningún comerciante como mi representante para que autoricen algo que afecta a mi bolsillo.
Como dice mi esposito, probablemente el tal acuerdo consiste en que los comerciantes se callan ahora que suben los pasajes, y en dos semanas los transportistas se callarán cuando suba todo lo demás.

lunes, 9 de diciembre de 2013

La mejor pieza del tablero

Hace un momento, volvimos del cine de ver "En llamas", la segunda parte de la historia de "Los juegos del Hambre", que debe ser una de las historias más truculentas escritas o grabadas en los últimos años. No pude ir al estreno porque, francamente, me caía de cansancio. Mi estado no ha mejorado, pero las idas a medianoche al cine sólo se justifican para manías mayores (como Harry Potter o El Hobbit), así que es más razonable ir en horarios más decentes.
Habíamos escuchado muchos buenos comentarios de la nueva peli, y sabiendo ya la historia por el libro, me hacía una idea sobre a qué atenerme. 


Katniss ha de ser uno de los personajes de ficción con peor suerte en el mundo, y que sea muy vulnerable emocionalmente no la ayuda para nada. La pobre cree que hace las cosas por sí misma, pero no se da cuenta hasta el final de la historia hasta qué punto es un peón, una pieza que los demás juegan por su simbolismo: logró vencer al sistema en sus primeros juegos y eso fue su sentencia (lo que es una deprimente perspectiva que indica que los que piensan por sí mismos acaban fritos).
 "En llamas" es la historia al medio, lo que sucede entre vencer los Juegos del Hambre y volver a casa y darse cuenta de que el caos está desatado sin remedio. Es la trama al medio con final frustrante, pero necesario para llegar al final de la historia. Supongo que para que salga al cine falta al menos un año (o más), así que aquellos que no han leído los libros seguramente salieron del cine más frustrados que los que sabemos todas las desgracias que faltan.

viernes, 6 de diciembre de 2013

La desadaptada

Antes que nada, me gustaría avisarles a todos que esta es una de las entradas más patéticas que escribí, incluso contando mi etapa crepusculiana. Si la leen, su problema.
Resulta que este año se cumplen 10 años de que salí de colegio, y justamente el 23 de noviembre era el aniversario de la graduación. Mis compañeras de curso empezaron a hacer planes para la super farra que harán en diciembre (creo que ahora mismo, nadie tiene tiempo), aunque hay que admitir que siguen siendo las mismas desorganizadas indecisas de la adolescencia.
Sucede que, siendo como siempre he sido, la rara del curso, no tengo ningún deseo de verlas, y mucho menos de viajar a Sucre por un día (laboral) para ver como todas las chicas se emborrachan patéticamente (algo que desprecio) y sentirme muy incómoda. Por otra parte, digamos que mis amistades en mi promoción se reducen a tres personas (y tampoco sé si tengo el ánimo de verlas), lo que hace que me sobren como 40 chicas gritonas.
Siendo así las cosas, me puse a curiosear en las infinitas charlas por comentarios en la página de Facebook de la promo. Dan vueltas y vueltas y no deciden nada, y siguen diciendo gansadas, lo único que está seguro es la fecha, por lo demás...pierden el tiempo. Dado que no voy a ir, supongo que no tiene sentido criticar su falta de organización, así que me limité a poner que por razones de tiempo no podría ir a la reunión. Y ésta es la parte en que me pongo patética.
Cuando puse que no podría ir, nadie dijo nada, pero cuando otras chicas dijeron que tampoco podrían ir, los comentarios de reclamo y qué pena y qué horror y que hagan lo posible y lo imposible, etc, etc,  empezaron a salir. Al parecer (y no es realmente una sorpresa), el sentimiento de "no deseo verlas" que siento por mis compañeras es mutuo, pero de todas formas, en el fondo, fondo de mi corazón de pollo salió la pregunta de "¡hey! ¿yo no les importo?". No espero un coro de lamentaciones, pero creo que no es mucho pedir que alguien se preocupe por mi ausencia, aunque sea las que son mis amigas. Patético, ¿no?
El caso es que, a pesar de todo, puedo entenderlo. Siempre fui la rara, la mejor estudiante que intimidaba a todos por sus notas, no precisamente amigable ni sociable, y la que ha estado muy apartada de las idas y venidas de todas sus compañeras en cuanto salió del colegio. Si no fuera porque tengo fotos que lo prueban, seguramente nadie creería que en realidad estuve ahí.
En fin, al parecer el papel de la desadaptada aún es mío. Brincos doy.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Domingo con el Doctor

Ayer eran las celebraciones en BBC Entertaiment, el único canal británico que recibimos por el cable (creo), pero me lo perdí porque los días sábados no estoy casi todo el día en casa (que es una lástima). Desde que vi el trailer, hace como un mes, en la tele, me quedé intrigada y quería ver qué hacía tan interesante a un personaje como para mantenerlo 50 años al aire.
Perteneciendo como pertenezco al mundo de los geeks (de este lado, saber del Doctor se considera muy geek), había escuchado hablar de "Doctor Who", una serie británica que, básicamente, trataba sobre viajes en el tiempo. Alguna vez, había visto pedazos de algunos episodios, y más rara vez logré ver un capítulo completo, así que mi idea de la serie seguía siendo muy vaga.  Y por lo mismo, el trailer me dio mucha más curiosidad que cualquier otro.

Entre una cosa y otro, ayer logré llegar a ver una peli hace en base a cómo se creo la serie. Debo admitir que estaba muy, muy casada, así que me dormí cerca del final, pero como la repitieron cuando me desperté de madrugada, igual me enteré de todo. De ahí, transmitieron un concierto en el Royal Albert Hall con la música de la serie, que además tenía a los aliens que combate el Doctor dando vueltas por la sala de concierto, y al mismo Doctor (al último) haciendo de la suyas.
Esta mañana, al despertar (tarde, gracias a Dios), ya sabía que había una maratón de los 10 mejores episodios y aunque estaban saltados, cronológicamente hablando, aún así se podía entender muchas cosas y, más que nada, darse cuenta de por qué hay tanta gente que idolatra esta serie y por qué sigue en el aire después de tanto tiempo. Es, simplemente, asombrosa, genial, graciosa y dramática a la vez, el  Doctor es un personaje único y raro, y ningún Doctor es igual al anterior aunque se supone que es el mismo (breve explicación: el Doctor es un Amo del tiempo, una raza alienígena extinta que es capaz de vivir muchísimo tiempo a través de sus propias reencarnaciones. Cuando un Doctor se siente "viejo", su cuerpo se destruye y libera un montón de energía regenerativa que hace que inmediatamente renazca en otro cuerpo con otras características físicas e incluso cambios en su personalidad, pero recuerda casi todas sus anteriores vidas. O sea, un enredo genial). 
Tal vez sólo hay visto lo último del Doctor, y no tenga mucha idea de las cosas que el doctor hizo antes (que, al parecer incluye salvar varias veces al planeta y meterse en líos en todas las épocas), debo admitir que es genial y que me dejó con ganas de ver mucho más...y que acaba de entrar en mi lista de manías.
Alguien regáleme un TARDIS para Navidad. Gracias.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Como siempre, el maldito dinero


Hace dos días, al medio día, nos cayó una noticia muy rara. Por Decreto Supremo de nuestro nunca bien ponderado Presidente (con las cosas que hace, no es como para ponderarlo bien) en que decretaba que, debido a un incremento en PIB, todas las empresas públicas y privadas deben dar doble aguinaldo este Diciembre a sus empleados. Admitamos que el dinero siempre nos cae bien a todos, como leí una vez en "Mujercitas", el dinero es una cosa necesaria y hasta noble si se emplea bien.
El detalle es que es dinero saldrá al costo de muchos, muchos sacrificios. Hay varios tipos de empresas, digamos, grandes y pequeñas. Las grandes, que tienen ingresos directamente proporcionales a su tamaño, y probablemente puedan pasar con cierta tranquilidad esta botadera de dinero. Las empresas pequeñas, por otra parte, es poco probable que tengan esa suerte.
Hay muchas consecuencias en perspectiva, la mayor parte de ellas malas, pero lo que sí es difícil de ignorar es que esto no es más que una jugada muy política, hecha por unos cuantos votos para un megalómano el siguiente año. La peor parte es que la idea es tan buena (vista de ese lado, lógicamente) que los que planearon esto se quedarán con todas las partes "positivas", mientras todos los demás estarán fritos.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Las desconocidas

Aprovechando que tengo nuevo material de lectura, empecé mi magna ronda de lectura con olor a tinta nueva. Aunque ya terminé con "Tolkien para Principiantes" (que debo admitir que compré por puro vicio, no porque me fuera a decir algo que no sabía), y los Cuentos de Oscar Wilde es el siguiente en mis "reseñas", quería empezar con el libro que me recomendó mi mamá (y que me hice dedicar con el autor).
"La chola y los Mariscales" es una historia, escrita de tal manera que me hace doler los ojos, está llena de faltas gramaticales y algunas ortográficas, pero ¡Ojo! por una vez estuve dispuesta a dejar pasar eso por alto en pro de la lógica interna de la narración. No sé si alguien que no sea latinoamericano entienda lo que es una chola, pero acá va mi explicación (tal como yo lo entiendo, al menos): básicamente, es una mujer a la que se distingue por usar pollera (una falda amplia y muy plisada, más larga o más corta dependiendo de la región), en la época de la Colonia, eran mujeres mestizas (descendientes de españoles y de "indios"), algo así como una clase media. Ahora, consideremos que los conquistados no lograron dominar nunca la lengua de los conquistadores, y hasta la actualidad el español es muy pateado al hablar (y mucho más al escribir) en cuanto el árbol genealógico de las personas se acerca más al lado conquistado. 
Siendo la protagonista, como dice el título, una chola, su español es bien pateado y mezclado con muchos modismos quechuas, así que aunque me duelan los ojos he de admitir que tiene una razón de ser. La trama se sitúa en los últimos años de la Guerra por la Independencia de Bolivia (y allegados) y los primeros años de la República. Francisca del Valle, según indican sus memorias, conoció a casi todos los próceres de la Independencia, aunque estuvo más cerca del Mariscal Andrés de Santa Cruz, probablemente uno de los mejores Presidentes de Bolivia (y como todo buen presidente, fue miserablemente traicionado y derrocado). Empezó como la rechazada hija del cura de Tarata, pasando por su época de rabona, de ahí a madre, comerciante, otra vez rabona, y pilar de su familia.
Históricamente, es un libro impecable, lleno de datos que no conocía por demás interesantes, de esos que, a pesar de que sabes qué va a suceder al final, igual sigues leyendo para saber cómo diablos llegaron a ese horrible final. El personaje es entretenido, sincero, lleno de ocurrencias y alterada como ella sola, lo bastante como llamarse a sí misma "Chola bandida", y lo bastante valiente como ir batalla tras batalla tras su Teniente (que sólo fue teniente un ratito, pero igual) y guiando a sus mujeres, tan valientes como ella.
Y eso es lo más resaltante del libro, que rescata (por decirlo así) a la figura de la "rabona". Eran mujeres, madres, hermanas, novias, esposas, que seguían a los soldados de a pie de los ejércitos a las batallas, muchas veces llevando a hijos pequeños porque no tenían ni con quién dejarlos ni dónde dejarlos. Llevaban comida, mantas, medicinas, al llegar a los campamentos cocinaban y consolaban a sus hombres, se quedaban cerca de las batallas y se metían a rescatar a los que se pudiera incluso antes que los hombres se hubieran acabado de matar entre ellos (y se hacían matar, de paso). ¿Lo irónico? nadie las quería. Al llegar a las ciudades, les prohibían la entrada aunque las vieran deshechas por el camino, los generales de los ejércitos las despreciaban y muchos las llamaban "esa chusma". Al parecer, nadie estaba dispuesto a admitir que ningún soldado hubiera sido capaz de llegar a las batallas sin ellas...y simplemente las borraron de las historias. La Historia (así, con mayúsculas) la escriben los hombres (y sus estupideces).
Recomendable para leer, y mucho. Eso sí, amantes de la Lengua, ármense de paciencia. Vale la pena, lo juro.

domingo, 10 de noviembre de 2013

El Botín anual (Parte 2)

Resultamos yendo tres veces a la Feria del libro, y cada vez volví con menos de mi sueldo en la billetera y más libros nuevos en mi cartera (nada de bolsas de plástico para mí, todo entra en la cartera). Hace un rato regresamos del último paseo antes de que la Feria se acabara y volviéramos a nuestras aburridas realidades de gastar el dinero en cosas más superficiales (como ropa y comida), pero haciendo un resumen de todo lo adquirido después del primer lote, tenemos algo así:
1. Cuentos (Adela Zamudio): Hace muchos, muchísimos años, una amiga me regaló una edición más sencilla de este libro en mi cumpleaños. Lo reeditaron este año, mucho más completo y con mejor calidad, y dado que no logro encontrar mi librito antiguo (que seguro mis hermanas perdieron), cayó otra vez en mis garras. Doña Adela es lo máximo. He dicho.
2. El fantasma de Caterville y otros relatos (Oscar Wilde): otra vez, un libro que ya leí, pero que no tengo a mano ahorita. La historia del fantasma medieval dedicado a pegar sustos a sus descendientes por 400 años es, simplemente, genial y muy graciosa. Claro que los otros cuentos, como El príncipe Feliz y El ruiseñor y la rosa tienen poco de graciosos, pero son muy intensos, por describirlos de alguna manera.
3. Libros, todo lo que hay que leer (Christine Zschirnt): Ignoremos a la señora de apellido impronunciable, básicamente me compré este librito, que es un ensayo (nótese que yo no leo teoría ni investigaciones ni nada que se le parezca por mi propia voluntad) porque en su contratapa dice (y cito). "...una serie de libros que nos ayuden a comprender la complejidad de la sociedad moderna: desde La Biblia hasta Harry Potter...". En esa parte fue que la curiosidad me ganó y saqué mi billetera. Básicamente, lo leeré para sentirme muy, muy inculta.
Por su parte, mi esposito volvió con otros libros, pero como son casi todos de teoría, no les dí mucha bola...excepto a otro ensayo sobre la literatura fantástica, y otro sobre las corrientes culturales modernas o algo así. Suenan bien, de ahí a que los lea...un trecho.

Me derrito!! Me derrito...!!


O al menos lo haría si fuera de alguna sustancia como crema o similares, y no estuviera cubierta por piel y eso. Lo cierto es que, a pesar de las cosas que pasaron en estos últimos días (como perder mi lente de contacto, y hacer mis papeles para el Seguro y cosas así de aburridas), lo más resaltante de todo fue el horrible calor.
Hace muchos, muchos años, cierta vez nos pusimos a discutir con mi mamá sobre qué es más difícil de soportar, el frío o el calor. Yo dije que al frío, prefería aguantar el calor, mi madre, en su infinita sabiduría me dijo que era mejor aguantar frío que calor porque si te hace frío simplemente te abrigas, si te hace calor...te hace calor y se acabó, no hay nada que puedas hacer al respecto.
Lógicamente, tenía mucha razón y lo compruebo más que nunca en estos días. Si al calor que ya hace de por sí, le suman que mi departamento es caliente, tenemos que me estoy asando. Y no hay nada que pueda hacer al respecto. Ventanas abiertas, ventiladores, ropa fresca y cómoda...nada de eso sirve porque igual me hace calor y me siento fatigada (por no decir sudada) todo el rato. Es horrible. 
Lo peor de todo es pensar que aún no es verano...

lunes, 4 de noviembre de 2013

El Botín anual (Parte 1)

Creo que he de retractarme un poquito de mi entrada anterior (repito, culpen a las hormonas). Mi cumpleaños no fue el cuasi desastre que estaba esperando, incluso contando con el mal tiempo y las intermitentes rociadas del cielo (porque no se le puede llamar lluvia a cuatro gotas locas). Familia, comida rica, dos tortas, amigos, más comida y volver a casa a malcriar a mi bebito, ¿qué más se puede pedir?
Tercer día de noviembre, aunque debo admitir que fue bastante cansador, tuvo un cierre digno de un día de noviembre. Desde el anterior jueves, la Feria del Libro anual ya está abierta y es, como cabría esperar, una oportunidad para hacer tronar los ahorros de un año (al menos, esa es la intención, no siempre se puede). No hay nada, absolutamente nada, que sea mejor que comprar libros (excepto tal vez que te los regalen...pero eso tiene sus riesgos), y definitivamente es dinero que gasto con gran alegría.
No he visto muchas cosas nuevas este año, como muchos años anteriores tal vez, pero siempre se encuentra algo, algún viejo clásico, alguna lectura pendiente, algún antojo de tiempo. Con lo que me llevé, pude comprar cuatro libritos, aunque hay dos que me están sonriendo para la siguiente que vaya (que lo haré). De momento, mis nuevas adquisiciones son:
1. Médico de Cuerpos y Almas (Taylor Caldwell): Es la historia de San Lucas (sí, el evangelista), lo leí hace muchos años en la copia que tiene mi mamá, pero siempre es bueno tener una copia propia, ¿verdad?
2. Tolkien, para principiantes: Ok, no es que no sepa mucho de Tolkien, pero ¡hey! me encantan los libros "Para principiantes" y hace rato que quería tener ese.
3. La chola y los mariscales (José Antonio Gil): Novela nacional, ampliamente recomendada por mi mamá (que se compró otros dos libros del mismo autor). Temática aún por descubrir, pero creo que el título es bastante claro.
4. Los estados del Gato negro 2: El año pasado, presentaron la primera parte de este librito, que son los estados de face del autor, el gato negro. El cuate merece todo mi respeto por su gran sentido de la ironía y el sarcasmo. ¿Recomendable? Por supuesto que sí.
Los Cuentos de Adela Zamudio reeditados y los Relatos de Roald Dahl (o como se escriba) me están sonriendo, y no me parece que estén a mal precio, pero primero necesito recoger mi sueldito para hacerlo tronar. 
No está mal el botín considerando que la literatura moderna es mejor descargarla últimamente, y que estoy empezando a perder la paciencia con lo fics inconclusos (por no decir que me estoy quedando más ciega que antes por leer en el celular, mala idea si me lo preguntan). Eso sí, no prometo hacer reseñas, pero lo intentaré. Háganme recuerdo de escribir.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Empezando noviembre

Noviembre es mi mejor mes, siempre. Todo comienza con mi cumpleaños y de ahí en adelante todo marcha viento en popa, no suelo tener quejas de mis noviembres. Pero (y pueden culpar al coctel de hormonas de la temporada) no me siento animada con este primer día de noviembre: ni cumpleaños no me entusiasma, hace frío y no quisiera salir mañana de casa todo el día...
Ufff...de veras, culpen a las hormonas.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El viaje agotador

Dejemos de lado los motivos y las razones que provocaron mi loco viaje, pero definitivamente fue demoledor. Digo, salir de noche en flota, hacer un un recorrido de nueve horas, llegar de madrugada, corretear toda la mañana y volver a salir a media tarde en avión para volver, es como para acabar con mi poca resistencia.
Cuando al fin pude detenerme, caí rendida sobre mi camita y dormí como un leño, como hace rato que no dormía. Raro: sigo sintiéndome cansada. A lo mejor necesito unas vacaciones.

domingo, 27 de octubre de 2013

Un año

Hace un año, exactamente a esta hora, iba de camino a mi noche de bodas, después de la mejor fiesta de matrimonio de la historia, lo que significa que era completamente de mi gusto, con gente a la que yo invité, comida que yo escogí y nada de reggaetones estúpidos entre la música para bailar. Todo el mundo me dijo que el primer año de matrimonio es el más difícil, por esa cosa de acostumbrarse a la convivencia cercana con una persona que no es tu familia y que tiene (de seguro) costumbres raras.
No voy a decir que ha sido como una nube de algodón de azúcar, este año ha tenido sus bemoles, pero nada tan terrible como los comentarios podrían hacer creer. Nada de arrancarnos los pelos, ni crisis nerviosas por posibles restos de dentífrico en el espejo o cosas por el estilo. Creo que una de las ventajas de haber tenido un noviazgo es que nos conocíamos lo suficiente como para hacer la transición al matrimonio con relativa tranquilidad.
Habíamos pensado hacer cosas especiales por nuestro aniversario, una de las cuáles era preparar sushi casero y comer hasta morir (no todos los días se cumple un año de casados). Lo cierto es que el día tuvo muchas alegrías (y comida), al final de cuentas, tengo al mejor esposo del mundo, pero no empezó así.
Es cierto que esperaba esa mala noticia en específico, pero aún así deseaba con todo el corazón que no sucediera, que Dios nos enviara un milagro. Obviamente, el milagro no sucedió y la noticia me llegó antes de las 7:00 am (una muy blasfema hora en domingo). Llorar no es la mejor manera de comenzar el día de tu primer aniversario de matrimonio.
Hace un año, era un día soleado y radiante de primavera y yo era una novia radiante en el mejor vestido. Esta mañana, llovía a cántaros en la mañana y yo era una esposa llorando mientras su esposo la consolaba. Un año puede traer muchas cosas y muchos cambios, y aunque no comprenda la razón detrás de muchos de ellos, me siento agradecida porque no estoy sola para enfrentarlos y tengo un hombro para llorar y apoyarme. A pesar de todo, Dios es bueno.

jueves, 24 de octubre de 2013

Auror

Por definición, un Auror es un cazador de magos tenebrosos, algo así como la policía del mundo mágico, ya que todos son entrenados y trabajan para el Ministerio de Magia. Dadas las aclaraciones del caso para los no versados en Harry Potter y mi locura en general, debo hacer un anuncio (ejem, ejem).
Desde que m hijito Rulito partió, estuve pensando en que tal vez sería bueno adoptar otro perrito. No porque quiera reemplazarlo, fue demasiado único para conseguirle un sustituto así no más, y tampoco porque quiera ignorar a mi otro bebé (al que no me dejan traerme acá). Simplemente, me gustan los perros y me hace falta un cachorro para malcriar (no le digan esa parte a mi esposito).
Después de mucho dar la lata por medio de insinuaciones y demás, mi esposito habló con una de sus estudiantes cuyos perritos tuvieron cachorros recientemente, y que los quería dar en adopción. La muchacha le mandó la foto de todos los perritos (juro que parecía sacada de estudio) y uno nos llamó la atención. Es un cachorro de pelaje blanco y dos manchas cafés sobre los ojos, y es el único que no parecía perdido en la imagen: miraba directamente a la cámara con la cabecita inclinada.
Trámites varios y demás, hoy adoptamos al pequeño y nos los trajimos a casa. Es una cosita diminuta, de mes y medio, piernitas cortas y muchas ganas de correr detrás de nosotros. Le compramos una camita, comida balanceada y un ambientador quita olores de pipí y popó para no tener problemas de que el depto acabe apestando, pero al parecer no está interesado en su cama más que como un reto para conseguir la pelotita con la que lo hice jugar. Ahora mismo, prefiere dormir en el suelo pelado, escondido detrás de mis pies. Esperé a que durmiera para moverlo, pero se despertó, se salió y volvió al suelo y se durmió cinco segundos después.
Lo llamamos Auror (yo quería llamarlo Cruel Asesino Llameante, pero al parecer no es un buen nombre para perro).

martes, 22 de octubre de 2013

Ya no existe la primavera

¿En qué baso esa afirmación? En el excesivo y asqueroso calor que ha estado haciendo los últimos días.  En colegio me enseñaron que la primavera era una estación templada y agradable, en que las flores aparecían por todos lados y el amor (cursi) flotaba en el aire, etc, etc. De momento, y ya vamos más de un mes de primavera, lo único que he sentido es calor y más calor.
Admitamos que es todo culpa del sobrecalentamiento global y todo, pero juro que es horrible e inaguantable. Y si a eso le sumamos que el depto es un virtual horno que no se ventila ni aunque abra todas las ventanas, imagínense cómo estoy.
El calor me está friendo las neuronas...

sábado, 19 de octubre de 2013

Cantando, cantando, cantando

Después de mi larga diatriba protestona sobre ese programucho del tres al cuatro (me encanta esa frase), cualquiera diría que estaba del peor humor del mundo. Puede que en parte sea cierto, pero no es que eso me afecte tanto como para ir más allá de protestar en mi blog. De todas formas, nada mejor para mi mal humor que un poco de música.
¿Recuerdan la canción con la que me traumé cuando murió mi bebé? Esa del vaso, por las dudas. Era divertida aunque la letra me pusiera a llorar, y salió de una película sobre (redoble de tambores) canto a capella. Siendo como soy, fanática de The Sing-off, fue una gran alegría que mi amado esposito encontrara la tal película.


La historia tal vez no sea increíblemente original o llena de giros dramáticos, pero es definitivamente entretenida y con muchos diálogos super extraños que matan de risa. Lógicamente, hablan mucho de música, incluida música de películas, y la necesidad de ser original y salir de lo viejo para probar cosas nuevas. Debo admitir que la música moderna, en especial cosas raras como el hip hop y el siempre odiado reggaeton y varias cosas de la industria del pop, no son de mi agrado, me parecen tontas y sin sentido, pero admiro a las personas capaces de hacer arreglos completamente vocales sobre canciones que son hechas para ser interpretadas con un montón de ecualizadores y cosas así.
Creo que está de más decir que disfruté enormemente, y que recomiendo la peli ampliamente. Si les gusta la música, definitivamente les gustará, y si no...bueno, al menos se reirán un buen rato.

jueves, 17 de octubre de 2013

Yo no me llamo (y, por cierto, lo odio)

Hace unos meses, salió al aire en la televisión nacional un programa de, básicamente, concurso de imitadores de cantantes. La idea no es original ni mucho menos, es el formato copiado alrededor del mundo con diferentes nombres, el de aquí creo que compraron el nombre de un programa en Ecuador que se llama exactamente lo mismo: Yo me llamo. 
Debo admitir que, en general, disfruto los programas de talentos, más que nada porque en otros lugares se presentan talentos impresionantes, o si no impresionantes, al menos decentes. Como todos saben, adoro "The Sing-off" y estoy comenzando a disfrutar "The voice", pero esos son distintos.
El caso es que el programa de acá es, francamente, detestable. Lo desprecio con todo el poder de mi hígado. Ojo que no es por los concursantes (al menos, no todos), que como en todo lado hay personas que no lo hacen mal, que tienen buenas voces o que imitan bien a tal o cual artista, como también hay los que una ahorcaría gustosamente porque no le aciertan a una nota y encima tienen el descaro de hacerlo en cadena nacional (y también lleva a interesantes cuestionamientos sobre la sordera colectiva de ciertos grupos).
El motivo de mi odio y desprecio son lo jueces. Lógicamente, siendo el canal lo que es, y siendo e formato lo que es, conformaron un panel de jueces típico, es decir, dos hombres y una mujer. Lo que no alcanzo a entender es en qué se basaron para elegirlos, además de...tener un jurado típico. La chica (googleenla, no me da la gana de escribir nombres) es obvio que está ahí por su cara bonita (que bien bonita es), porque de música no sabe un pimiento. Sus críticas son tan...vacías que realmente no se sabe si dijo algo bueno o algo malo o si su voto debería contar para algo más que para relleno del programa.
Otro de los jueces tiene una pinta única de diva frustrada, se da los grandes aires de "experto en música" pero la mitad de sus críticas no tienen nada que ver con los dones musicales de los participantes o su interpretación y se van a lo meramente físico. El otro juez es un cantante más o menos famosos de un grupo relativamente famoso a nivel nacional, y debo admitir que es el único que parece más o menos ubicado aunque sus críticas tampoco son un dechado de sabiduría. Lo cierto es que ninguno de ellos dice nada que valga la pena tomar en cuenta seriamente.
Al ver el programa y algunas de sus elecciones uno se pregunta si los cuates están sordos o algo, o en base a qué toman sus decisiones porque la mitad de ellas (si no todas) son incomprensibles. No creo que sea pueda culpar realmente a un cantante amateur por hacerles caso o tomárselos en serio porque ninguno de ellos es profesional y sólo cantan de afición y nada más, pero no deja de ser molesto todo esa aura de grandeza y fama que se está creando alrededor de un programa por de más mediocre, incluso en su producción.
No falta talento, lo que en verdad falta es gente que realmente conozca y sepa de música para poder "juzgar" con más autoridad que una cara bonita. 

lunes, 14 de octubre de 2013

Probables futuros

Dado el caos total del anterior mes, no pudimos hacer nuestra casi mensual salida al cine a ver qué novedades nos traía el Sr. Hollywood. Después de parrillada familiar en día lluvioso y de poner unos cactus bonitos en la tumba de mi bebito como había prometido hacer, decidimos que era un buen momento para ir al cine.
En lo que esperamos otras pelis que queremos ver (y que saldrán en bola este mes, al parecer), decidimos ver "Elysium". La historia es sencilla: Los ricos, al final, lograron hacer lo que siempre quisieron y alejarse de la chusma. Se fueron hasta la estratósfera, se construyeron una nueva luna o algo así y viven ahí con todos los lujos y facilidades tecnológicas, incluyendo unas maravillosas cápsulas médicas capaces de curar cualquier enfermedad en segundos y con sólo una escaneada, pero que sólo funcionan para los que tienen una ciudadanía en Elysium, su satélite particular.
Los demás viven en la tierra, superpoblada y contaminada, sin las facilidades de arriba, y eso incluye, lógicamente, las cápsulas médicas. La gente sobrevive como puede y sueñan con comprar un pasaje en los transportes ilegales que tratan de llegar. La mayoría muere en el camino, porque los de Elysium los hacen volar en pedacitos en el espacio, y los que llegan se van directriz a la primera cápsula médica que encuentren y curar sus múltiples males.

Ahí es cuando entra el héroe y la historia se pone algo cursi, pero interesante. El pobre se envenena con radiación en el trabajo, lo despiden, le dan unas pastillas para que siga funcionando y le dicen que se morirá en 5 días. Lógicamente, hace lo que cualquier desesperado trata de hacer: conseguir un pasaje a Elysum aunque se le vaya la vida en ello. 
Con lo que el pobre no contaba es que el costo de su pasaje es un robo a un rico, pero ese rico no es cualquier rico porque se metió en algunas cosas medio densas en la política de Elysium. Una cosa aquí y otra por allá, y se mete en algo más complicado de lo que puede manejar, con un psicópata enfermo siguiéndole los talones, luchando por su vida y todo eso.
La historia es interesante, aunque como dije, es algo cursi y eso. Lo que me parece francamente perturbador es que no creo que ese futuro sea improbable o imposible. Digo, considerando la naturaleza humana, es posibilidad muy fuerte y no podría no creer que tal vez vamos en esa dirección. Triste.

martes, 8 de octubre de 2013

Crímenes vecinales

Tal vez es porque casi toda mi vida he vida en calles relativamente cerradas y calladas. No digo que mis anteriores vecinos no hicieran ruido, pero creo que era más fácil ignorarlos (raro, no estaban más lejos). No me molesta el ruido de noche, si estoy muy cansada puedo dormir a pesar de cualquier ruido o música trucha que suene en los alrededores. En el peor de los casos, trato de leer algo o distraerme de alguna forma hasta que el cansancio llegue a mí y pueda ignorar el alboroto.
Lo que sí me molesta es que el ruido empiece temprano, como a las 3:00 p.m. y sigan y sigan toda la pinche tarde con su música pele, y sus mariachis desafinados. Dice que hace unos años era peor, pero de momento esto me parece excesivamente molesto.
Ahora, la pregunta del mes: ¿Se verá muy mal que mate a los vecinos para conseguir un poco de paz (y espacio sonoro para escuchar mi música)?

lunes, 7 de octubre de 2013

Injusto, injusto, injusto

Asumamos que el paro cívico de mañana no es del todo "correcto", aunque el reclamo sea algo más que lógico (100 mil personas censadas no desaparecen así no más). Asumamos también que no se está haciendo el reclamo más lógico (el del los escaños parlamentarios), y eso le quita algo de su razón de ser al paro.
Pero también asumamos que todos sabemos como funcionan los paros con bloqueos en Bolivia, y que todos sabemos que la gente sólo necesita impunidad y un buen pretexto para hacer tonterías y dejarse llevar por los ánimos exaltados. Asumamos también que ese tipo de situaciones no hacen que la gente quiera salir de su casa sólo por ir de paseo o de compras, por lo que el funcionamiento de ciertos lugares sería completamente improductivo en esas circunstancias.
Eso me lleva a que arriesgar a la gente que trabaja contigo sólo porque no quieres entender todo lo anterior, me parece un comportamiento absolutamente necio, más incluso que el de los que no saben plantear bien el paro cívico. Puede que no suceda nada "grave", pero también puede que suceda. Probablemente, soy la que vive más cerca de la tienda en este momento, y aún así imagino que se me hará difícil llegar, no digamos de las chicas que viven al doble o triple de distancia que yo. ¿Qué se supone que hagan ellas? ¿Caminar? ¿Y en qué se volverán a sus casas cuando sus turnos terminen? ¿Caminando también?
Hablando de decisiones necias. Necesito patear a alguien.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Reseteando el universo

Trato de comenzar el mes con buen ánimo, a pesar de que algunas de las cosas extrañas de septiembre se siguen arrastrando hasta aquí. Aún hay muchas cosas difíciles y dolorosas esperando adelante, pero quiero creer que nada será peor que el anterior mes, y definitivamente nada anima un mes como empezar jugando algo de rol.
Llevamos jugando la misma partida por poco más de dos años, y a pesar de nuestras sesiones de pérdida de tiempo olímpica (esas en las que nos íbamos de compras a otros planos o discutíamos una hora sobre qué camino tomar), avanzamos de jóvenes e inexpertos aventureros a héroes épicos amados de los dioses en plan de salvar el mundo. La aventura no fue fácil, complicamos demasiado algunas cosas que podríamos haber resuelto (tal vez) con un poco más de ingenio y menos escándalo (y menos piezas de oro desperdiciadas).
Como héroes, nos propusimos salvar a nuestro plano de la invasión de los diablos que la perra de Glasya, hija de Asmodeo, estaba dirigiendo. Viajamos por todos los medios de transporte posible, hablamos con dioses, logramos forjar alianzas poco probables para combatir al mal, hicimos más de lo que hubiéramos creído posible al principio. Por cierto que perdimos a muchos compañeros (personas y animales) durante el camino, y al final del largo camino sólo quedábamos 3 valientes (y un zorrito con varias colas, no pregunten). Combatimos (para variar) contra una enemiga contra la que, siendo lógicos, no teníamos muchas posibilidades. Como siempre, una jugada de pura suerte nos salvó el pellejo y...caímos redonditos en el plan maestro de Asmodeo.
En nuestro intento por salvar el plano, sólo desatamos el "milagro" que salvaría el mundo, pero no para nosotros. Resultado: Obliteramos a todo el multiverso, los dioses, diosas, los planos y todos los seres que existían y fueron dejaron de ser y todo volvió al inicio del universo, el big bang, damas y caballeros. Sobrevivientes: Asmodeo y...nosotros (zorro incluido).
Nadie más en el nuevo plano que se generó, aparte de Asmodeo, sabe las cosas que pasaron en un plano que nunca existió. Nuestro pasado y nuestras vidas desaparecieron, igual que nuestros compañeros, las alianzas y los peligros. Al parecer, nuestro plano no tenía salvación (demasiado caos a través de los siglos) y lo mejor que pudimos hacer fue eso, resetear todo a cero.
Moraleja: No te metas a jugar con el ser más astuto de todos los planos.
Pronto, el epílogo de nuestras historia. Adiós, Oerth. Hola, Golarion.

domingo, 29 de septiembre de 2013

La semana de la locura

Nota breve, en serio. Esta semana fue la más loca que he tenido en mucho, mucho tiempo, algo así como el corolario que necesitaba este mes de locura para irse al fin. Ya sé que aún queda un día más que se termine oficialmente, pero no sé cuánto más de malo pueda pasar en un día que no haya pasado ya en el mes (mejor me callo, las probabilidades siempre me derrotan).
Más allá de la locura en el trabajo, y los afanes de un viaje enloquecido, lo peor fue el desgaste emocional. Digo, visitar a los enfermos es algo bueno, pero es tan doloroso ver alguien que quieres sufrir, más sabiendo que no hay nada que puedas hacer para ayudar. Nada que no sea rezar. Al final, las oraciones son lo único que queda, la fe en que sólo Dios puede hacer algo.
Sé que los milagros no son frecuentes (si lo fueran, no serían milagros), pero no se sabe nunca. 

domingo, 22 de septiembre de 2013

El caso de los chubby bunnies

Ayer tuvimos una actividad algo inusual en el Club que implicaba violar dos buenas normas de urbanidad: llenarse la boca de comida y no tragarla y hablar con la boca llena (de forma comprensible, claro está).
El asunto era meterse un masmelo a la boca y decir "chubby bunny". Después de un minuto, si no se había podido resolver el problema, había que meterse otro masmelo, con lo que ya eran dos, y volver a decir "chubby bunny", y así sucesivamente hasta llegar a cinco masmelos. 
No voy a decir que era muy agradable de ver, pero definitivamente era muy gracioso de ver a todos con  cachetitos inflados (hablando de conejitos regordetes). A la mitad del juego, ya nadie le decía "masmelos" a los masmelos. Al final del juego, nadie quería comer más masmelos por el resto de sus días.
Personalmente, no quiero comer chubby bunnies en una semana (después de eso, no hay problema).

viernes, 20 de septiembre de 2013

Un día en medio de los días

¿Muy críptica? No he escrito mucho recientemente, en algún momento de este mes mis ganas de hacerlo se fueron por el tubo. Es decir, realmente está siendo un mes demasiado complicado, el peor septiembre que alcanzo a recordar (aunque como mi memoria es un asco, puede que eso sea bastante relativo). La verdad sea dicha, lo único que quiero es que este mes se termine.
Ha tenido buenos momentos, no puedo negarlo, como el paseo a Pairumani o...mmm...bueno, estoy seguro que hubo más, pero, de veras, mi memoria apesta para estas cosas. En general, hubieron demasiadas cosas serias, una superpuesta a otra, que hicieron complicado este mes. Aún falta para que se acabe, y sé que aún faltan cosas aún más feas en la semana que viene (es más, las estoy planificando con anticipación, el desastre no me puede pescar desprevenida).
Pero, en medio de toda la locura, un día como hoy en que las cosas salen tan bien que hasta alcanzo a peinarme y descansar es absolutamente refrescante. Sí hubo problemas (gritarte media hora por el teléfono con tu jefa por los impuestos no es algo bueno), pero de alguna bizarra e inesperada manera las cosas se resolvieron y empezaron a funcionar, algo que no había sucedido en días. Me siento agradecida por este día. Probablemente, los demás días de este mes resulten ser una porquería, pero este viernes fue genial.
.
(Termina la transmisión cursi del blog. Para más sarcasmo, esperen unos días. Gracias)

viernes, 13 de septiembre de 2013

Más malas noticias

Definitivamente, todo en este mes está saliendo al contrario de lo que debería. No malo, está simplemente al revés, no tendría por qué ser así. Pero es (maldita la suerte).
Parece que las malas noticias no deja de llegar, y todo se junta como para que no logre hacer nada, o como para que no pueda hacer las cosas como quisiera, que es aún más frustrante.
Creo que lo único que quiero es que septiembre se acabe.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Después de la muerte

Entre una cosa y otra, recién encuentro el valor y las ganas para escribir esto. El martes mi bebito se durmió para siempre. No me dejaron estar con él en la veterinaria (alguna estúpida regla que no tiene sentido para mí) y creo que esa fue la peor parte de todo el asunto, sin contar con mi sobrinito que estaba muy asustado porque creía que su perrito (que es MI otro perrito, en realidad) seguiría el mismo camino inmediatamente.
Es horrible hacerme a la idea de que mi bebito no está más aquí, que no llegaré a casa a ver si está bien o si comió o no tiró nada; o que no iré tampoco a casa de mis papás y veré si está dando vueltas por el jardín; o que mi mamá no me llamará más para contarme las últimas locuras o torpezas de mi bebé. Es triste darme cuenta que se mi amigo de la infancia se ha ido, y esa idea es una de las peores partes.
La otra peor parte es, como diríamos vulgarmente, levantar el desastre que quedó atrás. Por ejemplo, nos dimos cuenta de que su casita, que yo pensaba conservar, estaba con termitas. Si hay algo a lo que le tengo pánico es a que esos bichos espantosos se metan a mis muebles (lo que sólo agudiza la idea de que parte de mi infancia se acabó de ir con mi bebé y que sólo quedó la yo vieja, no de mis mejores encarnaciones), así que la casita tuvo que irse de regreso a la casa de mis papás, que botarán la otra casita que está más llena de termitas. Súmenle lo de llevar la comidita que no comió, guardar su chompita, y lavar el desastre de mantas y cobertores que usó en sus últimos días y estamos servidos.
Aún así, lo extraño mucho. 

lunes, 2 de septiembre de 2013

Otra vez, la vida

Los análisis salieron mal. Todo lo que mi pobre perrito podía tener descompensado, lo tiene. La veterinaria dijo que su hígado y su páncreas fallaron, por eso no quiere comer, y no hay tratamiento ya para él, considerando su edad y todo, sólo sería para paliar un poco las molestias pero a la larga se moriría de eso, y sería peor. También nos dijeron que está sufriendo, y a medida que su condición avance será peor.
Hace unos meses, cuando mi abuelito estaba por partir, escribí que me sentía poco caritativa respecto a él por cosas que no vienen al caso. A pesar de todo, al final sentí que partiera. No puedo decir que lo extrañe terriblemente, pero lo recuerdo con la alegría de los recuerdos de la infancia que son los mejores que tengo de él. Fue un buen abuelo.
Ahora que mi perrito va a partir me siento poco caritativa conmigo misma. Tal vez pude cuidarlo mejor, hacer más antes de que llegáramos a la condición en que está ahora, que sin ser grave, es triste de ver. Mi esposo y mi amiga Marce me dicen que no es hora de arrepentimientos, si no de aliviarle lo poco que le queda de vida y dejarlo ir en paz. Pero, en cierta forma, siento que le he fallado. Creo que, a pesar de todo, hice bien en traerlo estos últimos días, no creo que lo hubieran cuidado en mi casa como nosotros lo hicimos estos días (y estas últimas noches, que hemos dormido en períodos de dos horas, saltando al menor ruido para atenderlo). 
A pesar de todo mi sentido de culpa, he de admitir que tuvo una vida interesante. Hizo muchas cosas que varios perros no alcanzan a hacer en toda su vida, desde perseguir ovejas a mudarse de ciudad, pasando por hacer corretear tras él a viejos y niños en sus múltiples escapadas, cazar pájaros, ratones y ranas (nunca supe como se metió esa cosa en el jardín), saltar muros del triple de su tamaño y sobrevivir al perro-chupacabras. Tengo muchas historias buenas con él, no creo que llegue el día en que pueda dejar de relacionar sus andanzas con las tonterías de otros perros.
Y como si no fuera suficiente, justo estos días escuché una canción simpática y algo boba. La estuvimos practicando para un juego del Club y se me pegó. Y después escuché la letra bien y la relacioné con mi bebé. No puedo escucharla sin llorar. Creo que jamás dejaré de escucharla sin pensar en mi cachorro. Siempre será mi cachorro.

sábado, 31 de agosto de 2013

Palabras proféticas

Hace unos días, cuando le conté a una amiga mis motivos para traerme a mi hijito al depto, aún sabiendo que podría resultarle incómodo, le dije que una de mis razones era poder cuidarlo bien si resultaban ser sus últimos días. Le acerté (jamás he estado tan molesta por acertar).
Ayer por la mañana, el pobre lloró sin estar atrapado en algún lado (que suele ser el motivo de su llanto) y nos dimos cuenta de que estaba respirando con dificultad. Decidimos con mi esposito (Dios lo bendiga por su paciencia) que lo llevaríamos al vet, y de ahí todo fue cuesta abajo.
Le pusieron un antibiótico para el resfrío (que era lo que tenía tapada su naricita), y un vitamina B12 para sus músculos. Esa última parte es la que yo juro que fue lo mandó por el tubo. Al llegar a casa, sus patitas traseras no le respondían, no podía sostenerse parado solito. Después de eso, no quiso tomar agua ni comer, pero se seguía desesperando por moverse.
Estuvimos levantándonos por turnos en la noche cuando lo escuchábamos quejarse. Tuvimos que meterlo al cuarto por el frío y para tenerlo más vigilado. En la mañana, estaba peor. Ya no pataleaba siquiera, y ni alcanzaba a llorar.
Pero lo peor fue cuando volví a casa después del trabajo. El pobre estaba botado en su camita, sin casi reaccionar. Nos asustamos de veras, tanto que consideramos seriamente llevarlo al veterinario (de vuelta) y que lo ayudaran a descansar. Estábamos de hecho con un pie en la puerta, cuando el pobre perrito se retorció en los brazos de mi esposito y lanzó un ladrido.
Le dimos un poco del energizante que le recetaron y salimos al Club para despejarnos (de veras, sentarnos a ver como el pobre se nos iba de a poco es muy horrible). Al parecer, sirvió de algo, porque cuando llegamos se había movido un poco.
Le dimos un poco más y creo que está reaccionando. Al menos, nos ladró y nos gruñó y, para no perder sus buenas costumbres, se retorció y dio guerra para tomarse el medicamento. 
No quiero hacerme ilusiones, sé que está muy delicado y que tal vez no salga de esto, pero en cierta forma siempre creía que mi perrito sería eterno. Me cuesta mucho desprenderme de él, estuve llorando casi todo el día y aún no me hago a la idea. En cualquier caso, no quiero que sufra.

lunes, 26 de agosto de 2013

En casa

Desde el día que nos mudamos, dije que me traería a mis hijitos conmigo al depto. Claro que del dicho al hecho hay mucho trecho y eso, así que entre una cosa y otra lo íbamos posponiendo para después. El principal pretexto para posponerla era que la terraza donde deberían estar está junto al techo de la casa y quedó algo bajito, y había el miedo de que, hipotéticamente, mis perros se treparan al techo y se pasaran al de la vecina (que, dicen las malas lenguas, es un dolor de cabeza).
Mi esposito proponía poner una super malla o una reja o cosas así de complicadas, mi idea era simplemente poner sus casas en el rincón bajito y se acabó. Incluso considerando lo cirqueros que pueden ser mis perros, me parecía muy improbable que se subieran al techo de sus casas para ir al techo  de la casa en busca de aventura (o palomas, en cuyo caso yo no los bajaría...que espanten a las palomas). La discusión se hizo eterna y después fue poco recurrente, hasta que una conversación con mi mamá precipitó todo.
No que mi mamá estuviera a favor de que me llevara a los perros (no porque se los quisiera quedar o algo así, si no porque creía que no era buena idea tener dos perros en una terracita de 3x3 m), así que la quejadera no iba por eso. Simplemente, me contaba todas las barbaridades que hacían mis bebés para entretenerme (o asustarme). El caso es que la historia de ayer me aterró. De acuerdo a mi mamá, que no suele exagerar, mi perro más viejito (que ya no ve muy bien, por no decir nada) se enredó hace dos noches con las ramas bajas de un manzanito de morondanga del jardín, no pudo soltarse, le cayó la última aterradora lluvia de locos, se mojó y se puso a aullar-llorar. Mi hermana salió a soltarlo, pero el pobre ya estaba mojadito. 
Como si fuera poco, ayer, que seguía lloviendo, el zoquetito seguía saliendo de su casa a tirarse en los charcos de agua y mojarse más. Mi mamá tuvo que encerrarlo en su casa con una tabla y trancas el resto del día para que dejara de hacerlo. Su diagnóstico es que el pobre agarrará una neumonía que lo despachará al otro lado.
Lógicamente, entré en pánico y mi esposito, para calmarme, nos hizo ponernos en campaña ipso facto. Hoy nos pasamos la mañana y parte de la tarde poniendo la bendita malla de alambre (o malla de gallinero) en la terraza para que el perrito viejo (que no tiene fuerza ni para saltar) no se suba al techo. Quería traerme a mis dos  bebés, pero mi esposito dice que primero probemos con uno y después ya veremos. 
Con el dolor de mi alma, tuve que dejar a mi Cacho, que me miraba con cara de "no me abandones, llévame contigo" en casa de mis papás y traerme sólo a mi Rulito. Su casita está instalada y, aunque se durmió botado en el suelo (para variar), lo metimos a su casita para que no agarre más frío del necesario. De momento, está tranquilito, pero no se sabe nunca qué locura se le ocurriría hacer. 

martes, 20 de agosto de 2013

Cumpliendo un año más

Al parecer, la pasada patada a la consciencia del Club funcionó. Nos habíamos propuesto llegar a nuestro 6° Aniversario, en que podría suceder una de dos cosas: 1) tener una fiesta "normal" como todos los años o, 2) Entregar la Copa de las Casas al que fuera ganando en el marcador de las casas y declarar cerrado el Club. Por suerte, todos estuvieron muy cumplidos últimamente, así que preparamos una fiesta de Aniversario sin preocupaciones (al menos, hasta que lleguemos al Baile de Navidad).
Debo admitir que tal vez no haya sido nuestra fiesta más creativa, otra vez volvimos al tema de las clases, pero fue genial y divertida. Todo estuvo genial, empezando de la clase de Estudios Muggles (las cosas que inventan esos cuates), pasando por una muy bizarra clase de Defensa Contra las Artes Oscuras con un profesor de intercambio, hasta llegar a la consabida comilona, obligatoria en todas las fiestas del Club.
Como siempre acabamos con baile hasta las 3:00 a.m., hora en que los sobrevivientes caímos en los sillones a dormir y descansar para reunir fuerzas para limpiar la casa al día siguiente. Pasar clase, comer, bailar, estar con los demás freakis amigos...¿qué más se le puede pedir a una fiesta?
¡¡Feliz Aniversario, gente del Club!!

sábado, 17 de agosto de 2013

Cantar

He estado tan ocupada quejándome (más) estas últimas semanas que ni siquiera he tenido tiempo (o fuerzas) para escribir. Cualquiera diría que mi trabajo (la tienda) no tiene mucho de estresante, pero lo cierto es que sí lo tiene y gran parte de mi falta de historias (y ganas) tiene su origen en él.
Creo que he dejado (tontamente) de lado las pequeñas cosas que hacen bonita mi vida. Por ejemplo, recientemente, he estado tomando clases de canto y de teoría musical. Moi es la encargada de hacer que cante decentemente, lo cual es una tarea hercúlea, si me lo preguntan, considerando mi absoluta falta de técnica y mi casi completo desconocimiento de lectura musical.
Debo admitir que disfruto las clases, aunque me frustra no ser un genio musical (lo que me recuerda que algún día debo poner en orden mi lista de Odios musicales) y aprender todo rápido y que todo me salga bien a la primera. Odio no poder reconocer las notas por su nombre cuando las escucho.
Suponiendo que eso viene con el tiempo, ahí entra la segunda parte de las clases. Teoría musical implica más cosas que sólo la teoría, están también el solfeo y la rítmica, y después viene la armonía y esas cosas. Irónicamente, hace casi 20 años que no practico solfeo, desde que salí de la Simeón Roncal cuando era niña, y de todas formas tomé todo un año de armonía. Lógicamente, entendía la mitad de lo que me decían,y aún así logré aprobar la materia (con una nota sorprendentemente buena, debo agregar). El caso es que, clases de armonía y todo, soy incapaz de leer una partitura distinguiendo la música (no sé si me explico). Para eso son las cases de solfeo. Lo interesante, es que parece no costarme tanto como los ejercicios de canto o de respiración a veces me cuestan (un día me hice dar flato sólo por practicar respiración). Y aún así, disfruto leer los ejercicios de solfeo.
La música siegue siendo mi alegría en medio del caos que puede ser la vida.

viernes, 9 de agosto de 2013

Crecer apesta

Supongo que por esto es que no quería crecer: la vida es demasiado complicada, y no se hace más fácil a medida que llevas más años en ella, sólo se pone más difícil. Supongamos que este es el estrés escribiendo y que mi habitual serenidad y cordura se han tomado unas muy merecidas vacaciones, dejando a cargo a todo mi histerismo. De todas formas, debo admitir que me siento excepcionalmente cansada, ni siquiera el feriado pasado (y creo que tampoco el que viene) me ayudaron a relajarme o a sentirme un poco más descansada. De hecho, fue aún peor porque me costó muchísimo regresar a la rutina después de un día de "vacaciones". 
Tengo muchas preocupaciones encima, algunas son pequeñas y otras me están matando. Crecer apesta.

sábado, 3 de agosto de 2013

El creador de mitos

...la moderna necesidad de fantasía está relacionada directamente con las condiciones más y más opresivas e intolerables del mundo real. Nuestro mundo está asediado por guerras, pobreza y enfermedades y nos gustaría vivir en un tiempo y lugar en que la vida fuera sencilla y segura; nos volvemos entonces a la fantasía. " (Daniel Grotta)
Agosto empezó algo extraño. Tal vez sea que ando muy estresada, o que mi jefa es la que está estresada, pero me siento horriblemente cansada para ser recién el segundo día del mes. Y como siempre que necesito una salida de escape, me busco algún libro que haya leído y que conozca que me saque un ratito de mi (aburrida) realidad.
Lo primero que saqué del librero fue la biografía de J.R.R. Tolkien de Daniel Grotta, bastante completa si me preguntan. Se nota que recurrió a muchas fuentes, amigos y familiares, para dar una idea clara de lo que vivió y como llegó a escribir uno de los libros más importantes del siglo XX.
Tolkien era una persona muy peculiar a la que le tocó vivir todo el caótico cambio del siglo XX, pero que lo enfrentó de forma muy distinta a la mayoría de las personas. Hay algo en su vida que no deja de conmoverme, tal vez porque pasó muchas tragedias y dificultades cuando era un niño y salió de eso sin volverse un resentido; tal vez porque vio el horror de las trincheras pero no se convirtió en un cínico. Tolkien era un sabio en muchos sentidos.
Claro que también tenía sus cosas, como eso de no aceptar muy bien las críticas a su trabajo, pero ¿quién en el mundo no tiene manías? Además, según yo, alguien capaz de darle al mundo un libro como "El Señor de los Anillos" y toda la mitología de la Tierra Media, merece que se le disculpen todos sus pecadillos.
Una vez, uno de mis docentes menos apreciados dijo que "El Señor de los Anillos" es un "ladrillo monotemático". Aparte del obvio deseo de golpearlo, después sentí algo de pena por alguien capaz de tener una opinión así. En el hipotético caso de que haya leído el libro (que me parece dudoso conociéndolo), me parece la opinión del alguien demasiado cínico como para ver que hay cosas buenas en un mundo que se cae a pedazos y que es muy traumante. En fin.
No hay mucho más que pueda decir sobre Tolkien que no hayan dicho escritores más capacitados que yo. Disfruto leyendo sobre él y me hubiera encantado conocerlo...aunque no creo que él hubiera querido conocerme a mí, locas acosadoras y eso. 

martes, 30 de julio de 2013

Mis gustos caros

He estado pensando últimamente sobre mis gustos, y caí en cuenta de que todas las cosas que me gusta hacer, o quisiera hacer, son caras. Quiero tocar un instrumento y me elijo uno que siempre cuesta encima de los 1000$: un piano. Caro. Quiero pasar clases de canto y la mejor profesora de la ciudad cobra 500 Bs por cuatro clases al mes. Caro. Me gusta leer libros a montones y resulta que en Bolivia los libros se importan como artículos de lujo, o sea, caro.
Podría seguir con mi lista de cosas, pero creo que sería redundante. Sabía que era una persona complicada, pero jamás había caído en cuenta de que soy cara. ¿Cómo llegué a esa conclusión? Ayer, por puro masoquismo, fuimos a ver con mi esposito unos arcos (de los de disparar flechas, por las dudas) que llegaron a una de esas tiendas de caza y pesca. Vi el arco, y por unos segundos lo tuve en mis manos...y tuve que dejarlo porque no puedo permitirme ese gasto.
Juro que se me estrujó el corazón, lo juro (o al menos sentí una cosa rara en el pecho...a lo mejor era hambre). De ahí en adelante, estuve deprimida. No que el arco sea caro, es que es mucho dinero para gastar de una en algo que no necesito con urgencia (porque hay un diferencia abismal entre "caro" y "mucha plata". Fue muy frustrante.
¿Po qué tenía que gustarme la arquería? Ah sí, ya me acordé. Todo es culpa del Comité Olímpico y de los que se les ocurrió el encendido de la Llama Olímpica en Barcelona '92. Sepan que los odio.

lunes, 29 de julio de 2013

Lectura atrasada

Siempre me he jactado de leer muy rápido, pero hay cosas que son superiores a mí y no puedo terminarlas. Debido a eso, ya tengo dos libros en mi lista de pendientes (al menos, que yo sepa), y una larga lista de libros varios para revisar a ver si encuentro algo más para estirar mi lista de pendientes. ¿Qué retrasó mis lecturas, aparte de la flojera que últimamente se me ha agudizado y la ventaja de que tengo tele en mi cuarto e internet de banda ancha?
Como muchos saben, sólo hay un anime que he visto completo de principio a fin, incluyendo sus dos películas y las OVAs (he visto algunos más, pro si me perdía un capítulo no era el fin del mundo, digamos). Sakura Card Captors, de las CLAMP, me lavó completamente el cerebro cuando tenía más o menos 15 años. Cualquiera diría que esa es edad suficiente para dejar de ser ingenua, al menos con programas más infantiles que otra cosa (aunque los personajes de Sakura tenían unos problemas sentimentales que no serían muy aptos para niños), pero yo siempre he funcionado al revés, así que estaba completamente fascinada.
Por mucho tiempo, busqué los mangas de la serie para leerlos. Hay un chico acá que tiene una tienda de comics y que tiene la mitad de los mangas de Sakura (o sea, 6 de 12 libros...o algo así), pero siempre están caros y no puedo permitirme comprármelos. Hace unas semanas, no sé de cómo, se me prendió el foquito y me dije a mí misma: "Mí misma, ¿por qué jamás buscamos el manga de Sakura en internet?". 
Después de darme varias patadas mentales por mensa, busqué el manga y lógicamente lo encontré en dos patadas, no era difícil. Lo bajé, lo abrí y me dí cuenta de que eran más 2000 páginas de historia. Un reto sí, pero nada realmente grave considerando que no había muchos cuadros por página.
Por algún motivo, me costó mucho terminarlo. Tal vez es que estoy demasiado acostumbrada a la historia del anime, o que la traducción no era la mejor, o que muchos cuadros eran exactamente iguales a varias escenas del anime y me parecía que estaba viendo la serie otra vez...no sé. Pensé que iba a ser un poquito más emocionante.
No que sea malo. Es extremadamente cursi, pero no malo. Los dibujos son buenos, aunque veo un exceso de flores digno de un florero. También hay ciertas tramas de historia que no aparecen para nada en el manga y eso, pero creo que disfruté más la historia del ánime por el exceso de cartas, de capítulos y de situaciones ridículas en que todos se metían. Terminé de leer el manga, pero fue más por pura terquedad que por otra cosa, para que nadie pudiera decirme que no sé todos los detalles de Sakura.

jueves, 25 de julio de 2013

Tiempos extraños

Había pensado en escribir el domingo, justo cuando acabamos de ver una película de animación bastante buena, pero el lunes empezaron a llegarme malas noticias y a pasar cosas que de ninguna manera podía controlar. No puedo escribir nada interesante si estoy deprimida, es como una norma.
Lastimosamente, la semana no mejoró después del lunes. Tuve buenos momentos, sí, pero las cosas se siguen acumulando una tras otra y mis ánimos no están mejores. 
Primero llega la noticia de que una de mis compañeras de promoción fallece, lo que a toda luces es muy malo. No puedo decir que haya sido una de mis mejores amigas ni nada, pero tengo buenos recuerdos de ella (todos relacionados con la matemática y la ortografía), y es lamentable que alguien tan joven se muera. Nadie tiene la vida comprada y eso, pero fue horrible igual.
Después de eso, me entero de que el coro no da para más y se les avisará a todos que ya no hay más ensayos ni nada. Adiós a mi vida musical y demás. Necesito hacer música, no es de loca que ando cantando o tarareando todo el día (bueno, sí es de loca, pero es la manifestación más evidente de mi necesidad de música), y quedarme sin coro es...bueno, también es horrible.
De ahí la semana fue cuesta abajo, definitivamente. Mi último motivo de depre: mi primera clase de canto. No porque Moi, que gentilmente se ofreció a ayudarme con eso en vista de la falta de coro, hiviera algo mal, sino porque yo soy un absoluto desastre. Es frustrante, Debí empezar con las clases de canto hace años, así no tendría tan pésima técnica ahora.
Eso sí, debo admitir que la reunión del antiguo Club de Caza y Pesca, a ser rebautizado como el Club de las Viudas de los Miércoles, fue algo muy bueno. Las chicas me alegraron el día, definitivamente. Es extraño lo que le hace al ánimo rememorar todas las cosas que salieron mal en la boda de una.

domingo, 21 de julio de 2013

Jugando al ama de casa (o cómo te enteras que una cantante hizo tu comida favorita)

Todas las personas que me conocen saben que no me gusta cocinar (aunque comer es otro cuento), al menos no me gusta cuando se convierte en una muy desagradable rutina de todos los días. Me gusta preparar cosas especiales de cuando en cuando, con alguna receta interesante, pero cocinar todos los cochinos días...ni muerta.
De todas formas, debido a cierta insistencia de mi santa y abnegada madre de que no podemos vivir (mi esposito y yo) arrimados a la cocina de mi suegra todos los días, decidimos cocinar un domingo, que es mi único día libre, la verdad. Eso fue hace unas tres semanas.
Compramos los ingredientes para uno de mis platos favoritos de todos los tiempos: pollo a la Tetrazzini. Mi mamá sacó ese plato de un libro que tenía de recetas italianas de gente famosa (recuerdo haber visto una página del libro que tenía un Spaguetti a la Claudia Cardinale, y otra cosa con pasta de Sofía Loren), aunque le hizo algunas modificaciones para que fuera "más fácil" de hacer (según ella). No es difícil de preparar, eso es lo bueno de la mayoría de la comida italiana, la parte mala es que en ensucias todo. La cosa es que, entre una cosa y otra, recién pudimos cocinar hoy (todos acá dijeron que estaba muy rico, pero creo que no les acabó de convencer mi super matador pollo a la Tetrazzini).
Cuando ya estábamos acabando de cocinar, a mi esposito se le ocurrió buscar quién era el/la tal Tetrazzini. Resultó que Luisa Tetrazzini fue una soprano coloratura italiana, muy famosa a principios del siglo XX por su técnica. Según Wikipedia en español (porque el artículo en inglés, aunque más complet, ni lo menciona), se inventó (o le dedicaron) el Pollo a la Tetrazzini. Considerando que a su archirival, Nelly Melba, le dedicaron la Copa Melba, ella salió ganando (no más hay que ver su foto que saqué de Wikipedia).
Como siempre que mi esposito hace una investigación sobre alguien que hizo algún ruido, buscó en Youtube (la otra fuente de casi toda sabiduría) y encontró el video al que se refieren en el artículo en inglés. La señora, ya mayor y a punto de retirarse, canta junto a una grabación de Enrico Caruso, su amigo, y no parece que ni le costara llegar a esas notas (señora hábil).

jueves, 18 de julio de 2013

La hora del te

Desde que nos mudamos, he tomado el té en contadas ocasiones, la mayoría de ellas fuera del depto. Podría contar con los dedos de una mano las veces que hemos tomado el té como Dios manda en casa, y todas ellas fue porque teníamos invitados. Hoy, tomamos el té a una hora casi perfectamente inglesa...y fue porque mi mamá vino de visita.
Hasta ahora, mi mamá no había venido nunca, o sea que no tenía idea de como vivimos (aunque sospecho que tenía varias ideas, ninguna muy halagadora). Debo admitir que estaba algo nerviosa, básicamente porque sé cuan críticos pueden ser mi mamá y mi papá en lo que se refiere al orden y la limpieza. No que el depto esté hecho un chiquero, pero definitivamente no alcanza los niveles de lo que  mis papás consideran limpio y ordenado (al parecer el caos organizado no cuenta como "orden"). 
Sorpresivamente, todo fue bien. Mi mamá llegó con mi sobrinito, charlamos, tomamos el té con masitas, invitamos a mi suegra a tomar el té con nosotros, charlamos más. Si no fuera porque mi sobrino le dio por dar vueltas como gallina enloquecida buscando cosas para lanzar, hubiera sido una tarde perfecta.

viernes, 12 de julio de 2013

Tarde como siempre o Como una serie de decisiones estúpidas terminarán con la humanidad

Debí escribir esto el domingo por la noche, volviendo del cine, pero estaba realmente cansada así que lo dejé para el día siguiente. Sin embargo, parece que nadie me avisó que el lunes sigue al domingo, no el viernes. De todas formas, aquí está.
Le había prometido a mi esposito que iríamos a ver "Guerra Mundial Z", o más bien que él vería la película y yo me escondería detrás de las pipocas (o dentro, si es que ya habíamos vaciado el bote), en el supuesto de que sería una película de terror. Es decir, por mucho que me guste dispararle a los zombies en el "Left4Dead", verlos en acción en el cine no es siempre de mi agrado.
Resultó que no tenía mucho de terror, aparte de lo obvio que puede tener una peli de zombies. La historia va más de tratar de encontrar una solución al problema de la amenaza zombie. Brad Pitt hace de un inofensivo padre de familia que, al parecer, tiene un pasado con algo más de acción que hacer panqueques con formas raras. Al declararse la amenaza zombie, y esa parte de la historia sí que me gusta porque el virus es impresionantemente rápido, su prioridad es poner a su familia a salvo.
Claro que de ahí en adelante se ve metido en un millón de líos tratando de encontrar una cura, y su misión apesta desde el mero principio porque el científico a cargo será un genio pero es un completo inútil con las armas.

Y ahí es donde la historia es pone interesante y cruelmente realista. ¿Por qué? Una vez, durante una sesión de rol mientras tratábamos de salvar a un ángel empalado con su propia lanza y fallábamos miserablemente, el master dijo algo como "Es fácil ser un héroe en restrospectiva". No suelo hacer mucho caso de lo que diga el master, pero debo reconocer que tenía razón en ese momento, y que su frasesita (que pasará a la posteridad por este blog) es aplicable a la trama de esta película. Es fácil tratar de salvar a la humanidad de la amenaza zombie cuando uno está cómodamente sentado en su asiento del cine, tragando pipocas con queso de nachos, y criticando todas las estúpidas decisiones que toman los personajes de la historia. ¿Te disparas a tí mismo al tropezar con un avión? duh, quita el dedo del gatillo. ¿Los zombies te persiguen porque la gente a tu alrededor hace un montón de ruido innecesario? Por favor, mándalos a callar a todos. Elemental.
Supongamos que ser un héroe es fácil incluso con el factor de ventaja de que eres Brad Pitt. En ese caso, tendríamos una película que terminaría en media hora y una decepción total del público. Claro, la humanidad estaría a salvo, pero ¿qué de divertido tiene eso?