jueves, 22 de octubre de 2015

Vacaciones otra vez

Hace más de un año y medio que no tenía tiempo para descansar (o más, considerando que en  mis últimas vacaciones lo último que hice fue relajarme), y puedo asegurar que me hacían mucha falta. 
Siendo honesta, tampoco creo que logre descansar mucho en estas vacaciones, y aún no estoy segura si eso es bueno o malo. Para empezar, mi esposito viajó a Cambalandia por una semana y aunque no estoy sola, todas las responsabilidades de la casa me caen encima, siendo la principal de ellas hacerme cargo de los horarios de paseos de nuestro hijo peludo. En mi planeta, eso no es mucho descanso: resulta que el bebé se dio cuenta que su papi no anda cerca y, aparte de lo nervioso que anda por  buscarlo y saltar a todos los ruidos de la puerta, se está dando cuenta que puede hacer lo que quiera cuando sólo está con mamá...qué suerte no tener hijos humanos en este momento, de verdad.
Aparte del perro, resulta que yo también me siento melancólica por la ausencia de mi esposito. Podrían decir que debí sacar vacaciones cuando estuviera él en casa, pero era ahora o nunca (porque en noviembre y en diciembre no habrá permisos para nadie...lo que me pone en conflictos con el campeonato de tiro), y además el detalle de que si iba a estar sola con el perro, mejor estar todo lo posible en casa, en lugar de correr de un lado al otro para no llegar tarde al trabajo por sacarlo a pasear en las mañanas para que no haga de las suyas en mi ausencia. 
Me dije a mí misma: "Mí misma, hay que mantenernos ocupadas para no aburrirnos, podemos hacer todas las cosas de las que nos quejamos no tener tiempo para hacer". Resulta que el tiempo es muy largo, o yo me distraigo demasiado fácilmente, así que es momento (y sólo llevo en mi segundo día vacaciones) de tomar medidas drásticas: ordenar la casa, ordenar los libros de mis papás, bordar deben cubrir el tiempo que me queda entre pasear al perro, darle de comer, leer, entrenar tiro y ensayar con el coro. Y todo eso estando resfriada y/o medio drogada por los antigripales (¿mencioné ya que estoy resfriada?).
Eso sí, no pienso preocuparte por la tienda en estos días. La dejé en buenas manos, y si resulta que arde...bueno, paciencia. Ya aprendí la lección de mi anterior vacación.

jueves, 15 de octubre de 2015

Felicidad

Felicidad es...ir a la Feria del libro y encontrar la primera parte del libro del que sólo pudiste conseguir la segunda parte hace un año...y poder comprarlo. La espera valió la pena. 

domingo, 11 de octubre de 2015

El mundo friki

Antes que nada, debo declarar que soy una friki demasiado orgullosa de serlo, con añadas en mi haber, no como los huecos y huecas que se suben al bus de la moda con sus gafas de pasta gruesa sin graduación y que consideran "50 sombras de Grey" como literatura. Hecha mi declaración de principios, prosigamos.
Hoy había un evento de la Sociedad Tolkien Bolivia. Hace semanas que habíamos visto el anuncio con una amiga, y ya habíamos planeado ir. Después, resultó que los del Club de Tiro harían una pequeña demostración, así que con más ganas me lancé a ir, llevando mi arco de paseo.
Debo reconocer que era todo era chiquito, lo hicieron en un café y en un patio mega grande (si tuviera ese patio, entrenaría en casa), había mucha gente interesada en disparar (normal, no es un deporte que se vea mucho y llama la atención), y vi varias cosas interesantes. Lógicamente, les falta mucho para hacer una convención decente, pero lo que les faltó de organización les sobra en entusiasmo y buen humor.
Otra cosa interesante fue encontrarme con varios conocidos ahí. Sorprendente no, todos los frikis nos movemos en los mismos círculos, pero definitivamente agradable. Supongo que es bueno saber que somos más de los que parecemos (incluso contando a los que pronuncian "Saurón") frente a la sociedad reguetonera. 

viernes, 9 de octubre de 2015

No necesito un bebé

A pesar de lo feminista que pueda sonar el título, no se dejen engañar. Por supuesto, estoy más que de acuerdo con muchos de sus postulados, con otros no, y otros me parecen algo jalados de los pelos, pero como les dije, ese no es el asunto de este post. 
Veamos, una pequeña encuesta: ¿qué es en lo primer que piensan cuando se habla de bebés? Personalmente, lo primero en lo que pienso es un pañal sucio. Y no me o invento, no, tengo tres hermanas menores y dos sobrinos, y por adorables que sean los bebés no puedo pasar por alto el que son unas pequeñas máquinas de hacer popó. Francamente, le escapo a la cambiada de pañales, si es de pipí no importa, pero si es de popó ya me tenían lista huyendo en la dirección contraria.
Tal vez ese sea uno de los motivos por los que aún no tenemos hijos-máquinas-de-hacer-popó con mi esposito, digan lo que digan los alarmistas que me anuncian mi fecha de caducidad. No tengo estómago para cambiar pañales. No. 
Lo raro es que no tengo problemas en levantar popó del perro, y lavarle el trasero (bien cubierta con guantes, claro) a nuestro perro, y más en estos días que ha estado medio malito del estómago (por decirlo con elegancia). Eso me ha llevado a pensar en que, en realidad, no necesito un bebé-hacedor-de-popó, para eso ya tengo a mi hijito perruno y como no le tengo asco a limpiarlo, todos felices.

miércoles, 7 de octubre de 2015

En su sitio

Debo admitir que tenía mucho miedo a la llegada de este octubre, muchas cosas empiezan a coincidir en el tiempo a medida que se acerca el fin de año, en especial en este mes. Si a eso le suman mis varias frustraciones por temas de la realidad (porque en mi mundo de las tardes-noches, todo va bien), tenemos una Meli bastante nerviosa.
Pero, sorpresivamente, incluso contando con todas las cosas que ya iban mal (y que siguen yendo mal), todo parece estar cayendo por su peso en su sitio. Todavía estoy preocupada, pero los días pasan tranquilos (dentro de lo que cabe) y aún no me he vuelto loca (más). Y, la mejor parte, es que hay unos rayos de luz al final de este mes, llamados vacaciones.
Probablemente, mis preocupaciones se traspapelen en el ajetreo diario y empiece a temer a Noviembre (que nunca me ha pasado) o a Diciembre (que tampoco me ha pasado). De momento, todo bien en el frente.