lunes, 29 de diciembre de 2014

Auto-regalo

Después de una Navidad altamente nutritiva (y es que una baja de peso todo el año para volver a subir de golpe en las fiestas), y las correspondientes celebraciones con el Club, vengo ante ustedes, lectores míos (si es que existen) a cacarear mis regalos.
Para ser exactos, debería decir que sólo puedo cacarear de un regalo en específico. No que los otros no me gustaran, sólo que éste es mucha cosa. Además que como pagué la mitad y lo escogí yo misma, es más genial incluso.
Si lo están dudando, no, no me compré un auto (¿qué haría yo con un auto?). Con mi esposito nos compramos un LEGO de Harry Potter, más específicamente el del Expreso de Hogwarts con el Ford Anglia incluido. No es el primer Lego que tenemos, pero es tan divertido armarlos (aunque después no se puedan desarmar), que cada uno es como el primero.
Mueran de envidia 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Navidad

Sospecho seriamente que un signo de que ya estás envejeciendo es tener todos los regalos antes del 24  de dciembre en la tarde. Así una tiene la tarde libre para prepararse para los atracones festivos.
Feliz Navidad a todos!

martes, 16 de diciembre de 2014

El Hobbit: La batalla de los Cinco Ejércitos (LIGERAMENTE basado en el libro)

Y puedo decirlo con toda la certeza del mundo, mientras escribo esto esto el libro en edición Anotada y me di el trabajito de contar páginas y todo. Cada quién haga sus cálculos, pero me parece algo exagerado hacer una película de casi 2:30 horas para 75 páginas de una historia que tiene 333 páginas en total. No creo que la proporción cambie mucho de un idioma a otro, así que mi afirmación se mantiene.
Veamos, la "tercera" parte de El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos, es el desenlace del tremendo jaleo de lugares, tiempos y personajes, que se armaron en las dos películas anteriores. Como dije en su momento, la primera me gustó mucho, pero la segunda fue una decepción por toda la sobrecarga de detalles inventados y exagerados. La tercera es una continuación de lo mismo.

Nunca entendí muy claramente el motivo por el que convertir una historia de un sólo libro en tres películas, aunque claramente la motivación lógica es exprimir hasta el final a la gallina de los huevos de oro. Obviamente, nadie en el equipo de producción de las películas admitiría eso jamás, su pretexto es dar una versión "completa y extendida con los otros escritos de Tolkien" de lo que sucedió en El Hobbit. Como admiradora del trabajo del Profesor, se me ocurre que ese planteamiento se cae por todos lados. No se puede dar al Hobbit el mismo tratamiento que se le dio al Señor de los Anillos, sencillamente porque son diferentes en su misma esencia. El primero es un cuento sencillo escrito para sus hijos, que si bien está dentro del mismo mundo épico, no tiene esa intención, mientras que el Señor de los Anillos sí pretende ser una crónica gloriosa y solemne de los últimos días de la Tercera Edad. Al tratar de estirarle y meterle detalles rebuscados, luchas heroicas entre ejércitos gigantescos, y escenas de peleas llenas de acrobacias, le quitan completamente su idea esencial.
Admito que tiene efectos muy buenos, buena fotografía, los vestuarios y maquillajes me encantaron, la música está preciosa, y los actores son francamente buenísimos. Pero todo eso falla por la historia, que del libro sólo sacó la idea básica de "Dragón destruye la ciudad, Bardo mata Dragón, Enanos buscan la Piedra del Arca, Enanos encerrados en la montaña con todo el mundo afuera, Bilbo hace su jugada, Batalla de los Cinco Ejércitos, Thorin muerto, Bilbo regresa a su casa. Fin". Para llegar a las 2:30, le echaron un montón de relleno en medio. Lo que me parece irónico de todo eso, es que le quitaron de un tajo casi todo lo interesante de Beorn y quedó reducido a una aparición de dos segundos de morondanga.
Sigo sin saber de dónde se inventaron tan mala leche para Thranduil (era medio rayadín en el libro, pero esencialmente bueno), todo ese conflicto en que apareció Legolas, y el improbable y poco creíble romance entre una elfa (también inventada) y un enano (eso fracasaría sin dudarlo...y sus escenas me daban vergüenza ajena por edulcoradas). Por si fuera poco, le metieron cosas que era demasiado obvio que se las copiaron de otras partes, como los "gusanos come-tierra" que se parecían sospechosamente a los bichos de los canales Nydus, Legolas brincaba y saltaba como el Príncipe de Persia, y las escenas estaban tan alargadas que parecían varios capítulos seguidos de Supercampeones. En mi personal opinión, una peli empieza a tirar hacia ser mala cuando llega un momento en que siento que ya está demasiado larga y empiezo a desear que el final llegue lo antes posible para irme a casa a descansar, y al Hobbit le sucede eso precisamente.
Por el final que le dieron, muy en especial a Bilbo y Legolas, se nota que tenían la intención de "engancharla" con las películas del Señor de los Anillos. Lo triste de eso es que me recordó al final del Episodio III de Star Wars, con el que también me sentí algo decepcionada (creo que no tanto), aunque aquí me pareció más jalado de los pelos, en especial la parte en que hacen mención a Aragorn-Trancos.
Finalmente, un detalle simpático y que no afectaba mucho a la "trama": lindo cerdo de guerra el de Dáin Pie de Hierro, y también lindas esas cabras de guerra que no se sabe de dónde salen y sólo aparecen muy oportunamente ahí.
En pocas, veánla bajo su propio riesgo.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Enferma

Debe ser mi mal karma el que siempre hace coincidir el despunte en mis deseos de cantar con un resfrío que se ensaña con mi garganta y me deja afónica y con tos por varios días. Hace unos días vi "Quartet" (despunte), y justo después me contagié de todos los virus de resfrío que andaban rondando.
Aparte del obvio malestar y todos los molestos síntomas, empecé a toser como perro, se me cerró la garganta casi por completo y...ni media nota, ni aunque lo intentara. No podría cantar decentemente ni aunque mi vida dependiera de ello.
Y como un obvio sarcasmo de la vida, me entero de una clase magistral abierta dictada por una mezzosoprano cubana. Ronquera o no ronquera, me fui a la charla, que por cierto fue muy buena e instructiva. Lógicamente, me deprimí. El día de la charla coincidió con lo peor de mi ronquera, sin importar todas las pastillas de propóleo, miel, y/o menta. No soy muy buena sobrevellando eso, así que estuve de un humor de perro ese día... no he mejorado mucho desde entonces.
Y estar escuchando esto no ayuda.