Como todos saben, soy una apasionada partidaria de que dormir de noche es para los débiles, más que nada porque el silencio de esas horas (gracias, débiles, por dormir) hacen que pueda leer, trabajar y concentrarme mejor en general...a no ser, claro, que yo misma haya sucumbido a la debilidad y me esté cayendo de sueño (algo no tan raro, últimamente). Eso sí, creo ser una trasnochadora razonable, en el sentido de que, por ejemplo, si sé que tengo trabajo al día siguiente, pues trato de dormir más "temprano" de lo que dormiría (o no) si no lo tuviera.
Pero, algunas veces sucede, que por razones ajenas a mi voluntad (que no es la gran cosa, por cierto), resulto que imcumplo mi regla de respetar mi descanso y no pego ojo en toda la noche. Por ejemplo, podría suceder que me tope con un libro super interesante y atrapante. Me pasó con el pirmer libro de Harry Potter, allá cuando tenía 16, me pasó con El Señor de los Anillos casi por la misma época, y me ha pasado con varios libros en mi vida. la última víctima: Los juegos del Hambre.
Resultó que realmente la película es una adaptación muy fiel de la historia, aunque ciertas cosas que no se entendían en la película (uso de símbolos, por ejemplo) quedan perfectamente claras en el libro. No esperaba alta literatura, así que el libro me atrapó, disfruté la historia y me quedé sin dormir (todo en uno), aunque debo decir que no fue a propósito.
Si algo de malo tiene el libro, es que es contado en primera persona, desde lo que Katniss, la protagonista, piensa y ve. Ese estilo me recuerda demasiado a Crepúsculo y a la quejica de Bella Swan (debo decir que le perdí el respeto después del tercer libro), así que aunque Katniss no se queje (mucho), sigue sin ser muy de mi agrado.
Eso sí, me faltan todavía dos libros para enterar de qué va todo la historia, y si el primero fue un drama, me imagino (espero, de verdad) que los siguientes serán aún más drama (o la idea de una trilogía perdería completamente el sentido. Esperen mi informe detallado para cuando termine la saga...con suerte, hasta el fin de semana.