Viajes en el tiempo

Tuve un día de los más raro, uno de esos sábados realmente agotadores y lleno de cosas raras (como yo comprando zapatos plateados para ir a bailar), pero la parte más rara del día fue lanzarnos directamente al cine sin muchos planes previos. ¿La víctima? La nueva de X-men.

Desde que vi la serie animada hace muchos años, cuando era una joven niña inocente, siempre me gustaron los X-men. En esa época, no sabía que existía un comic desde muchos años antes a la serie, o que existía un multiverso en que varias historias eran posibles, y no lo supe hasta hace algunos años (bendito internet y compañías frikis). Después vinieron las películas, otras series, y algún que otro comic cayó en mis manos. Pero quedémonos con la historia que plantearon las películas, incluyendo al extraña 3, las de Wolverine y, "First Class" (que recién vi hace unos días).

Esta nueva peli muestra un futuro en que los Centinelas, los clásicos robots caza-mutantes, se salieron de control después de cazar a los mutantes y empezaron a cazar humanos normales, así que quedan muy pocos sobrevivientes. Los restos de los X-men, incluyendo al Profesor X (no me pregunten como rayos se supone que está vivo de nuevo, eso sí que no lo entendí) y Magneto sobreviven escapando gracias a sus habilidades, en especial la de Kitty que logra proyectar consciencias al pasado para advertir sobre futuros ataques en que todos son masacrados (una y otra vez). En un intento desesperado por salir de esas situación, logran proyectar a la mente de Wolverine al pasado, a 1973, año en que termina la Guerra de Vietnam y Mystique asesina al creador del proyecto Centinela...que fue lo que desató la guerra y la horrible situación.

Lo interesante de esta historia es que lograron juntar todos las historias de las anteriores pelis (menos ese detallito sobre el Profesor X muerto y luego vivo que no se entiende) en una trama interesante y nada predecible, o al menos no me lo pareció a mí. Obviamente, ciertas acciones de los personajes te llevaban a saber ciertas cosas...pero en los momentos cruciales, que son los que importan en una buena historia, algo pasaba que no podías haber predicho. Para mí, eso es lo que hace genial una historia.

Considerando todas las cosas raras que hacen los mutantes, es de esperar que los efectos tengan que ser buenísimos, y lo son. Disfruté especialmente los de la escena de Peter Maximoff, el cuate está como una cabra genial y con estilo.

Generalmente, critico mucho las películas que están basadas en historias presentadas antes en otros formatos, generalmente libros y recientemente comics cada vez más, me parece que se les ha acabado la imaginación a los guionistas y se atienen a los más fácil y rentable: copiar. Pero, muy de cuando en cuando, puedo aprobar esas copias, en especial si hacen una historia tan buena como esta. 

Drogada

Volví al médico para re-consulta. Mi garganta sigue mal, aunque creo que no tan mal. Aún se me cierra a ratos, en especial después de que se me acabaron los medicamentos. 

Sospecho que la doctora me iba a recetar algo no tan excesivo, pero mi suegra, que me acompañó a mi cita médica, le dijo que canto, que estoy en un coro y que paso clases de canto y que hace dos semanas que no me oye cantar, horror de horrores. La doctora, por su parte, creo que entendió eso como que soy cantante profesional o algo así...y me recetó un sartal de medicamentos que incluyen tres pastillas y un inyectable. Con lo que me encantan los pinchazos...

Creo que la peor parte es que me recomendó hablar lo menos posible, y conociéndome eso no es tan plausible, por muchísimos motivos. Me siento algo mejor, pero me duele el pinchazo de esta mañana, aunque me digan exagerada. 

Nena

Desde que decidí variar un poco mi peinado (aunque lo cierto es que me he estancado en unas cuantas trenzas bonitas y que puedo hacer relativamente rápido), me he estado poniendo más y más nena. Voy al gimnasio, me preocupo porque no tengo ropa bonita para salir a alguna fiesta, ni zapatos de taco (que debe ser una manifestación de un deseo suicida o algo así), y me pinto las uñas.

La parte positiva de eso es que aún no estoy al nivel de mis hermanas, que gastan en salones para que les pinten las uñas, decidí pintármelas yo misma. Por supuesto, en alguien que no es capaz de hacer una línea recta con un lápiz, tratar de hacer un diseño en sus uñas con un pincel de esmalte es demasiado pedir. Lo logré, por cierto, pero me las pinté a brochazos, me embarré casi completamente la punta de mis dedos y mis uñas se ven como pintadas por un niño de kinder.

El rato que empiece a levantarme a las seis de la mañana sólo para tener tiempo suficiente para maquillarme, peinarme, combinar mi ropa y demás alborotos que hacen casi todas las "nenas", me pegaré un tiro yo sola.

Eso sí, debo admitir que eso de ir al gimnasio y pagar para que me torturen empieza a rendir sus frutos: por primera vez en muchísimos años, mis piernas tienen los músculos tonificados y no fofos. Es un todo un logro.

Piratas, ladrones e hipócritas

Hace unos días,  vimos en el noticiero una nota por demás desconcertante, al menos aquí en Bolivia. La Policía intervino una casa en la que había montones de Cd's y DVD's piratas y los decomisó. Se los llevaron en cajas que casi llenaron un camión pequeño. ¿Dónde está la sorpresa? El comercio de Cd's y DVD's piratas es algo completamente normal y aceptado aquí.

Supongo que cualquiera que no conozca mi país y su idiosincracia, estará echando el grito al cielo, escandalizado, y justificará completamente la acción de la Policía. Déjenme iluminarlos, jóvenes saltamontes, y mostrarles la realidad en la que vivimos aquí. 

Imaginemos este panorama: yo, fanática de Harry Potter y feliz nueva propietaria de una televisión nueva y un reproductor de Blu-ray, deseo comprar las últimas películas, o sea la 7 partes 1 y 2. Entro a internet y reviso en la página de Amazon, y me encuentro con que el precio de oferta de la versión doble (o sea, que incluye las dos partes) en DVD es, en oferta, 10.35$us. En moneda nacional, serían como unos 70 Bs.
Hace unas semanas, por orden de nuestro nunca bien ponderado Presidente, el sueldo básico subió a 1400 Bs, poco más o menos. Ahora bien, si ganara eso, comprarme el Bluray doble de Harry Potter en cuestión, incluso en oferta, me saldría un 5% de mi sueldo, aproximadamente. Supongamos que quisiera algo más nuevo, digamos la última de Robocop para mi esposito, o la película de Lego para mí. Sólo la del Robocop está entre 12 y 28$, un amplio rango si me preguntan.
Si me limitaran a comprar Dvd's y blu-ray's originales, estaría en la quiebra y no podría tener películas para ver en casa. Y eso que las estaría comprando por internet, porque comprarlas aquí en alguna tienda que, por un milagro, tenga originales, me saldría mucho más caro, probablemente. Tendría que conformarme con la televisión por cable en el mejor de los casos, y tener una tele nueva perdería completamente su punto.
Consideremos, además, que pertenezco a una cómoda clase media que se desloma para hacerse sus cositas y gustitos. Hay personas que ganan mucho menos que mi esposito y yo, suponiendo que sólo tuviéramos películas originales a disposición, sólo los más ricos en mi país podrían conseguirlas sin arriesgar, no sé, los almuerzos de la semana o algo así. Básicamente, volvemos a eso de que sólo los privilegiados tienen acceso a los bienes del entretenimiento y la cultura.
Siendo así la situación, no es de extrañar que la piratería sea casi una institución en este lado del mundo (e imagino que en muchos más). Desde tiendas relativamente grandes a puestos móviles en los rincones de la Cancha, todos pueden conseguir las películas que quiera, en la calidad que quiera, con la traducción que quiera, en el formato que más le acomode...por menos de la décima parte del precio del original. Lógicamente, las películas en mejor calidad son más "caras", pero como a la mitad de la gente le vale un rábano la calidad o que esté en el idioma original, puede encontrar tres películas en un solo disco o cosas así.
Está tan aceptado esto de la piratería que puede hacer un policía en la esquina de una calle llena de puestos y nadie dirá nada, menos el policía. Y es por eso que la noticia esa de que la policía intervino y bla bla bla me sorprendió.
Aunque, después, pensando detenidamente en la cuestión, la única solución lógica que se me ocurrió fue que copió esos discos, dvd's y cd's, no quiso pagarle a la policía para que lo dejaran tranquilo...y pues la policía no lo dejó tranquilo. En mi opinión, eso es más robo que copiar una película para venderla a un precio barato.
No voy a entrar en la discusión de cuánto cuesta producir una película, o que es violar los derechos de autor y todas esas cosas, que tal vez en otra parte del mundo tengan más sentido. Simplemente es muy hipócrita de parte de la Policía hacer una "intervención" y, al mismo tiempo, ignorar a todos los puestos de la Cancha...o comprar ellos mismos esos discos, que seguro lo hacen. Me pregunto cuántos policías no se escogerían algunos de esas mismas películas de las cajas en las que se las llevaron.

Nota: Revisando noticias, encontré una nota sobre este hecho. Al parecer, fue un trabajo de la Interpol, con colaboración de la FELCC y se trataba de una banda peruana, que decomisaron los discos por miles, bla bla bla...¿Cambia eso, en algo, mi perspectiva?...No.

Monstruos y aventuras en Fantasía

Al final, resulta que no hice nada de lo que quería hacer en mis vacaciones (y encima tuve que hacer dos turnos el día de mi regreso al trabajo, pero esa es otra historia). Eso significa que mi casa sigue desordenada, que igual tuve trabajo que hacer, y que mi lista de lectura sigue acumulándose. Eso sí, logré dormir bastante.

Eso sí, logré terminar el libro de ensayos de Tolkien que andaba arrastrando un tiempo. Debo admitir que, aunque interesantes, los ensayos de Tolkien, en especial ese sobre la Traducción de Beowulf, era un cacho..."mareantes". Considerando que todos los ensayos del libro fueron leídos en cursos y conferencias por él mismo,  supongo que tenían muchas más gracia escuchados que leídos (incluso considerando la conocida tendencia de Tolkien a hablar muy rápido y comerse las palabras). 

Algunos fueron más complicados que seguir que otros. Por ejemplo, disfruté su ensayo sobre Sir Gawain y el Caballeron Verde, y Sobre los Cuentos de Hadas, aunque no podría decir lo mismo del ensayo sobre la Traducción de Beowulf (pasé tres páginas sin entender que rayos era el verso aliterado) y el ensayo sobre el Galés (que era muchísimo más inteligible que el de Beowulf, de lejos).

Con todo eso, fue bastante interesante asomarse a la otra faceta de Tolkien, la de filólogo, aunque todo su trabajo en fantasía estaba impregnado de su estudio e invención de lenguas. El hombre era todo un académico y se nota de lejos que disfrutaba con esos ensayos, con transmitir lo que él sabía o su opinión sobre algo que lo apasionaba. Si bien se enreda en ciertos pensamientos o salta de uno a otro casi sin darse cuenta, si una salta con él no se pierde (tan) fácilmente.

Pececita

Hay algunos animales con los que, se dice, no se puede crear un vínculo afectivo porque...bueh, no se puede. Los peces son de esos animales, para mí. Tenemos una pecera en casa, hace unos meses tuvimos un montón de problemas con el oxigenador que se arruinó y envenenados por el aceite que botó la cosa esa. A raíz de eso, y tras unos meses de pausa con los pocos sobrevivientes al mini-derrame, mi esposito juntó sus regalos de cumpleaños y se compró una pecera nueva y muy grande.

A raíz de eso, hemos (él más que yo) pasado mucho tiempo en acuarios, viendo peces y accesorios y demás cosas para los aficionados a este embrollo. No voy a decir la pecera esté fea ni nada por el estilo, se ve fabulosamente bien para ser honestas, pero no es como que me importen tanto como me importa mi Auror, digamos.

Pero, he aquí la excepción que confirma la regla. Hace unos días, en una de nuestras visitas a un acuario del que, básicamente, mi esposito es cliente casi preferencial, vi un pez beta hembra negra con jaspes rojos y azules. Preciosa. Hace unas semanas le regalamos a mi papá una beta en su betero, y realmente la pececita esa creció un montón y está de un hermoso rojo brillante. Y como buena envidiosa que soy, me aficioné de la pececita negra con rojo.

El viernes en la noche, después del gim (en el que estuve sola, por cierto), no fuimos a comprar un betero y a la pececita. La trajimos a casa, instalamos su betero siguiendo todas las instrucciones y la pusimos ahí. Noté que estaba bastante paliducha pero mi esposito me dijo que era por el estrés por el traslado. Tenía sentido así que la dejé en paz. Sábado en la mañana (día raro), le di su comida y vi que seguía paliducha pero daba más vueltas por su betero así que supuse que se le pasaría.

En la noche, mientras tocaba piano, me fijé que sus colores habían vuelto casi del todo y asumí que ya se estaba acostumbrando. Y de pronto escuché un ruido, al darme la vuelta vi que la pececita daba vueltas como loca en su betero, y se chocaba con las piedritas del fondo...y de pronto se dejó caer al fondo. Trató de nadar de regreso un par de veces, pero al final se quedó como clavada de cabeza en las piedras y no se movió más. No estaba muerta aún, sus colores estaban fuertes y brillantes, pero no se movía, ni siquiera cuando traté de empujarla un poquito con la red de pecera. Esta mañana estaba muerta ya.

Me pasé toda la noche teniendo pesadillas con peces betas muertos y llenos de heridas, y no quise ver muerta a mi pececita (que por cierto, se llamaba Wilwarin, "mariposa" en élfico). Dos días y me dio pena que se muriera. 

¿Cuál fue la solución de mi amado esposito? Comprarme otro pez beta. Un macho azul y negro esta vez. Este no se puede llamar Wilwarin, para nada (y no, tampoco se llamará Wolverine, mi amor).

El largo Mayo

Apenas han pasdo seis días (contando con hoy) de mayo y ya han pasado demasiadas cosas. Por ejemplo, mi hermana compró un inocente cachorrito y pasamos la tarde del sábado consiguiendo comodidades mínimas (como comida y una camita) para el animalito en cuestión y dictándole una extensa lista de "Cosas que debo hacer ahora que tengo un perrito" a mi sobrino de 7 años. La pecera nueva ya está en pleno funcionamiento después de dos semanas de estar criando bacterias (que al parecer son necesarias para tener peces) y aunque no es algo que me apasione tanto como a mi esposito, debo admitir que se ve muy bien. 

En otras noticias, volví a retomar mi bordado (otra vez), aunque ahora trato de terminar mi hada (que posiblemente quede sin alas de mariposa). 

Pero, definitivamente, la mejor noticia de este mes son mis recién estrenadas vacaciones. Lo raro es que yo no las pedí, mi jefa me las ofreció...porque cayó en cuenta de que llevo dos años trabajando casi sin parar. O sea, tengo diez días en libertad para ponerme al día con mi lista de libros, acabar mi bordado, tocar el piano, practicar mi inexistente técnica de canto y pasar tiempo de calidad con mi esposito. 

Lo extraño de todo esto es que, a pesar de que rezaba por estas vacaciones, me preocupa el hecho de que la tienda arda hasta los cimientos en mi ausencia, o que las cuentas no sean pagadas, o los impuestos, o el inventario se desordene y quede reducido al caos hasta que yo regrese a poner todo en orden. Digo, ¿eso es normal? ¿pasar las vacaciones preocupada de lo que desharán hasta que regreses al trabajo?

Creo que llamaré a mi jefa cada día por un informe detallado...