domingo, 30 de noviembre de 2014

Tolkien, Tolkien, Tolkien...

Pasando por alto todas mis decepciones y mis recientes renovados traumas con la ópera (y mi depresión de que jamás podré cantar así), recordé que debía poner al día mis lecturas de mis más recientes adquisiciones en la Feria del Libro. Acá entre nos, y sólo por mencionarlo, no había mucho que ver este año, a excepción de lo que me compré y el libro de Arturo que me regaló mi esposito.
El primero en mi lista era "Los Hijos de Húrin" de J.R.R. Tolkien. Lo cierto es que ya hace tiempo había leído la historia, hay una versión resumida de ella en el Silmarillion (y aún así es la más larga de todas las historias ahí). Recuerdo que, hace años, cuando recién lo leímos con mi hermana, las dos nos quedamos traumadísimas. Cuando nos enteramos que publicarían el libro con la historia más completa, esperamos y esperamos hasta conseguirlo (en esa época, no sabía que había libros digitales), y al final terminé yo regalándole el libro por una Navidad, si mal no recuerdo. Cuando lo vi en original en la Feria del libro, obviamente me lo tenía que comprar.
Veamos, se trata de la historia de Túrin, hijo de Húrin, y Niénor, su hermana. Después de una gran batalla que terminó con cualquier esperanza que pudieran tener los Elfos y los Hombres de derrotar al Señor Oscuro Morgoth, Húrin fue tomado prisionero, torturado y cuando se negó a revelar cierta información y, de hecho, se le rió en la cara a Morgoth, él lo maldijo, y a su esposa y a sus hijos, por las dudas, y los condenó a que vieran todas las desgracias que iba a mandarles sin poder intervenir. En efecto, la vida de Túrin y después la de su hermana Nienor, son una colección de golpes de mala suerte,  que acaban siempre con alguien muerto como daño colateral. En cierta manera, se asemeja mucho a la idea de las tragedias griegas, no se puede huir del destino ni siquiera conociéndolo...pero el ingrediente de las propias imprudencias tienen mucho que ver. 
Comparado con la breve historia, el libro tiene muchísimos más detalles, diálogos, motivaciones (y dibujitos) que ayudan a entender mejor el drama de un pobre hombre perseguido y cazado por sus enemigos, empujado por su propio valor, orgullo e imprudencia, y finalmente atrapado. Con todas las cosas malas que le pasan, es imposible esperar que salga bien librado. Si lo leen, háganse a la idea de que el final feliz no existe.
El segundo libro fue "Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media"...Volumen II. Mi mala pata hizo que alguien se comprara el Volumen I minutos antes de que yo llegara a ese stand y encontrara sólo la segunda parte. Frustración a mil. De todas formas, lo compré (mejor tener la mitad que no tener nada, si me preguntan). La Parte II comienza directamente en la Tercera Edad de la Tierra Media, y comienza con "El desastre de los Campos Gladios", o sea, cómo fue que murió Isildur. Las siguientes historias hablan de Gondor y Rohan, una breve perspectiva de Gandalf sobre la búsqueda de la Montaña Solitaria y de cómo Bilbo acabó metido en ese enredo; y sobre la expedición de los Nazgûl buscando el Anillo. También hay unos ensayos sobre los Magos, los Drúedain y las Palantiri. Todo muy informativo si, como yo, eres una maniaca del chisme de personas ficticias y/o muertas y de la Tierra Media.
Algo curioso de este librito es que cada historia tiene sus propias Notas, y algunas hasta apéndices. En algunos casos, las Notas son más largas que la historia misma, pero como todo es información nueva para mí, no me quejo mucho. Eso sí, el libro se maltrata un poco por leer saltando a cada rato de un lado a otro para revisar las notas (la paciencia no es lo mío).
Finalmente, tenemos el menos dramático de todos. "Roverandom" fue un cuento que Tolkien le contó a  uno de sus hijos para consolarlo por perder su perrito de juguete. Obviamente, el cuento empieza con un perrito de verdad, Rover, que por morderle los pantalones a un mago es convertido en un juguete, lo compra una mamá para su hijito y él lo pierde sin querer en la playa. De ahí en adelante, el pobre perrito vive mil y una aventuras en la Luna y el fondo del Mar, donde conoce a otros dos perros que también se llaman Rover, y para evitar confusiones él pasa a llamarse Roverandom.
Es un cuento encantador y hermoso, por donde quiera que se lo mire, ni de lejos parecidos a los cuentos para niños tontos que publican hoy en día. Definitivamente, pienso saltarme todos esos y pasarme directo a las lecturas interesantes con mis hijos, y el día que en el kinder digan que Cenicienta y compañía son unas necias, habré cumplido en la vida.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Envejecer con gracia

Hace un tiempo, desde que vi la entrevista a Dustin Hoffman en The Graham Norton Show, quería ver esta película. Como siempre, mi memoria almacena todo, pero se distrae con facilidad y necesita un desencadenante, digamos, para recordad las cosas (eso explicar por qué nunca recuerdo los libros que tengo que leer el rato que busco libros, pero sí en los momentos más extraños de mis atravesadas cadenas de pensamiento), así que no lo recordé hasta hace unos días en que me puse a buscarla...ya no recuerdo por qué. En fin.
"Quartet" es una historia basada en un documental de los '80 sobre la Casa de Reposo para Músicos de Verdi, que es básicamente un asilo para músico que, por cualquier motivo, llegaron a su vejez sin un quinto para mantenerse (por cierto, debo buscar el documental). En base al documental, alguien pensó en un obra de teatro, en la que se basó el guión de esta película. Básicamente, la Casa Beecham para músicos celebra una gala cada año en que participan los ancianos músicos residentes, de lo recaudado en esa gala depende la permanencia del asilo. Entre los residentes, están tres antiguos cantantes de ópera, Reginald, tenor; Wilf, barítono; y Cissy, contralto (deduzco).
Tiempo antes de la gala, llega Jean Horton, que en su época había sido una famosa soprano, y estuvo breve y desastrosamente casada con Reginald. Obviamente, su llegada no le hace mucha gracia al viejo tenor, pero es lo que hay. En eso andan cuando al director de la Gala, se le ocurre que ellos cuatro deberían interpretar en el concierto el cuarteto de "Rigoletto" de Verdi, que habían justamente grabado juntos en sus años de carrera. Y, lógicamente, el alboroto continua.

Se podría pensar que es una historia sobre músicos, o sobre ópera. Tiene todo eso, por cierto, de lo contrario no tendría lógica, pero más se trata sobre la vida, envejecer y hacerlo con gracia a pesar de todo. Si debo ser honesta, aparte de la muerte, envejecer es algo que me aterra, más si implica ir perdiendo facultades (mentales y otras) de a poquito. Y lo lindo de esta peli es que muestra que, a pesar de que uno dé por perdidas muchas cosas en la ancianidad, la vida sigue y puede tener muchas cosas más por delante, vale la pena vivirla hasta el final.
De todas formas, la historia es sencilla y encantadora, llena de música y eso basta para que a mí me encante. Si le agregan que actúa la genial Maggie Smith, yo estoy hecha. Incluso si no se entiende ni jota de ópera (sé lo básico, no voy a jactarme), es fácil relacionarse con los personajes (por cierto, Maggie Smith creo que no sabe cantar).

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Decepción

Seguramente, no me sentiría tan mal si no fuera por todo el esfuerzo que le puse, las horas extras no pagadas, las carreras y recados fuera de horario, las peleas para mantener las finanzas y los impuestos nivelados a pesar de las dificultades. Pero dado que sí hice todo lo anterior, me siento terriblemente mal.
De por sí, me es muy difícil enfrentar ciertos cambios, y en este en especial se me hace peor. No es el hecho del cambio solo, es la sensación de insulto que siento, como si todo mi esfuerzo fuera dejado de lado como si nada, como si fuera fácilmente reemplazable. Probablemente, sí lo soy...y eso hace que todo sea aún peor (¿cuál es el grado superlativo de peor en español?).
Me siento mal, atrapada como nunca y muy sola. Sí, yo tomé la decisión "libremente", aunque me parece que no tenía de otra, y por eso mismo tal vez debería enfrentar la situación actual con algo más de elegancia y gracia. Pero soy yo, y me la tomaré con toda la mala gana que quiera, y me quejaré hasta morirme si así me place.

domingo, 16 de noviembre de 2014

El mejor concierto

Hasta hace poco más de un mes, estaba completamente convencida de que mi grupo favorito de música moderna, La Oreja de van Gogh, jamás llegaría a Bolivia. Pero llegaron.
Compramos las entradas con la anticipación debida y, ayer, mandamos a un amigo a hacer fila a las once de la mañana...y el concierto era a las nueve de la noche.  ¿Así o más exagerados? Y claro, el concierto empezó casi a las diez.
De todas formas, retraso y todo, valió cada centavo gastado y cada minuto de espera. Canté y grité hasta quedarme ronca, y ellos cantaron todas la canciones que amo (además de las nuevas que no conocía). Definitivamente, el mejor concierto de mi vida.
Eso sí, la joya de la noche fue Xabi tocando el theremin...y se entendía lo que tocaba!

martes, 11 de noviembre de 2014

Los dramas en verso

Llevo días rumiando mi ira, si no he escrito hasta ahora toda una diatriba sobre mis frustraciones más recientes que, por cierto, me han  tenido de bronca en bronca desde la anterior semana. Pero, aunque el propósito inicial de este blog era en gran medida tener un espacio en que poder desahogarme de todas esas cosas, debo haber desarrollado algún extraño sentido del pudor porque decidí no ventilar mis dramas por aquí (tal vez en unos días se me quite, no teman).
Y ¿de qué puedo escribir si no estoy despotricando? Lógicamente, de algún libro. Debo admitir que tardé en terminarlo más de lo debido a todas mis broncas, pero al fin lo logré. "La Caída de Arturo" es un poema en verso aliterado que Tolkien escribió en algún momento a principios de los años 30, y dejó a medias alrededor de 1934. Si algo de malo tiene Tolkien en algunos de sus trabajos publicados póstumamente es que muchos están incompletos porque en algún momento, por algún motivo, simplemente los dejaba. La otra es que sus bocetos son ilegibles en muchas partes y su hijo tiene que ir por la vida adivinando y dejando huecos donde no puede adivinar. 
El libro, al menos la parte del poema que es la que realmente importa, lo publicaron  en inglés y español en paralelo. Si entienden inglés, léanlo así, tiene su gustito aparte, incluso si lo leen con un diccionario al lado. Incluso si lo leen sólo en español, incluso incompleto como está, es un relato interesante y atrapante de los últimos tiempos del reinado de Arturo. Personalmente, siempre pensé que todos ahí eran un poco tontos, empezando con el Rey, pasando por todos los caballeros de la Mesa Redonda, el gran Merlín que acabó atrapado en un roca, Morgana y sus intrigas de pacotilla, y acabando en Ginebra, que encima se me hacía el epítome de la mosca-muerta.
Por supuesto, hay que tener en cuentas las fuentes que se toman en cuenta al construir un relato sobre la leyenda artúrica, porque aunque ahí él siempre es "perfecto y noble", los retratos de sus caballeros y todos los demás implicados varían un poco, igual que lo que sucedió con todos aquellos que sobrevivieron, aunque sea poco, a Arturo. Al leer el poema, se nota que Tolkien conocía bien las fuentes conocidas de la historia de Arturo, desde las más antiguas, pero que también les dio su propio toque, aunque fuera sólo un poco. 
De una versión a otra, los detalles de la leyenda también varían, por lo que Tolkien también tuvo que hacer sus elecciones respecto a eso. Uno de los detalles que más me llamaron la atención, tal vez porque soy mujer, fue que al parecer, Tolkien no tenía una muy buena opinión de Ginebra: la retrata como una mujer fría y calculadora, bastante egoísta y caprichosa en todos los alborotos en los que se metió, siendo (obviamente) el más importante su amorío con Lancelot del Lago, al que al final dejó por volver al trono sin mucha pena. De todas formas, Tolkien se atiene, hasta donde logró llegar en su poema, a los hechos esenciales de la historia: Arturo va a guerrear al Este, acompañado de varios caballeros entre los que destaca Gawain, deja a Mordred al cuidado de su reino sin sospechar que él ya planea traicionarlo. Y todo eso sucede después de que Ginebra volviera y Lancelot fuera desterrado y expulsado de la fraternidad de la Mesa Redonda.
De todas formas, el poema no ocupa ni la mitad del libro. El resto son "ensayos" sobre lo que el poema no dice, es decir las varias vertientes de la leyenda artúrica y los aspectos de tal o cuál lado que se tomaron en cuenta para el poema; lo que pensó para el poema pero no llegó a ser escrito y su relación con las historias de Tolkien, como el Silmarillion; y, finalmente, los bocetos que se escribieron antes de que el poema tuviera su versión definitiva. Como admiradora del trabajo de Tolkien, me encanta ver los bocetos y los pasajes descartados, tanto porque son una forma de ver a dónde podría haber ido la historia, como porque muestran todo el trabajo real que toma escribir algo (la computadora es genial en el sentido de que editas siempre en limpio, pero hay algo lindo en tener un montón de papeles llenos d tachones antes de alcanzar un buen resultado).
Y por si todo eso no fuera bastante para hacer dar curiosidad por el libro, vuelvo a mi argumento inicial. Léanlo en inglés, más que nada porque ahí es cuando se aprecia la verdadera habilidad de Tolkien para manejar el verso aliterado. Sólo tengo una comprensión básica de la aliteración, no hay nada parecido en español, pero  es una forma de versificación muy distinta rara y complicada, aunque tiene su propio encanto.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Feliz cumpleaños para mí

Este debe ser el cumpleaños que con menos entusiasmo he esperado, al menos durante los últimos dos días. Tal vez no debería dejar que los comentarios de algunas personas me afectaran tanto, cualquiera sabe eso a nivel racional pero la dificultad está en aplicarlo realmente.
Por cualquier motivo, estaba de pésimo humor ayer por la noche y algo esta mañana. Primeras horas de mi cumpleaños y yo quería pelearme con el mundo entero y/o quedarme en mi cama, una actitud no muy festiva. 
De todas formas, todo mejora con una buena comida llena de calorías e carbohidratos malos para la salud pero deliciosos para consumir, incluso si van acompañados por una discusión sobre política entre partidarios de la derecha y de la izquierda (por demás incómodo). Después de un buen rato con la familia, volví a casa con mi hermanita y mi sobrinito a jugar y ver pelis de animación para niños.
Tengo 29 años ya, y puedo decir que no me hace gracia envejecer y darme cuenta de ello es aún peor. Pero hay tantas cosas buenas en mi vida, muchas veces las doy por hecho y no las aprecio como debería. Tal vez la conciencia de esa idea fue lo que, en cierta manera, mejoró mi humor y pude tener el resto del día sin una nube negra sobre mi cabeza. Supongo que, al final de cuentas, eso es lo que hace un buen cumpleaños.
Obviamente, no voy a ser tan hipócrita como para no admitir que los regalos hacen también su parte mejorando el humor de cualquiera en su cumpleaños. Entre ellos (que de todas formas no fueron muchos), destacan el regalo de mi esposito y el de mi amigota Marce.
Después de ir dos veces a la Feria del libro de este año (que merecerá una entrada aparte en su momento), mi esposito me consiguió uno de los libros que vi ahí, de uno de mis escritores favoritos de todos los tiempos, el gran profesor Tolkien. Lo último que le publicaron (porque es su hijo el que publica ahora, dado que el profesor lleva sus buenos 40 años muerto) es su poema titulado "La caída de Arturo". Y sí, es el Arturo de Camelot. Además de lo obvio, mi deseo por leer este libro se basa en que, hace poco, leí la (inconclusa) versión de Steinbeck sobre los Hechos de Arturo y sus Caballeros, que justo se termina antes de que Lancelot y Ginebra empiecen a ponerle los cuernos al Rey. Gana de chismear total.
El otro regalo, el de mi amigota Marce, fue un cubo rubik. Pero no el cubo estándar que todos conocemos, el 3x3x3, sino el 2x2x2. ¿Qué tiene de diferente? A primera vista, es obvia la falta de un montón de cuadraditos, pero al momento de armarlo, es como haber juntado sólo las esquinas. Por lo tanto, armarlo es cuestión de manejar esas esquinas. De entrada, me costó deducirlo, lastimosamente mi cerebro funciona mejor con instrucciones claras, pero las instrucciones que encontré eran todo un engorro y no me funcionaban, así que supongo que estaba haciendo algo mal. Me puse a pensar en la lógica del cubo normal y los pasos que sabía para arreglar esquinas ahí, y funcionó después de darle muchas vueltas.
Después de todo, no fue un mal cumpleaños.