lunes, 29 de junio de 2015

Poco prolífica

Revisando las entradas de este blog, me di cuenta que este mes de Junio no escribí casi nada. Ahí están tres tristes entradas para un mes de treinta largos y fríos días. No que no haya pasado nada, pero ando tan cansada y tan ocupada (como le dije a un amigo, no salgo de una y ya me metí en otra), que el tiempo no me alcanza para escribir...y mi amor por mi camita crece y crece.
Así que para no dejar el contador de este mes en un número tan feo como el 3, decidí escribir esta entrada, que tratará de...nada en específico. ¿Qué puedo decirles que no les haya dicho?
Con la llegada de mi arco (aún sin nombre), entrenar se ha vuelto una parte más importante entre mis actividades. Aún me cuesta acostumbrarme al libraje (hoy me di un golpe en la quijada por no anclar bien), pero creo que estoy mejorando, al menos, hoy tuve un buen entrenamiento...nada que ver con que praticáramos en diana grande en lugar de las chiquitas.
Por otra parte, estuve varios días dando formato a un libro...nada fuera de lo usual. Simplemente, recordé lo mucho que odio el Windows.
¿Qué más? A no ser que mañana aterrice un alien o algo parecido, creo que no hay nada más que contar.

miércoles, 24 de junio de 2015

Fútbol otra vez

No soy una gran fánatica del fútbol y lo he dicho en muchas ocasiones: sé lo básico para disfrutar de los Mundiales y sufrir cuando juega la Selección. Aparte de eso, los resultados de los partidos no me quitan el sueño ni de lejos.
Hace poco, comenzó la Copa América (que, me informa mi esposito, es el torneo más antiguo del mundo...más que el mismo Mundial). Siendo honesta, la única vez que recuerdo claramente que le di bola, fue en 1997, cuando fuimos la sede. Ese año todavía con una buena parte de la mágica y siempre recordada Selección del '94, llegamos a la final y quedamos de segundos (o sea, que nos quedamos con las ganas de ganar, para variar).
Desde entonces, a pesar de que siempre veo jugar a la Selección, la Copa me ha sido bastante indiferente. Claro, también tiene mucho que ver ahí el hecho de que, desde 1997, no habíamos logrado pasar de la primera fase. 
Pero, he aquí que de pronto la Copa de este año se pone interesante: buenos partidos, buen arbitraje (hasta el partido de hoy), y la Selección, ¡milagro de milagros!, no lo está haciendo mal (excepto por su último partido). Después de 18 años, ganamos un partido y pasamos a la siguiente etapa. ¿Acaso no es bastante como para que la Copa me parezca sumamente interesante después de años?
Por supuesto, está la posibilidad de que la Copa se nos acabe mañana, pero ¡hey! soñar es gratis y la esperanza no muere (somos expertos en eso). 

miércoles, 17 de junio de 2015

Después de la larga espera

Tras dos semanas de hacer cuenta regresiva, morderme las uñas esperando la llegada, al fin está aquí. Bueno, la verdad es que llegó el domingo y mi larga espera estuvo sazonada por un espantoso resfriado y sucesos varios, así que no fue tan terrible (ahora digo eso, claro).
Tal vez la peor parte del asunto (aparte del hecho del gasto), fue que el lunes, el día que me proponía estrenar mi hermosa adquisición, resultó que una pala no entraba y nos pasamos la tarde hurgando tornillos de un lado a otro. Estuve al borde de un ataque de pánico, si la pala no entraba, todo el gasto hubiera sido en vano. Al final, después de mucho darles vueltas a todas las tuercas, la bendita pala entró...y decidió no salir. Otro alboroto, pero mi esposito (hábil como siempre) encontró la solución.
Así que ahora soy la feliz poseedora de un arco recurvo olímpico muy azul. Aún ando pensando en un nombre que esté a la altura de su hermosura y demás (porque no puedo tener algo significativo que no tenga un nombre). De momento, tengo dos opciones, ambas en élfico y referidas al mismo personaje: el mejor arquero de la Tierra Media, Beleg (sorpresa, no es Legolas). 
Hasta que me decida por uno (o alguien me dé una mejor idea), les presento a mi nuevo jueguete caro (muy caro).


lunes, 1 de junio de 2015

Empezando con buenas noticias

Estado: En primer destino seguro.
Tiempo de llegada: Aproximadamente, 11 días (y contando).
Estado de Meli: Brincando en un pie de alegría.