miércoles, 28 de diciembre de 2016

Adiós, Princesa

Noticias viejas y todo eso, creí que tal vez se me pasaría un poco el espanto y la depresión si escribía esto un día después, pero con las noticias recientes y todo, pues no. Noticia vieja: Carrie Fisher, actriz, escritora y activista, murió ayer. Noticia nueva: Debbie Reynolds, su madre y actriz también, falleció hoy. No quisiera imaginarme cómo está esa familia.
Obviamente, soy parte de las personas que conocieron a Carrie Fisher como la justamente famosa y siempre impresionante Princesa - General Leia Organa de "Star Wars". Al lado de las princesas de Disney de los cuentos tradicionales que nos encajan a las niñas hasta por las orejas, Leia era refrescante y atrevida, algo más que una cara bonita. Tal vez tuvieran que rescatarla del Imperio en la primera película de la saga, pero su "rescate" fue más una necesidad de que le abrieran la puerta porque después de eso era bastante evidente que ella solita podía defenderse muy bien, gracias. Leia era impresionante para su época, y sigue siendo todo un símbolo (más allá del bikini de metal y el peinado de teléfonos).
Por otra parte, la Carrie Fisher de la vida real tuvo una vida tan complicada como la de Leia, a su propio estilo. Como cualquier persona de carne y hueso, tuvo sus debilidades y sus grandes logros. No voy a mentir y decir que seguí su vida y obra con dedicación, pero incluso una gran desinformada como yo se enteró de sus problemas con las drogas y de sus libros publicados. Con el estreno de "El Despertar de la Fuerza" el año pasado, volvió al primer plano de las noticias (para que le recordaran nada cortésmente que no se veía ya como la joven Leia...qué gente) y salió en varios programas de entrevistas y demás. Era interesante y divertido ver como era capaz de reírse de ella misma y de los muchos problemas que tuvo en vida, y contar una buena historia sin hacer mucho drama o jugar a la víctima. En muchas maneras, era muy parecida a Leia: valiente, divertida, luchadora, dispuesta a ser algo más que la chica linda en escena, y a ayudar a los demás (conocidos o no) por las mismas cosas que le tocaron vivir.
A pesar de sus muchas caídas y debilidades, es difícil no admirar y querer a una persona así, incluso si no la conoces en carne y hueso.

lunes, 19 de diciembre de 2016

La Fuerza está conmigo, y yo soy uno con la Fuerza

No era parte del plan, pero ayer nos mandamos a lo loco al cine a ver "Rogue One". Como buena fan de Star Wars, me dolió perderme el estreno (es frustrante saber que otras personas ven una peli que esperaba antes que yo), y cuando empezaron a llover los comentarios y las buenas críticas, ya me puse impaciente. Es bueno que mi esposito también disfrute de ir al cine y de Star Wars.



Salí alucinando del cine. La película sobrepasó todas las expectativas que podría haber tenido sobre una premisa tan "sencilla" como que es la historia de cómo se robaron los planos de la primera Estrella de la Muerte. Viendo el desarrollo de toda esa trama, aprovecharon muy bien la idea inicial de la falla del ducto que llevaba hasta el reactor central, y pusieron alrededor a personajes nada despreciables.
Felicity Jones lo hace bien como Jyn Erso, la hija del científico a cargo del diseño de la Estrella de la Muerte, pero Diego Luna como Cassian Andor, el oficial de inteligencia de la Alianza, es increíblemente bueno. Menos cínico y la vez más moralmente dudoso durante buena parte de la historia, se nota que trabajaron bien a este personaje. De los personajes secundarios, no sé cuál me gustó más, aunque el androide K-2 y Chirrut son, para mí, los más disfrutables. Y, por supuesto, Darth Vader aparece una vez más mostrando por qué es uno de los mejores villanos del cine. Simplemente, impresionante.
Lo más loable de la historia es que está tan bien construida que no se hecha de menos a los personajes  de la saga central, a pesar de que hay varias referencias a ellos. Tiene mérito por sí misma e ilustra bien la lucha de la Alianza y los Rebeldes en el tiempo en que el Imperio estaba en la cima de su poder y parecía que era imposible de enfrentar. Una guerra siempre trae consigo sacrificios grandes, y fue bueno que Disney no tratara de suavizar o edulcorar demasiado ese aspecto, porque no hubieara resultado creíble (porque las guerras interestelares en una galaxia muy lejana son super realistas).
Si se podría encontrarle un defecto es el aspecto de los personajes creados digitalmente. Aún es algo en que falta mucho, las texturas de la piel son difíciles de lograr y son demasiado evidentes, incluso para un ojo no entrenado. De todas formas, en mi opinión, y comparado con la historia, los personajes y los otros efectos, se trata de algo que puedo pasar alegremente por alto en pro de disfrutar el todo.
La música, aunque no fuera del gran John Williams (señor Williams, soy su fan), es muy buena. Michael Giacchino (señor Gaicchino, tb soy su fan) se las arregla para tomar sólo algunos fragmentos destacados de la música de la saga principal, y componer una nueva música sólo de esta historia. Si la idea era darle un carácter propio a la película, como trama separada pero parte del mismo universo, lo hizo y con creces. Aunque esperaba el famoso acorde inicial de todas las películas de Star Wars, a medida que avanzaba la película, me di cuenta de que realmente no extrañaba mucho la reconocida música del señor Williams.
Sólo me arrepiento de una cosa en relación a esta peli: la disfruté tanto que estoy con un cargo de conciencia bárbaro por no haber llevado a mi santa madre a verla. 

martes, 6 de diciembre de 2016

De regreso de Tarija

Fueron cuatro largos días que estuvimos allá, tres de ellos compitiendo y disfrutando los sabotajes del clima a nuestras flechas. Vientos que venían de todas partes y que no permitían compensar, calor insoportable incluso con el cielo nublado. Hubo un momento en que me sentía como en Chapare: demasiada humedad para mi gusto.
Eso sí, Tarija (lo que pude ver) es una ciudad muy linda: chiquita, limpia, ordenada, verdecita, un poco cara pero nada extraordinario, y los tarijeños son buenas gentes. En todo nuestro cansancio por el campeonato, y la frustración por los retrasos y el clima, fue un buen viaje que todos disfrutamos. Y eso que terminamos medio insolados y excesivamente bronceados.
El campeonato mismo tuvo sus altibajos, aunque lo más memorable en general fue la gran caída de los eternos favoritos, o al menos de los que siempre acababan en lo alto del medallero. A varios los eliminaron en las eliminatorias, antes o después, los más llegaron a medalla de bronce como mucho...que no es malo, por cierto.
A mí me fue bastante bien, aunque no tan bien como hubiera querido. Lo malo de ganar una vez es que todos esperan que lo vuelvas a hacer, empezando por una misma. Una medalla de plata en individual y una de bronce en equipo mixto no están mal, pero me hubiera gustado llevarme el oro de nuevo.
Y con eso se terminan los campeonatos del año. Como balance general, fue un año raro en cuanto a campeonatos: Pasé de estar en el fondo de la clasificación en marzo, a llevarme el oro en agosto y la plata hace unos días. El trabajo duro rinde sus resultados.