lunes, 29 de diciembre de 2014

Auto-regalo

Después de una Navidad altamente nutritiva (y es que una baja de peso todo el año para volver a subir de golpe en las fiestas), y las correspondientes celebraciones con el Club, vengo ante ustedes, lectores míos (si es que existen) a cacarear mis regalos.
Para ser exactos, debería decir que sólo puedo cacarear de un regalo en específico. No que los otros no me gustaran, sólo que éste es mucha cosa. Además que como pagué la mitad y lo escogí yo misma, es más genial incluso.
Si lo están dudando, no, no me compré un auto (¿qué haría yo con un auto?). Con mi esposito nos compramos un LEGO de Harry Potter, más específicamente el del Expreso de Hogwarts con el Ford Anglia incluido. No es el primer Lego que tenemos, pero es tan divertido armarlos (aunque después no se puedan desarmar), que cada uno es como el primero.
Mueran de envidia 

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