viernes, 11 de noviembre de 2016

Consuelo literario

Considerando que esta ha sido, francamente, la semana del desastre (absoluto desastre que prefiero no tener que recordar), he estado más que de costumbre hundida en los libros que (aún) no termino de leer desde la Feria del libro. Las víctimas de esta semana fueron mis últimas adquisiciones de obras de Jane Austen (una de mis favoritas de todos los tiempos).
"Mansfield Park", junto con "Northanger Abbey", es una de las obras de Austen a las que menos bola le he dado por mucho tiempo. Lógicamente, y de lejos, mi favorita es "Orgullo y Prejuicio" (es para de mi tratamiento contra la tristeza). Aunque pueda parecer un re-cuento de la Cenicienta, "Mansfield Park" es más densa que eso. 
Fanny Price ciertamente cae en el molde la Cenicienta: pobre, criada en una familia que la desprecia, pero bonita, servicial, leal y cariñosa con su familia, y altamente virtuosa. Tan virtuosa que la mitad del tiempo del tiempo dan ganas de sacudirla para que se deje de tanto recato y diga algunas cosas que piensa pero se traga para no ser "desagradecida", y como la otra mitad anda sufriendo de mal de amores y lloriqueando por ahí...bueno, que no sé si Fanny me agrada o me desagrada. Austen muestra a través de ella todas sus ideas sobre moralidad y corrección, y estoy de acuerdo con muchas, excepto con eso de tragarse las cosas y lloriquear por los rincones.
En el pequeño mundo de Fanny, educada por sus parientes ricos que la miran de lado, se hacen evidentes todos los problemas de criar a personas con muchos conocimientos pero sin valores morales que les hagan contraparte. Aunque Austen siempre se refiere a las mujeres de sus novelas como personas cultas y educadas, sin importar sus situaciones económicas o familiares, y hace énfasis en sus elevado carácter moral, en esta novela todos las situaciones que se desencadenan alrededor de Fanny son consecuencia de la falta de principios de todos los implicados (menos de Fanny, obviamente) y a lo largo de toda la obra se lo subraya una y otra vez. Algunos no terminan bien (nada bien), y otros (los que tienen menos culpa o más oportunidad de revisar sus conductas) vuelven al camino correcto. Y, obviamente, de nuevo, Fanny vive feliz con su amado.
"Lady Susan", por otra parte, es el extremo opuesto de la virtuosa Fanny Price. Algo "entrada en años", es bonita, calculadora, y demasiado inteligente y falta de principios (igual que la Srta. Mary Crawford de Mansfield...o casi). Pero con ella, Austen es más blanda y se la toma con bastante humor. La obra es muy corta y está narrada en cartas de la misma Lady Susan y las personas que se relacionan con ella en el tiempo de la historia. Creo que lo más interesante ahí es lo bien que Austen se las arregla para caractizar a sus personajes por sus cartas, para cambiar de una voz a la otra sin enredarse y hacerlas creíbles a todas.
Lastimosamente, la segunda y tercera parte del libro en que está "Lady Susan" son lo que tenía avanzado de historias que dejó sin terminar. "Los Watson" y "Sanditon" empiezan bien y se ve que se pondrían más entretenidas y sarcásticas. Una lástima que no lograra terminarlas...es frustrante leer algo que no se sabe cómo terminara a ciencia cierta (y no me vengan con los varios intentos de terminar ambas historias, seguiría sabiendo que no son Jane Austen y me sentiría algo frustrada igual).

No hay comentarios: