Dado que ya terminó mi ronda de dos escasos meses de oficina, he estado tratando de volver a mis rutinas de ejercicio que tuve que dejar por falta de tiempo (y falta de voluntad de levantarme dos centavos más temprano para hacerlas). No voy a engañarlos y pretender que hacía una ronda seria de ejercicios, de esos que te dejan adolorida todo el día, pero al menos me servían para mantener un poco más mi fuerza. Entre el trabajo y las fiestas, mi rutina se fue al demonio y la estoy pagando en falta de fuerza con el arco...
Pero es más fácil recuperar mi fuerza y mis dizque abdominales que trabajar en mis miedos, especialmente si esos miedos se manifiestan en errores estúpidos que ya no cometía. En toda esta semana, y en una alarmante progresión aritmética (que si fuera geométrica me muero), maté 6 flechas contra la temible plancha del campo de tiro. Las flechas no se rompieron, pero sí las plumas, y si consideran que no tengo emplumadora...no es una situación que me anime mucho, la verdad.
Aún así, reemplazar plumas es fácil, lo difícil es recuperar la confianza en mí misma para volver a disparar sin miedo y sin entrar en pánico por la frustración creciente. Lo malo de cometer errores que ya no cometía, es que empiezo a darme cuenta de los errores que aún cometo y no logro corregir, y como por encanto se hacen visibles para todos los demás. No soy una persona que lidie fácilmente con las críticas, incluso las bien intencionadas, y menos aún si son cosas que ya sé que debo arreglar...tal vez por eso jamás me postulo a trabajos que requieran "tolerancia a trabajar bajo presión". Hablen de presión con mis casi lágrimas en pleno entrenamiento.
Aún así, reemplazar plumas es fácil, lo difícil es recuperar la confianza en mí misma para volver a disparar sin miedo y sin entrar en pánico por la frustración creciente. Lo malo de cometer errores que ya no cometía, es que empiezo a darme cuenta de los errores que aún cometo y no logro corregir, y como por encanto se hacen visibles para todos los demás. No soy una persona que lidie fácilmente con las críticas, incluso las bien intencionadas, y menos aún si son cosas que ya sé que debo arreglar...tal vez por eso jamás me postulo a trabajos que requieran "tolerancia a trabajar bajo presión". Hablen de presión con mis casi lágrimas en pleno entrenamiento.
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