lunes, 3 de julio de 2017

¿Me extrañaron?

¿No? Qué puedo decir, he estado muy ocupada en junio. Y julio no parece pintarse mejor. Si llego viva y cuerda (o casi) al 7 de agosto, será mucha cosa de por sí. ¿Por qué? Veamos: Tenemos concierto el 1 y 2 de agosto (si están en Cochabamba, vayan), y campeonato el 5 y 6 de agosto. Eso significa que entre el entrenamiento (6 días a la semana) y los ensayos (4 días a la semana), no me queda mucho tiempo para nada más que los domingos por la tarde. 
Pero no se trata sólo de entrenar y ensayar, oh no. Hay que apuntar a, por lo menos, 626/720 puntos en el campeonato, y preparar un solo para el concierto, además de inscribir a todo el mundo, pelear con la Federación, diseñar todo el material impreso para el concierto y conseguir un vestido largo de fiesta. Todo eso en un mes.
Pero más allá del posible stress, las posibles broncas y todos los problemas que puedan surgir en el camino, miro hacia el futuro con cierto entusiasmo (a pesar del terror que tengo a fallar en varios o todos los planes del mes). Espero que mi fe en mi misma esté justificada.

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