La verdad, no lo esperaba. Creo que no confío en mi suerte, pero estaba preparada para una ruptura difícil, de esas que dejan a las partes odiándose por siempre. Y de pronto, ¡tarán!, mágicamente todo salió bien.
No puedo quejarme, fue una buena manera de terminar el año y empezar otro (algo) menos preocupada y asustada. No todo son buenas noticias, corazones arcoiris vomitados por unicornios mágicos, pero no es tan terrible. Quiero empezar este nuevo año sintiéndome positiva, algo que tal vez no he sentido en muchos de mis anteriores inicios de año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario