martes, 11 de noviembre de 2014

Los dramas en verso

Llevo días rumiando mi ira, si no he escrito hasta ahora toda una diatriba sobre mis frustraciones más recientes que, por cierto, me han  tenido de bronca en bronca desde la anterior semana. Pero, aunque el propósito inicial de este blog era en gran medida tener un espacio en que poder desahogarme de todas esas cosas, debo haber desarrollado algún extraño sentido del pudor porque decidí no ventilar mis dramas por aquí (tal vez en unos días se me quite, no teman).
Y ¿de qué puedo escribir si no estoy despotricando? Lógicamente, de algún libro. Debo admitir que tardé en terminarlo más de lo debido a todas mis broncas, pero al fin lo logré. "La Caída de Arturo" es un poema en verso aliterado que Tolkien escribió en algún momento a principios de los años 30, y dejó a medias alrededor de 1934. Si algo de malo tiene Tolkien en algunos de sus trabajos publicados póstumamente es que muchos están incompletos porque en algún momento, por algún motivo, simplemente los dejaba. La otra es que sus bocetos son ilegibles en muchas partes y su hijo tiene que ir por la vida adivinando y dejando huecos donde no puede adivinar. 
El libro, al menos la parte del poema que es la que realmente importa, lo publicaron  en inglés y español en paralelo. Si entienden inglés, léanlo así, tiene su gustito aparte, incluso si lo leen con un diccionario al lado. Incluso si lo leen sólo en español, incluso incompleto como está, es un relato interesante y atrapante de los últimos tiempos del reinado de Arturo. Personalmente, siempre pensé que todos ahí eran un poco tontos, empezando con el Rey, pasando por todos los caballeros de la Mesa Redonda, el gran Merlín que acabó atrapado en un roca, Morgana y sus intrigas de pacotilla, y acabando en Ginebra, que encima se me hacía el epítome de la mosca-muerta.
Por supuesto, hay que tener en cuentas las fuentes que se toman en cuenta al construir un relato sobre la leyenda artúrica, porque aunque ahí él siempre es "perfecto y noble", los retratos de sus caballeros y todos los demás implicados varían un poco, igual que lo que sucedió con todos aquellos que sobrevivieron, aunque sea poco, a Arturo. Al leer el poema, se nota que Tolkien conocía bien las fuentes conocidas de la historia de Arturo, desde las más antiguas, pero que también les dio su propio toque, aunque fuera sólo un poco. 
De una versión a otra, los detalles de la leyenda también varían, por lo que Tolkien también tuvo que hacer sus elecciones respecto a eso. Uno de los detalles que más me llamaron la atención, tal vez porque soy mujer, fue que al parecer, Tolkien no tenía una muy buena opinión de Ginebra: la retrata como una mujer fría y calculadora, bastante egoísta y caprichosa en todos los alborotos en los que se metió, siendo (obviamente) el más importante su amorío con Lancelot del Lago, al que al final dejó por volver al trono sin mucha pena. De todas formas, Tolkien se atiene, hasta donde logró llegar en su poema, a los hechos esenciales de la historia: Arturo va a guerrear al Este, acompañado de varios caballeros entre los que destaca Gawain, deja a Mordred al cuidado de su reino sin sospechar que él ya planea traicionarlo. Y todo eso sucede después de que Ginebra volviera y Lancelot fuera desterrado y expulsado de la fraternidad de la Mesa Redonda.
De todas formas, el poema no ocupa ni la mitad del libro. El resto son "ensayos" sobre lo que el poema no dice, es decir las varias vertientes de la leyenda artúrica y los aspectos de tal o cuál lado que se tomaron en cuenta para el poema; lo que pensó para el poema pero no llegó a ser escrito y su relación con las historias de Tolkien, como el Silmarillion; y, finalmente, los bocetos que se escribieron antes de que el poema tuviera su versión definitiva. Como admiradora del trabajo de Tolkien, me encanta ver los bocetos y los pasajes descartados, tanto porque son una forma de ver a dónde podría haber ido la historia, como porque muestran todo el trabajo real que toma escribir algo (la computadora es genial en el sentido de que editas siempre en limpio, pero hay algo lindo en tener un montón de papeles llenos d tachones antes de alcanzar un buen resultado).
Y por si todo eso no fuera bastante para hacer dar curiosidad por el libro, vuelvo a mi argumento inicial. Léanlo en inglés, más que nada porque ahí es cuando se aprecia la verdadera habilidad de Tolkien para manejar el verso aliterado. Sólo tengo una comprensión básica de la aliteración, no hay nada parecido en español, pero  es una forma de versificación muy distinta rara y complicada, aunque tiene su propio encanto.

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