Dada mi poca tendencia a hacer algún deporte durante mi infancia y adolescencia (no digo nada sobre la juventud, quiero creer que aún soy joven), jamás recibí una medalla por nada. Y por medalla me refiero a esas de premio tan típicas de los eventos deportivos. Lo triste de los eventos de tipo "intelectual" es que los reconocimientos vienen en forma de diplomas, o de una palmadita en la espalda y unos aplausos (que son un poco decepcionantes, si me preguntan).
Cuando entré al Club de Tiro, me enteré que los comprobantes de que habías aprobado un examen (además de rellenarte la hoja correspondiente del Cuaderno de entrenamiento) era una medalla. Sencilla, pero medalla. Lastimosamente, mis horarios de trabajo me impiden ir a los entrenamientos de los sábados, que son los días de exámenes.
Me había hecho a la idea de que jamás daría un examen y sería una "ilegal" disparando a la distancia que me daba la gana (menos a 6 mts, dónde debería estar). Alguna vez, me comentaron que pensaban aumentar un día de examen para los que, como yo, no podían ir los sábados, pero eso no parecía suceder nunca.
Y de pronto, hoy voy a entrenar como cualquier día y me entero que ¡tarán! es día alternativo de examen. La primera medalla de mi vida (voy a llorar de emoción).
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