domingo, 20 de septiembre de 2015

Poesía

Con lo mucho que me gusta leer y escribir, si hay un género con el que nunca he podido es la poesía. No podría versificar ni aunque mi vida dependiera de ello, y leer poesía, en general, supera mi paciencia. He leído algo por aquí y por allá, puedo contar con los dedos los poemas que realmente me gustan, y aunque disfrute del ritmo de las palabras al leerlas, no suelo tolerarlo por mucho tiempo.
Pero, y eso es lo raro, me he convertido en algo así como una editora de poesía. Un amigo del Club de tiro con Arco escribe poesía, y suele mandármela para que le dé mi opinión. Y como mi opinión suele estar llena de críticas (aunque estoy tratando de moderarme, lo prometo), acabamos revisando su poesía con mis sugerencias antes de darle el visto bueno. 
Mentiría si dijera que no me siento halagada por la confianza de mi amigo, como "escritora" sé cuán difícil es mostrarle a alguien lo que escribes para pedir sugerencias (y, en mi caso, más difícil aún es tomar con elegancia las críticas). Simplemente, me parece extraño revisar poesía siendo mi área más "débil" en cuanto a letras. Ironías de la vida.
Eso sí, leer los versos de mi amigo me hace dar ganas de escribir...que se me pasan rápidamente, como se habrán dado cuenta.

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