Tengo muchos libros que debía "reseñar", y otra cantidad igual de grandes de películas que también quería comentar. Culpen a mi flojera, mi poca memoria, y mi nula capacidad de distribuir adecuadamente mi tiempo (lista de pendientes: en continuo crecimiento...). Supongamos por un momento que me pongo al día, y les cuento de mi última salida al cine.
Como era de esperarse, nos largamos a ver "Deadpool" unos pocos días después de su estreno. Aunque no totalmente inesperado, fue raro ver el cine tan lleno en día de semana, pero parece que las películas se superhéroes están de moda.
No voy a decir que sé mucho de cómics y sus personajes, sobre el tema sé lo justo y necesario para no quedar mal si quedo rodeada de gente más nerd que yo. De Deadpool sabía exactamente lo justo para no pasar por ignorante en el cine, o sea: El tipo es básicamente indestructible e inmortal por un experimento, rompe frecuentemente la cuarta pared (o sea, que habla a la persona que lee el cómic), y está más loco que... bueno, nadie puede estar más loco que él (creo).
Afortunadamente, y para aliviar mi ignorancia, la película trata de cómo se convirtió en Deadpool y demás. No es un relato lineal, la historia empieza por la mitad y va haciendo muchos saltos al pasado hasta alcanzar el punto en que "comenzó".
Siendo Deadpool quien es, no se trata para nada de una película para niños (Ni de lejos, no lleven hijos ni sobrinitos a ver esto al cine o los traumarán de por vida), muchas cosas explícitas y violencia a granel. Era de esperarse y todo, y aunque, viéndolo fríamente, es una historia muy traumante y retorcida por demás, el personaje es tan bueno, está tan bien actuado (Ryan Reynolds un crack), que uno acaba riendo a carcajadas en medio de las escenas de acción y sangre. Hace mucho que no me reía tanto en el cine por una película que no fuera infantil y/o de animación. Reí desde el momento en que comenzó su secuencia de inicio (FABULOSA, y no exagero) hasta que salieron los créditos. Humor negro por todas partes.
Otra agradable sorpresa fue encontrarse con todas esas referencias y guiños, obvios algunos y otros no tanto, a la cultura pop, el cómic y las películas. Todas esas cosas son muy divertidas, y más si te das cuenta de por dónde van los tiros y entiendes el chiste en todo su referenciosa gracia. Otro motivo más para reír como loca en el cine.
Película totalmente recomendable, y verla en el cine aún mejor. Eso sí, y lo repito, no lleven niños pequeños si no quieren pasar momentos muy incómodos explicando cosas.
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