Gente que lee esta sarta de tonterías: están adevertidos, no digan que no les dije...estamos?
Entonces...comenzando con la nueva política de la empresa, tengo el honor de presentarles a mi columna en "El Profeta" cochabambino.
Creo que eso merece una explicación previa: el club Harry Potter Cbba. (sí, me encanta Harry Potter, y qué...todos los que me conocen lo saben) publica un periódico interno de lo más loco. Esta humilde (sí, como no...) servidora es la encargada de tres secciones. Una de ellas es la columna histórica, aunque la mitad de las cosas son de mi cosecha y me encanta inventar chismes truculentos sobre los muertos, pero esa es la idea...
Sin más preámbulos, con ustedes...
DETRÁS DE LA HISTORIA
A veces lo que brilla es oro leprechaun…
Hoy: Merlín
Melina Zurita S.
Jefa de Ravenclaw
Presidenta de la Asociación para Historiadores y Chismógrafos del Pasado Mágico
Miembro Honorario de la A.A.C.E.C (Asociación de Amantes de Crucigramas Extra Complicados)
Jefa de Brujas de la Sociedad de Videntes Alternativos - Filial Cochabamba
Capitana del C.C.C.Q. (Club de Coleccionistas de Cromos de Quidditch
Es, probablemente, el mago más famoso de todos los tiempos, el referente obligado de la magia incluso entre los muggles. Al pensar en una persona con esas características, es obvio que apuntamos hacia el gran Merlín.
Pero repasemos los datos conocidos por todos: Merlín era un mago residente en Camelot, el antiguo reino del igualmente famoso Arturo y sus secuaces….eh, Caballeros, eso. Allí era la persona más cercana al rey, de hecho lo educó personalmente en cuestiones de Estado y se encargó de que cumpliera su destino y llegara al trono. Muchas veces le sacó las castañas del fuego con sus sabios consejos y sus grandes poderes mágicos.
La Historia Mágica nos indica también que propugnó la idea de que los magos deberían ayudar a los muggles, y dio ejemplo de ello ayudando a Arturo durante su reinado, como ya dijimos. En el mundo Mágico fundó la ultra famosa Orden de Merlín, una organización dedicada en sus inicios a la organización de Leyes prohibiendo el uso de la magia contra los muggles.
Como todo “héroe”, Merlín tenía también su archienemigo, más bien archienemiga. Morgana le Fay, más conocida como Morgana a secas, era la hermanastra del rey Arturo y, como buena hermanastra, se dedicaba a molestarlo. Cositas inocentes, típicas rencillas entre hermanos (marearle la perdiz, tener un hijo suyo y mandar al niño ese a matarlo y quitarle el trono no cuenta, por cierto) pero que cambiaban el curso de los planes del buen Merlín.
El final de la historia de Merlín se pierde en la bruma del tiempo (que buena frase, no?). Tras la muerte en el campo de batalla de Arturo, devolvió la espada Excalibur a la Dama del Lago (su otra gran comadre) y simplemente se fue de Camelot…
Hasta ahí, una maravilla el viejito, ¿verdad? Sin embargo, tras los hechos históricos, fidedignos y comprobables, están los pequeños detalles de la vida diaria de Merlín que muy pocas veces han sido revelados.
Como cualquier persona tenía pequeñas manías, como nunca combinar azul con café en su ropa (de hecho, dicen que casi le dio un síncope de tanto gritarle a Arturo el día que al pobre de le ocurrió usar una capa de pieles sobre una camisa azul marino…), o jamás comer sopa de pescado por un cuento bizarro de que conoció a uno muy simpático cierto día en el río.
De todas formas, lo más interesante se encuentra en aquellos hábitos secretos que nadie podía descubrir sin desear que la tierra se lo tragara. Dicen por ahí que el famoso Príncipe de los Hechiceros tenía una extraña fijación con la ropa interior de mujer. Sentía especial predilección por las tangas de colores alegres, como rosado, lila y turquesa, colores imposibles de conseguir en esa época (para lago tenía que servir la magia, ¿verdad?). Cuenta la leyenda que Arturo descubrió este extraño hábito justo antes de su última batalla y que se quedó consternado, sorprendido y confundido (con razón se murió en la peleíta…).
Para aquellos que se preguntaban como tenía la barba tan blanca y perfectamente peinada en una época en que le shampoo y los peines (y los hábitos de limpieza en general) no existían, pues les informamos que Merlín había desarrollado su propio sistema de cuidado capilar, que incluía ruleros nocturnos en la barba, grandes dosis de poción alisadora (de hecho, la inventó él), y horas frente al espejo separando individualmente cada hebra de cabello (con razón Morgana le arruinaba los planes, con tanto tiempo perdido cualquiera…).
Pero, ¿por qué el mago de magos se preocupaba tanto por trivialidades como las tangas y los ruleros? ¿Algún trauma de su juventud, tal vez, que lo dejó marcado para siempre? Fuentes recientes indican que cuando Merlín era un joven despreocupado y alegre, sin más ocupación que andar por ahí hechizando a cuanta cosa se le pusiera por delante, conoció a la muy encantadora Madame Mim. Quedó prendado de inmediato y vivió con ella un tórrido, apasionado y fogoso romance (de dos semanas). Pero Mim era una mujer de gran mundo, y quería algo más que un jovenzuelo imberbe que no sabía combinar su ropa y detestaba bañarse…así que un buen día, se marchó y dejó a Merlín solo para siempre.
1 comentario:
Que vida más alocada de Merlín... quién se lo iba a esperar... jejeje, E! True Magical Stories... jejeje.
Buenísimo.
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