Y lo planeado sigue saliendo al revés...

Me pregunto: ¿Cuál es la finalidad de quedar todos de acuerdo para ensayar un día de la semana? Y, continuando con mi alegre y profundo monólogo exterior, me respondo: Para que todos vengan ese día a ensayar porque en eso quedamos. Así de sencillo.
Lastimosamente, la vida y las personas no son así de sencillas. Como diría Libertad, la amiguita de Mafalda (amiguita de verdad porque es bien chatita la pobre), a mí me gusta la gente simple (me reservo el derecho de actuar como loca), pero la gente no es simple para nada. O responsable, mucho menos.
Es que, no le encuentro otra explicación al rotundo fracaso de los dos últimos ensayos planeados del Coro HP (me gusta el nombre, pero en este momento me despierta instintos asesinos muy fuertes). Al anterior ensayo sólo vinieron tres personas, sin contarme a mí (que, realmente, no tengo que "venir" a ningún lado. Yo vivo aquí, donde ensayamos), y pensé que eso sería lo peor a lo que llegaríamos. Pero al parecer mi Ojo Interior, tan afamado y certero en otros tiempos, decidió abandonarme por unas vacaciones en Cancún, porque no le acerté a mi predicción y hoy sólo estaban en el "ensayo" (llamémoslo así para mantener la coherencia del asunto) esta sencilla bloggera, el Prefecto de Ravenclaw, siempre responsable, y NADIE MÁS (a no ser que contemos a mis amigos imaginarios y a mis otras dos personalidades).
El pasado sábado ya había dicho que si no van a venir, que avisen antes para que no nos quedemos como imbéciles esperando su santa y regalda gana; había dicho que si no nos tomamos esto en serio, mejor ni lo hacemos a riesgo de pasar el papelón de nuestras vidas. Y al parecer, en vista de los resultados, hablé en chino o en otra lengua desconocida porque sólo tres personas avisaron que no llegarían.
Estoy más que super requete contra emputadísima contra todos, incluyendo a la pobre Noe que llegó dos horas después y la reñí en vivo y en directo (aunque ella tenía una buena excusa, la U no es jueguito) y que también estuvo de acuerdo en que había que hablar seriamente con los del Coro el sábado.
Así que, nuevamente, tendré que sermonear o putear (depende del humor que esté ese día. Espero conservar mi furia asesina hasta entonces) a todo mundo el sábado. O, ya vistos los resultados de mis sermones, debería ceder la División de Putazos y Similares a alguien que dé más miedo, por ejemplo, mi sufrido novio que si se empluma es capaz de hacer retroceder al más machito (asaltantes incluidos); o debería pasar directamente a la acción y darle la División de Patadas y GAstigos Físicos a Omar, el Prefecto de mi Casa, que tiene muchos motivos para patear a todo mundo, considerando que tuvo que escucharme parlotear sobre libros casi alrededor de dos horas.
No, mejor me quedo con la División de Patadas y CAstigos Físicos...de alguna manera tengo que desahogarme, verdad?