domingo, 16 de febrero de 2014

La vida en cubitos

Si hay un juguete fabuloso en el mundo es Lego, sin dudarlo. Y si hay adaptaciones de pelis a juegos (o de cualquier franquicia a juego) que sea una maravilla siempre, son las de Lego (el que no esté de acuerdo...se puede ir muy al cuerno, gracias). Eso me recuerda que nunca escribí sobre el juego de Lego "El Señor de los Anillos" (en resumen: es increíblemente bueno).
Claro, creo que tenía más gracia cuando los personajes eran todos mudos y se entendían con gestos y gruñidos, era su toque único. Recientemente, o al menos en los últimos juegos y animaciones que vi, los personajes (sean los que sean) ya hablan, un cacho chocante, pero admitamos que los chistes aún funcionan.
Siendo así, que hicieran una película de Lego (que no fuera en stop-motion) resulta super emocionante para aquellos de nosotros que amamos sus juegos, amamos sus animaciones y amamos armar.

Emmet, el personaje principal, no puede ser más común de lo que es en un mundo de cubitos y ladrillos, absolutamente genérico. El pobre se mete en un montón de líos por, lógicamente, tropezar en su intento de seguir a una chica linda, la única Estilo-Libre (en serio se llama así la chica) y descubre en el camino que, de acuerdo a una profecía (que es cierta porque está en rima) puede que él sea lo único que impide la destrucción del mundo Lego tal como lo conoce.
Aparecen muchos delos personajes de las adaptaciones de Lego, entre ellos Batman, Gandalf, Dumbledore, Superman, Linterna Verde, la Mujer Maravilla, Shaquille O'Neal (o como se escriba), una de las Tortugas Ninja, Lincoln y etcétera, etcétera. La historia está muy bien planeada, es divertida, emotiva y una crítica a los coleccionistas, porque al final Lego es un juguete. Incluso aunque hablen todos los muñequitos, uno no se siente decepcionada para nada, y es que los chistes son para morir de risa.
Me gustó tanto que quiero ir al cine a verla otra vez. En serio.

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