martes, 29 de julio de 2014

Crianza

Hay muchas en este gran mundo del Señor a las que no les tengo paciencia, pero nada de paciencia. Por ejemplo, no puedo soportar a la gente superficial, a los hipócritas, a los adolescentes modernos, a los niños berrinchudos, y largo etcétera. 
Sonará horrible, pero aún creo que una palmada bien dada a un niño malcriado en su momento, evitará (a todos) muchos problemas cuando sea adulto. Por supuesto, gente más progresista que yo no está de acuerdo, y podemos pasar horas discutiendo sobre el tema.
Al menos ya sé a quiénes no acercar a mis futuros e hipotéticos hijos.

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