El martes hablé con mi jefa y renuncié. Trabajaré hasta el 25 (o 24 para ser más precisos, 23 si tengo mucha suerte), y después de eso se acabó. La paciencia no me da para mucho (estoy con las reservas exactas para estos días que quedan), el ánimo no me da para más, por no decir las fuerzas.
2 comentarios:
Era hora...
Créeme que lo sé...
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