Hace unos cuantos (cientos de años), cuando una mujer se casaba, era tradición (o lo que sea) que la familia de ella le diera una "dote" a su flamante marido. Teóricamente, era una suma de dinero que servía para la manutención de la mujer, era administrada por el marido y, en caso de repudio o separación, era devuelta a la familia (no a la mujer). También estaba el detalle del ajuar de la novia, consistente básicamente en los elementos necesarios para una casa, por ejemplo: vajillas, mantelería, juegos de sábanas, etc... Aunque una parte de ese ajuar también estaba formado por la ropa (de día, de noche, interior) de la novia. ¿Escucharon alguna vez eso de "preparar el ajuar" o "bordar el ajuar"? Pues es porque, por tradición, la novia debía preparar personalmente (de preferencia) parte de ese ajuar, o sea, que tenía que bordar sábanas manteles y preparar sus ropas y huevas (supongo que la parte de "personalmente" era más que nada para demostrar que no era una "inútil").
Hoy en día, al menos en nuestro amada civilización occidental, eso de la dote y el ajuar ya no se estila. Aunque sospecho que mi mamá no se enteró de la mitad de la noticia, porque hoy insistió en llevarme de compras "para mi ajuar". Juro que no sabía si reír o llorar. Y una buena parte del llanto era motivado por el lógico cansancio de estar 6 horas parada y encima tener que ir a caminar por tiendas.
2 comentarios:
ok ... esto no es algo que esperaba leer por estos lares o.O
de veras? un ajuar? ...
ni si quiera me imagino que es o de que va ...en serio era algo normal antes? O.o
creo que tu madre requiere una actualización en las tradiciones o.o
Mi madre se niega a ser actualizada, y dice que me está mimando... creo que preferiría que me compre chocolates... jajajajaja
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