viernes, 20 de septiembre de 2013

Un día en medio de los días

¿Muy críptica? No he escrito mucho recientemente, en algún momento de este mes mis ganas de hacerlo se fueron por el tubo. Es decir, realmente está siendo un mes demasiado complicado, el peor septiembre que alcanzo a recordar (aunque como mi memoria es un asco, puede que eso sea bastante relativo). La verdad sea dicha, lo único que quiero es que este mes se termine.
Ha tenido buenos momentos, no puedo negarlo, como el paseo a Pairumani o...mmm...bueno, estoy seguro que hubo más, pero, de veras, mi memoria apesta para estas cosas. En general, hubieron demasiadas cosas serias, una superpuesta a otra, que hicieron complicado este mes. Aún falta para que se acabe, y sé que aún faltan cosas aún más feas en la semana que viene (es más, las estoy planificando con anticipación, el desastre no me puede pescar desprevenida).
Pero, en medio de toda la locura, un día como hoy en que las cosas salen tan bien que hasta alcanzo a peinarme y descansar es absolutamente refrescante. Sí hubo problemas (gritarte media hora por el teléfono con tu jefa por los impuestos no es algo bueno), pero de alguna bizarra e inesperada manera las cosas se resolvieron y empezaron a funcionar, algo que no había sucedido en días. Me siento agradecida por este día. Probablemente, los demás días de este mes resulten ser una porquería, pero este viernes fue genial.
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(Termina la transmisión cursi del blog. Para más sarcasmo, esperen unos días. Gracias)

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