sábado, 11 de octubre de 2014

Decisiones, decisiones...


Las elecciones son mañana y realmente ningún candidato me convence. Las campañas han sido las mismas que hace nueve años, con las mismas estrategias y las mismas propuestas que jamás se cumplirán pero que no faltan los pelotudos que se tragan la historia.
Lo cierto es que la perspectiva electoral es deprimente por lo patética que es: El oficialismo tiene 1 partido, y la oposición se divide en 4 facciones distintas. Así quieren lograr algo...Y, obviamente, eso sucede porque todos quieren ser el héroe...y alzarse con la gran mamadera del Estado por el camino.
La historia de Bolivia es triste, mucho, plagada de gente con ambiciones personales en el poder, y otro montón de gente con sus propias ambiciones dispuesta a sacar a tiros al gobernante en turno. Y no hablo precisamente de la historia antigua. 
Si algo nos falta a todos los bolivianos, es un poquito de patriotismo. No más vean a los candidatos, dudo que realmente a alguno le importe realmente nuestro país, y por eso es tan difícil votar aquí: no se trata de escoger lo mejor, sino de escoger el mal menor.

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