Entre toda la ansiedad por el conflicto de la ópera y el cansancio por los entrenamientos diarios, ayer nos dimos un respiro para ir al cine a ver la última película de la saga de "Los juegos del Hambre". Estábamos esperando desde el año pasado, aunque la anterior me dejó con la sensación de ser innecesariamente larga. De todas formas, no podía quedarme sin verla.
El mejor consejo que puedo darles antes de que vayan a ver la peli es llevar pañuelos, varios, por las dudas. La historia está bien contada, y es ciertamente todo lo triste y dramática que se puede esperar de la vida de una chica que todos usan como fachada para sus propios propósitos. De hecho, creo que esta película le hace más justicia al libro que la anterior, al menos en todo lo referido al combate y las batallas, la lucha de Peeta consigo mismo por lo que le hicieron en el Capitolio, y Katniss comprendiendo los entresijos de la guerra y la política.
Hay variaciones de la historia original, pero creo que jamás se le puede pedir a una película que sea completamente fiel al libro que le dio origen, son géneros absolutamente distintos y se manejan con otra prioridades. Eso sí, creo que no mostraron todo el daño que les quedó a Katniss y a Peeta después de la ejecución (¿No vieron la peli? Uy, perdón), ella pasó semanas encerrada y loca (no unas horas y muy cuerda), y Peeta tenía sus episodios. Se saltaron directo al epílogo edulcorado y ahí estaban los dos frescos como lechugas, porque ese monólogo final de Katniss quedó medio falso después de todo el resto del drama, muerte y destrucción.
Tal vez por eso, la rápida recuperación de Peeta y Katniss, y el edulcorado final, aún no decido si cortaron el final o lo estiraron. Asumamos que fue por la muerte de Phillip Seymour Hoffman antes de que acabaran de grabar (y eso que lo generaron bastante bien digitalmente) que tuvieron que hacer los cambios para que la historia encajara, pero aún así hay algo que no me acaba de convencer. Por todo lo demás, debo admitir que disfruté enormemente la película, incluso los momentos en que no sabía si mirar o esconderme detrás de mi esposito para no ver y sufrir. Hay algunas películas que me han provocado lo mismo pero por las razones equivocadas (léase morbo de ver, y vergüenza ajena para no ver), pero en eso "Sinsajo 2" estaba en el lado correcto de mis reacciones.
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