domingo, 16 de octubre de 2011

De mí para mí

Me he pasado los tres últimos días escuchando casi sin parar el último disco de "La Oreja de VanGogh" que, por si no lo saben, es mi grupo favorito de música moderna (para clásicos, y otrs géneros, tengo a patadas). Si hay algo que me encanta de las canciones de la Oreja es que pueden parecer muy sencillas o incluso simplonas, pero no lo son. De ahí a que cada quien la interprete de acuerdo a su estado de ánimo, o lo que vive, hay un paso muy muy chiquito.


El último disco, "Cometas en el cielo", es simplemente hermoso. No es mi intención hacer un "análisis evolutivo" ni nada que se le parezca, pero definitivamente, como grupo, La Oreja ha cambiado mucho desde su primer álbum (que también era adorable y encantador a su manera). Siguen siendo adorables, pero creo que se han vuelto algo más serios.


Pero si sigo dando vueltas, no llego nunca a lo que quería decir. Tras tres días de estar escuchando "Cometas por el cielo" como una loca (creo ya traumé a mi jefa, porque no dejo de tararear alguna de las canciones del disco), me sé casi todos los temas de memoria, y debo admitir que, con pocas excepciones, todos me encantan. Entre mis favoritas está "Esta vez no digas nada".


Leí por ahí que habla sobre la homosexualidad y demás, pero a mí me suena a que es para todos los que, por una razón u otra, no pueden ser ellos mismos (sí, sé que muchos homosexuales están ahí también). Lo que más me mata es que, por alguna extraña razón, me suena a que la letra sería lo que me diría mi yo-loca si le diera el chance. ¿No me creen? Vean.




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