jueves, 6 de octubre de 2011

Semana...semana...

TRato de escribir más seguido, lo prometo. Cada noche me siento con la intención de contar algo, pero pocas veces es algo agradable (excepto después de rolear) y, como es habitual últimamente, me gana el cansancio.
Las crónicas de la Partida de las Chicas en Oerth cada vez se pone más loca, aunque he de admitir que perdemos mucho el tiempo discutiendo qué hacer con los animales heridos, pero si no nos preocupáramos por ellos no habría quién nos salvara del ataque de los muertos vivientes. Moraleja de la última sesión: Confía en que un caballo podrá reventar a coces y mordiscos al zombie que quede en pie después de derribar a las chicas.

Lo cierto es que, si bien pasan cosas interesantes que me gustaría contar, todo se pierde en la niebla de "Me siento miserable/mi vida apesta/quiero mandar todo por un tubo". Eso significa que se me olvidan y sigo viviendo de mal humor y deprimida.

Tal vez todo sería más sencillo si me resginara a que, en verdad, la vida se desperdicia trabajando porque hay que trabajar para vivir, lastimosamente, no me hago a la idea de que la vida sea sólo eso. Si fuera sólo un poquito más mediocre, seguramente sería feliz con simplemente tener un sueldo miserable que ni siquiera puedo disfrutar porque gastar me remuerde la conciencia.

Como no lo soy, sólo tengo la sensación de estar sumamente atrapada, fingiendo ser ese alguien mediecre, y con la clara impresión de estarme vendiendo por simple dinero que no aprecio del todo.



No hay comentarios: