domingo, 27 de noviembre de 2011

Estoy realmente ciega

Dado que cada vez los ojos me arden más, y veo menos a larga distancia, mi mamá decidió hacerme una cita con el oculista. Creo que lo mejor de eso fue que salí una hora antes del trabajo el viernes y como el sábdo tenía la boda de Gaby, pues resulta que podía decir "Al fin es viernes!". En serio, creo que la perspectiva de salir antes de la oficina y tener el sábado entero para mí, fue lo único que me mantuvo cuerda esta semana.

La parte mala fue que, realmente, no era mi imaginación que cada vez veía menos. Mi medida subió a 4.00 en el ojo izquierdo y 3.75 en el derecho, mi astigmatismo se mantiene. Creo queno exagero y no falto a la verdad si afirmo que, si bien mis problemas de visión son genéticos (mi familia paterna está bien ciega), la cosa se puso peor desde que me pasó 8 horas diarias (como mínimo) clavada frente a una computadora.

Supongo que tener los contactos puestos más 12 horas, que es el límite permitido, tampoco ayuda, pero ¡hey! seré la Fea del Baile, pero todavía tengo mi retacito de vanidad.

De todas formas, es un asunto casi decidido que trataré de usar más las gafas que los contactos desde ahora (o desde mañana, que recogeré ambos de la óptica...miércoles que son caros). Digo, si voy ser ciega que sea culpa de la genética y no mía.

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