lunes, 18 de junio de 2012

Navidad de perros

Mi mamá y yo somos muy parecidas, tenemos gustos muy parecidos, casi las mismas aficiones y muchas, muchísimas opiniones en común (con excepciones, claro, o la vida sería muy aburrida). Siendo así la cosa, puedo confiar en que si me dice que un libro es bueno, es realmente bueno (con excepciones también...no le gusta Harry Potter).
Y como casi todo lo que cae en nuestras manos últimamente es algo de Agatha Christie, me encontré leyendo sobre un crimen "lleno de sangre" que ocurre cierta Navidad. Lo que hace interesante al caso es que, aparte de una servidumbre que no suena ni truena, sólo la familia del difunto estaba en la casa, por lo que cualquiera de ellos puede ser el asesino.
Como en cualquiera de los libros de Christie que me gustan, Hércules Poirot llega a investigar el caso, y ahí es cuando la cosa se pone intersante porque nada parece tener sentido en el crimen.
A estas alturas, debería estar acostumbrada a que, como siempre, el menos sospechoso es el culpable. Lastimosamente, parece que mi instinto para determinar quién es más o menos sospechoso se ha ido por el garete (Poirot estaría decepcionado de mí). Una vez más, la metencita retorcida de la señora Christie me agarró por donde menos lo esperaba y me dejó muy sorprendida.

En otras noticias, un gran evento se aproxima. Espero poder anunciarlo el viernes por la noche.

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