miércoles, 4 de junio de 2014

Subirse al Expreso de Hogwarts

Un buen fanático colecciona objetos de lo que le gustan, un gran fanático tiene incluso las cosas que no son precisamente halagadoras. El caso de Harry Potter da mucho para eso por todas las opiniones de un lado y del otro sobre la historia, muy especialmente de los sectores cristianos conservadores. Y mi caso como fanática, considerando lo que escribí antes, es un cómodo intermedio: tengo cosas raras y trato de ignorar las cosas raras a la mala con elegancia.
Por ejemplo, entre mis libros tengo dos cosas algo raros: "Si Harry Potter dirigiera General Electric" y "El Evangelio según Harry Potter". Dado que sé que Harry tiene una carrera muy buena como auror, dudo que alguna vez se meta en una empresa muggle (a no ser de incógnito, como parte de su trabajo para atrapar a algún mago psicópata...), y aunque la saga trata básicamente de la lucha entre el bien y el mal, jamás se ha hecho referencia a ninguna creencia en particular en toda la historia. Teóricamente, Hogwarts es una escuela abierta a todos los credos. Pero, he ahí la clave, no debemos tomar estos títulos literalmente.
"Si Harry Potter dirigiera General Electric" trata, básicamente, de usar ejemplos de liderazgo y otros valores necesarios para triunfar en los negocios que pueden encontrarse en los libros de Harry Potter. Analiza a Dumbledore y Harry a la vista de sus acciones y fortalezas en sus andanzas, y como los magos ven y viven valores como la ética, la verdad y el valor, todos aplicables a líderes de grandes empresas reales actuales. El que lo escribe es un filósofo que ha dado varias conferencias y es autor de varios libros parecidos. En general, no soy nada fanática de los libros de "autoayuda" (y, definitivamente, éste clasifica ahí), me tragué el libro entero para ver si me decía algo que no sabía sobre Harry Potter. Considerando que está actualizado hasta el sexto libro, sus observaciones sobre Snape, aunque moderadas por la duda de lo que aún no se sabía de él, no son del todo acertadas. Y Dumbledore queda al nivel de un santo que nunca ha roto una taza en su vida (cómo se nota que no conocía su vena maquiavélica). Harry, por otra parte, promete mucho, a pesar de sus evidentes defectos, promete bastante a futuro, y en eso debo estar de acuerdo.
"El evangelio según Harry Potter" parte de una premisa interesante: la autora, una devota cristiana, ha leído Harry Potter (al menos hasta el cuarto libro, que es hasta donde está actualizado) y ha encontrado que las historias no contradicen a lo que enseña la Biblia. Es más, le preocupa que muchísimos cristianos condenen y critiquen la saga sin haber leído ni uno de los libros, y basándose sólo en fragmentos muy marcados sacados de contexto. Siguiendo esa lógica, la de sacar pedazos marcados, plantea que aunque no es lo deseable, también se pueden encontrar enseñanzas buenas en la historia. Jamás me verán contradecir eso, y supongo que en ciertos círculos más apegados a la ortodoxia y a seguir la Biblia al pie de la letra, un libro así es necesario, y aunque es algo vueltero y repetitivo, tiene razón a la vista de su planteamiento inicial. Eso sí, tiene el mismo defecto de considerar a Dumbledore como un santo y a Snape como algo todavía dudoso.
Lo malo de la fama es que todos quieren subirse al tren, o al Expreso de Hogwarts en este caso en particular. Harry Potter es una historia fabulosa en sí, y definitivamente está llena de enseñanzas útiles para la vida y buenos valores (no por nada es sobre el bien, el mal y el poder del amor), y probablemente muchas personas no sean capaces de ver eso, para bien o para mal, y necesitan que los muestren claramente. Personalmente, acabé los libros por pura tenacidad y para ver qué decía sobre ciertos puntos claves de la historia a medida que avanzaba. Ambos, a su manera, son bastante acertados considerando que ninguno de los dos (al menos en los ejemplares que tengo, no sé si después los actualizaron) llegó al final de la historia, a la gran revelación de todos los misterios que no entendimos por años, aunque no estoy de acuerdo con algunos puntos (en especial con la parte del valor, Harry es imprudentemente valiente la mitad del tiempo). Pero, volviendo a lo señalar las cosas para verlas claras, no veo la necesidad real de apuntar algo que, para cualquiera que haya leído los libros con ecuanimidad y por placer, se le hace obvio (¿o sólo son obvias para mí? Corríjanme si me equivoco).
Interesantes, sí...pero no absolutamente necesarios más allá de la sana curiosidad.


2 comentarios:

MarceLezcobar dijo...

Acabas de matar todas mis ganas de leer "Si Harry Potter dirigiera General Electric" ...

entrara en ese estante de libros, que espero tener el tiempo de leer, pero que, claramente, cualquier envoltura de caramelo es mas interesante de leer :D

El otro ... es un tanto mas llamativo, es interesante escuchar algunas cosas de los cristianos xD

Meli dijo...

Y....dos dos, no está tan mal considerando que el autor es filósofo.