Una vez al año, nos da a mi mamá, a mi hermana Tef y/o a mí un ataque por ver otra vez las películas de "El Señor de los Anillos", en versión extendida y una tras otra en lo que llamámos "Maratónica". Ayer fue día de ataque planeado (el plan lo hicimos anteayer, y como no tenemos los DVD's en cuestión, mi sufrido novio tuvo que prestárnoslos...otra vez) pero de todas formas salieron algunas cosas al revés. Por ejemplo, teníamos que empezar tempranito, pero mi mamá se levantó indispuesta (tifoidea otra vez) y tuve que encargarme de la cocina (otra vez).
La sesión tuvo que empezar en la tarde y cuando íbamos como por la mitad de "La Comunidad del Anillo", el DVD se rayó y no quiso dar más. Tuvimos que saltar directamente a la segunda y me dio mucha pena porque quería ver a Boromir, y al Balrog y mil cosas más, pero ni modo. Considerando lo largas que son las versiones extendidas, y lo que nos tardamos en tratar de hacer que la primera diera, pues acabamos de ver "El Retorno del Rey" como a la 1:oo a.m.
Y pues, ver las películas (otra vez) me hizo recordar cuánto amo los libros, y la Tierra Media en general. Ojo! no dije que las pelis sean malas, son maravillosas realmente, impresionantes y conmovedoras (y con un elenco de gente increíblemente hermosa), pero, como casi siempre, prefiero el libro.
La primera vez que leí el libro, fue justo después de ver la primera película. Me pareció algo tan genial (y la verdad que necesitaba saber ¡qué demonios pasaba! Casi morí de la impresión cuando se acabó en "Me alegra que estés conmigo, Sam"...) que al día siguiente me fui a comprar el libro...y acabé comprando la versión con Apéndices del libro, "El Hobbit" y "El Silmarillion" y me lo mandé todo en dos semanas. Después de eso me pasé meses con la cabeza en la Tierra Media, paseando con Elfos en lugar de hacer lo que sea que estuve haciedno ese tiempo, y colgada al internet buscando más y más cosas, desde lecciones de élfico (que por cierto sí encontré...aunque si un Elfo me escuchara hablar con mi escasísimo me mataría, y después de eso se moriría de la impresión) hasta los demás libros de Tolkien (ahí ya no tuve tanta suerte, pero conseguí algunos buenos).
Sí, damas y caballeros, me declaro Fan del Profesor Tolkien y todo el mundo que se inventó, en mi humilde opinión, el hombre era un genio y una gran persona en todo sentido (Me causó gracia leer una vez que tenía un gran sentido del humor, que una vez se disfrazó de caballero medieval y persiguió a uno de sus vecinos con un hacha...qué es la vida si no persigues a alguien con un hacha). Una vez en una clase de la U, hablando de la Industria Cultural, a un docente se le ocurrió decir que "El Señor de los Anillos" era un "ladrillo monotemático"...lo siguiente que se vio fue a Meli con su espada cortando al docente en pedacitos...ja! ya quisiera, pero ganas de tirarle mi zapato no me faltaron. Probablemente si no hubiera encontrado el club de Harry Potter acá habría terminado en un club de "El Señor de los Anillos" pero considerando que ese club murió en dos patadas y me enfermaba como el presidente o lo que fuera dijera "SaurÓn"...no pues, no se dieron las cosas.
En unos meses tendremos una exposición con el Club y mi sufrido novio y yo, en nuestra calidad de "ñoños oficiales" de la institución, tendremos que preparar una exposición sobre Harry Potter para el Foro en el que estaremos con los de "El Señor de los Anillos" y no sé quiénes más. Mis grandes pasiones en un mismo lugar, o sea...no embromes!! Espero poder mantenerme pegada a mi tema o acabaré insultando en élfico al primer menso que diga "SaurÓn".
2 comentarios:
Es genial que vuelvas a recorrer esos lugares, es cierto que los libros son mejores que las pelis, pero eso no le quita el a Peter Jackson y a todo su equipo de plasmar genialmente los paisajes de la Tierra Media, pues si uno leía los libros antes de saber que podría existir la película esto parecía imposible.
Espero que sigas visitando viejos lugares para recordar sentimientos antiguos, eso me hace recuero al profesos de "Volver al futuro III", cuando decía: "leí a Julio Verne siendo un niño... quiero decir me sentía como un niño".
Lo bueno de los libros de fantasía, sean de Tolkien, Rowling, Verne y muchos más, es que siempre te recuerdan los sueños de la infancia, y por el momento que los lees realmente viajas a lugares únicos y mágicos.
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