lunes, 12 de septiembre de 2011

Las Bandas otra vez

Hace un año, poco más o menos, juré y perjuré que este año nada, y repito NADA, me impediría perderme dos días en el Concurso de Bandas. Por supuesto, en mis cálculos no entraba ser la esclava de una oficina que funciona sábados incluidos, así que tuve que romper mi voto con todo el dolor de mi corazón.
Definitivamente, mi vida parece que se arregla en el momento mismo en el que salgo de la oficina y este sábado fue el mejor de todos porque me pude salir antes con el pretexto de que tenía que llevar a mi perrito al Veterinario. De ahí en adelante, la vida fue buena y bonita una vez más. Jugar quidditch, sentarse con "las porristas" y chismear y reírnos por un momento de nuestras vidas miserables, y de ahí, ir al Concurso de bandas en tropa, fue lo mejor que podía sucederme.
Llegamos un momento antes de la final, el Stadium (o al menos, el sector de preferencia, estaba lleno a rebalsar, pero como es la mejor zona para escuchar a las bandas, valía la pena sentarse aunque fuera en las gradas. Con notables excepciones, las bandas que llegan a los duelos suelen ser las mejores de los dos días, así que se puede confiar en que el espectáculo valdrá la pena.
Y lo hizo, al menos en su mayor parte. Eso sí, al final e igual que el año pasado, me sentí profundamente estafada cuando el La Salle volvió a ganar sin mérito. Sospecho que se compran el premio, es la única explicación que le hallo para que ganen tocando mediocremente en un duelo de dos rondas y repitiendo exactamente lo mismo dos veces.
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Mientras buscaba el enlace de mi entrada de hace un año en el archivo de mi blog, caí en cuenta sobre cuanta gracia he perdido en un año. Hace doce meses, lo que escribía tenía mucha más gracia que lo que he publicado en las últimas 7 semanas. Puede que me quejara de mi falta de liquidez y de trabajo, pero era infinitamente más feliz y tenía una tendencia más saludable a ser feliz y ver las cosas un poco más positivamente.
Sí, ahora tengo un trabajo y un sueldo que raya lo miserable, considerando el costo de vida actual y esas cosas. Mi único gasto "real" es en pasajes de micro para ir al trabajo, y sólo en eso se me va casi un cuarto de mi salario. Ni hablar de darse gustos, necesito ahorrar desesperadamente si quiero 1000$ para Agosto del siguiente año.
Todo mundo me dijo que cuando viera mi primer sueldo, me reconciliaría con mi trabajo, pero lo único que sentí fue mucha más amargura (algo que, curiosamente, mi hermana mayor me había pronosticado. No suelo darle la razón así que...shhhhh). Idealmente, sólo tengo que soportar dos semanas dos semanas más.

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