viernes, 2 de septiembre de 2011

Valor

Es algo que siempre me ha faltado, igual que esa cosa llamada firmeza o lo que sea que se requiera para enfrentar una situación sin largarme a llorar (de pena o de rabia, es lo mismo). Lo raro fuera que ayer no me faltara, aunque sigo con la extraña impresión de que me marearon la perdiz.
El caso es que después de una mañana asquerosamente mala, llena de gritos y malos ratos, toqué fondo: mi sueldo no justificaba ningún mal rato de ese tipo. Se lo comenté a mi sufrido novio y a mis papás (no al mismo tiempo, claro) y los tres estuvieron de acuerdo: renunciar antes de que terminara de amargarme. Siendo así la cosa, me pasé la tarde tratando de juntar valor para cuando llegara la hora de salida y tuviera que hablar con mi jefa. Irónicamente, pasó toda la tarde de buen humor y tranquila, y en cierta forma eso le quitaba algo de sentido a mi propósito.
De todas formas, cuando llegó el momento le dije varias ( no todas) de las cosas que me molestaban de su actitud y de la actitud de mi compañera de trabajo, de como sus retas me despomponían porque las sentía injustas, mal dirigidas y mal formuladas (los gritos no son algo que tolere con ecuanimidad). Mi jefa, muy razonablemente, pidió disculpas y, aquí viene la parte por la que luego me sentí como si me hubieran mareado la perdiz, me dijo que me tenía mucho cariño y que valoraba mucho mi trabajo.
Al final, y según yo (y espero que mi jefa también lo haya entendido así y no creo que se lo dejaré pasar), quedamos en que me quedaría hasta el 25 de este mes. Espero realmente llegar viva a esa fecha y sin manchas de sangre o cosas así sobre mis manos y mi conciencia.
-.-.-.-.
Tardé mucho en escribir esta entrada, no por falta de tiempo, irónicamente. Siempre que me siento a la compu, lo hago con la firme intención de escribir, pero últimamente, cierta serie de libros no para de llamarme y no puedo abandonarla. la publico con la fecha en la que pretendía publicarla, aunque ya hayan pasado dos días de eso, y tres desde lo que cuento. Los días se siguen arrastrando unos tras otros, lentos y veloces a la vez, y mi vida me parece cada vez menos mía.
Mis papás están felices de que tuviera el valor de enfrentar a mi jefa con educación y buenas palabras, tengo su bendición para dejar la oficina siempre y cuando encuentre otro trabajo. Entiendo su preocupación por mí, pero me tomo con menos simpatía sus intentos de animarme. Hoy, domingo, mi papá quiso brindar conmigo por mi primer mes de trabajo. Antes de darme cuenta, ya había saltado a decir "No quiero brindar por eso...no es algo para brindar".
Mi trabajo me molesta y me deprime, estoy llegando al punto en que no tengo ningún ánimo para salir de mi cama por las mañanas, y sólo lo hago y me arrastro al trabajo por una cuestión de inercia y "sentido del deber". Vivo rezando para que algo pase que me impida ir, incluso he vuelto a un pernicioso hábito de la infancia: comer cosas que sé que juntas me harán daño (como embutidos de cerdo y leche con chocolate ala vez). De niña, hacía eso una vez al año para poder tener un día de descanso. Ahora llevo haciendo eso cuatro días seguidos. No sé ustedes, pero mi lado inteligente y conciente me dice que eso es algo autodestructivo.

2 comentarios:

MarceDhampir dijo...

y yo creia que la unica autodestructiva era yo ....

mi señorita ... saque a su gryff interior .... o mejor aun .... de una vez saque a su Raven interior y pongase en verdadero plan de conseguir un trabajo rentable en el que no se sienta tan frustrada! ... dele mi señorita ... yo se que ud puede

oportunidades aparecen cuando menos te lo esperas .... preocupate por no dejarlas pasar :)

cuidese Caramelito!! :D

Meli dijo...

Gomita mía! no tienes idea de como te extraño y a nuestras incoherentes charlas nocturnas. De la mitad de las cosas te enteras aquí, pero como te darás cuenta, ya no publico muy seguido, así que tengo un montón de cosas que contarte y sobre las que necesito tu opinión.
Parece que no eres la única autodestructiva si yo ando tratando de provocarme una indigestión acompañada de visita al hospital. Espero tener la fuerza para sobrevivir 20 días.