Debería estar haciendo muchas cosas, como repartir las invitaciones (o al menos, rotularlas), preocuparte por el Registro Civil y huevas, conseguir cintas, acosar a la modista que me hace el vestido...pero me siento muy cansada para eso. Ojalá las cosas me cayeran del cielo, sería todo mucho más fácil y no tendría que angustiarme porque ya toca levantarse para ir a hacer lo que sea.
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