domingo, 21 de octubre de 2012

Estados interesantes

Ayer mis amigas me organizaron una Despedida de Soltera. Debo admitir que, en general, no soy muy fan de ese tipo de fiesta, suena a que te duele dejar la soltería tanto que necesitas una fiesta para no sentirte tan mal por ello. Otra cosa a la que no soy afecta es a beber en exceso...o a beber, en general. Lo único que me "gusta" tomar es vino dulce, y sólo es porque es un dulce.
Pero sucedió que mis amigas, tan buenas como son (juro que eso no es sarcasmo), ya habían pensado en hacerme una despedida y me dio penita decirles que no, en vista, además, de lo chistosa que fue la despedida de Sil. 
El caso es que todo iba "bien", hasta que llegó Sil con vino dulce para mí. Me sirvieron una copa, jugamos a hacer preguntas indiscretas, me sirvieron otra copa, siguieron las preguntas, una copa más, me tocó bombardearlas, otra copa más, estaba dando una película con John Travolta de joven en la tele, más vino en lo que llamaremos "el vaso alegórico de las despedidas" y después cada quien a su casa. Así dicho suena muy simple, pero ya en la mitad de la segunda copa, yo estaba super girada. Y entre chiste y chiste, me tomé toda la botella de vino solita.
Sospecho que pudo ser peor, pero por suerte había bastante comida así que eso atenuó algo los efectos del vino. Solo algo, porque de todas formas la cabeza me daba vueltas, el mundo se negaba a estarse quieto, aunque se volvió muy entretenido súbitamente.
Estar ebria, debo admitirlo, es raramente interesante, y más si se trata de alguien que, como yo, tiene vocecitas raras en su cabeza. La que estaba más feliz era mi yo-loco, reía sin parar (con una risita perturbadora que traumó a más de una), decía todo lo que se le pasaba por la cabeza, o al menos lo intentaba. Mi yo-conciencia estaba ahí tratando de callarla la mitad del tiempo, y tratando de hacerle recordar que hoy tenemos clase de baile, y que nos convenía estar mínimamente sanas, aunque mucho éxito no tuvo, definitivamente. Y mi-"normal" estaba amarrada al fondo de la escena, rogando porque alguien callara a esas dos, recordando datos intrascendentes e información inútil que las otras dos soltaban sin mucho asco, y con agregados de su imaginación.
Creo que soy una ebria simpática, digo, no di la guerra, sabía que estaba mal, reía mucho y lo cierto es que, entre copa y copa, la pasé bien. Eso sí, no vuelvo a embriagarme nunca más.

2 comentarios:

MarceLezcobar dijo...

vez .. es el tipo de cosas que recordaras por un buen ... muy buen tiempo :D

y estar ebria tiene su gracia ... o mejor dicho .. por alguna razon todo se vuelve mas gracioso xD

y he de admitir que tube pesadillas con tu risa xD

por otro lado .. que tal la cabeza? ... ya bajo todo efecto de alcohol?

vele el lado positivo ... fue una muy muy graciosa noche :D

Meli dijo...

lo cierto es que no sentí mucho la resaca. La cabeza me giraba si me movía muy bruscamente, y tenía algo de sed, pero nada terrible como todo mundo decía.
Beh, fue divertido