lunes, 26 de noviembre de 2012

Noticias viejas

Hay algo que no me gusta del matrimonio: ya no me siento tan libre de contar las cosas como antes por el sencillo hecho de que ya no son totalmente mías. Hay cosas que no debo repetir, hay cosas que me encantaría contar pero definitivamente no puedo hacerlo (so pena de meterme en líos), y hay cosas que sí puedo escribir, sólo que se me pasan (por si no lo han notado, la frecuencia de actualización ha descendido notoriamente).
Entre una cosa y otra, ando sumamente cansada, y eso que en realidad mi  gran ocupación es ordenar, limpiar, lavar la ropa, plancharla, acomodar las cosas en su sitio y...volver a empezar. Ok, la verdad sí es bastante, aunque no lo parezca. Lo grave es que, por ciertas "indirectas2 (nada discretas, por cierto), mi mamá me ha dado a entender que en realidad yo debería cocinarle su almuerzo (aunque a él no le guste la comida recalentada) y despertarme más temprano que él para "servirle su desayuno" y "atenderlo". Realmente, pensé que mi mamá era un poquito más progresista.

No hay comentarios: