jueves, 4 de julio de 2013

Se avecina un mes extraño

Sé que es un poco temprano para quejarse, apenas pasaron cuatro días del mes, pero lo cierto es que este mes se pone denso...a juzgar por los últimos cuatro días. Lo extraño es que el lunes que empezaba el mes me desperté de un excelente humor, al menos para ser un lunes, y, de acuerdo al código de suerte que manejamos con mi mamá. eso debería protegerme por el resto del mes. Veamos.
Primer día de Julio, Meli de muy buen humor va a la tienda, la abre, limpia, hace su inventario, todo en orden y todo como siempre. Llega la Jefa de Meli, le pagan su sueldo (Meli: wiii!!) y...Meli comete el craso error de recordarle ciertos detalles técnicos. De ahí en adelante, se la pasó discutiendo con su jefa por teléfono. Meli regresa a casa renegando.
Segundo día, Meli va a la tienda, limpia y demás. Y...no se vende nada. Odio los días en que no se vende nada, pero ese fue peor porque justo antes que me vaya, llama la chica de la tienda de arriba y me dice que "tiene que controlar cuanto vendo". Trabajo más de un año en la tienda y parece que no me tienen confianza. Y para rematarla, empecé a toser. Meli vuelve a casa renegando.
Tercer día. Meli va a la tienda sintiéndose mal y se pone mucho peor allí. Al final de su turno, Meli estaba tan mal que no tenía fuerzas para moverse sola y su esposito tuvo que ir al rescate. Meli no tenía fuerzas ni para renegar.
Cuarto día. Meli se siente ligeramente mejor, pero pasar el día en la tienda, congelándose y estornudando y tosiendo sin parar, además que medio trasnochada, no es su idea de la felicidad. Tuvo que lidiar con una señora complicada que quería reservar y después de eso pudo irse a casa. 
Si pudiera evitar el resto del mes quedándome en cama, lo haría.

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