lunes, 2 de febrero de 2009

Cuando el cine es mejor

Ya puestos en la curiosidad que suele provocarme ver películas basadas en algo escrito, me puse ayer a buscar el cuentito ese de Benjamin Button. La verdad es que me costó mucho (considerando mis habilidades para manejar el buscador, no me extraña), pero lo encontré al final.
No es una historia larga o muy "elaborada", digamos, al menos si se la compara con la historia que muestra la película. El autor, Scott Fitzgerald, escribió el relato como una forma de responder a un reto que le planteaba cierta frase dicha por Mark Twain: "Es una lástima que el mejor tramo de nuestra vida esté el principio y lo peor al final". Básicamente, el cuento trata de un hombre que nace viejo, pero OJO! con todas las facultades, es decir que hablaba, caminaba (con un bastón), incluso leía la Enciclopedia Británica, y a medida que "crece" se va convirtiendo en un niño, obviamente con todas las actitudes propias de cada edad. Tiene una familia y todo, pero la forma en que pasa el tiempo para él, lógicamente provoca rechazo en su ambiente y, obviamente, le acarrea los problemas que provocaría ver a alguien muy joven o muy viejo en situaciones que no son las que corresponden a su edad, o por lo menos a la edad que aparenta.
Considerando que el cuento es de principios del siglo XX, pues obviamente el tiempo presentado en la película tampoco coincide con el del relato, pero no creo que eso haga una gran diferencia.
Al final, y con el debido respeto a Mark Twain, a quien admiro mucho, el cuento me dejó con la idea de que lo mejor de la vida no está al principio o al final, sino donde uno quiera que esté. Cierto que la juventud es la época dorada y la infancia la edad maravillosa, y que se considera a la vejez como lo peor de la vida porque ya no puedes hacer nada de lo que hacías antes y todo eso, pero el personaje la pasaba mejor cuando era un viejo y charlaba horas con su abuelo sobre las pequeñas cosas de la vida, mientras que al hacerse joven pierde todo lo que hizo en su vida por ser un niño.
En cualquier caso, y es extraño que diga esto, prefiero la película. Creo que el guionista supo tomar la idea básica del cuento (la persona que vive al revés) y ponerlo en situaciones que podrían ocurrir en la vida de cualquier persona: cambiar, descubrir el mundo, perder a las personas que amas, enamorarte y finalmente morir, todo eso incluyendo el dificultad de que defnitivamente no es cualquier persona, es diferente (al menos por fuera). A pesar de lo increíble que resulta el personaje de por sí, resulta real para cualquiera que lo vea.
De todas formas, creo que es interesante leer el cuento, al menos con fines informativos...

2 comentarios:

Buscando la hora 25 dijo...

Algunas veces pasa, recuerdo que alguna vez escuche que de buenos libros salen películas malas y de malos libros salen películas geniales, no sé si será completamente cierto.

En todo caso me queda la intriga por leer el cuento, pero ¿qué dices?, ¿"El curioso caso de Benjamin Button" o "Viaje a la semilla"?

Meli dijo...

mmm...Definitivamente, "Viaje a la semilla", y no es que el otro sea malo, sino que el estilo de Carpentier en ese cuento es sencillamente genial
Si quieres el otro cuento, dime y yo te paso el documento :D