jueves, 6 de junio de 2013

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Si había algo que odiaba del colegio (además de lo obvio) era la parte de "Los estudiantes están obligados a forrar sus libros y cuadernos con papel madera y plástico". Forrar cuadernos y libros debe ser una de las peores torturas de inicio de año para cualquier estudiante...o padre de estudiante que acaba forrando los cuadernos y libros de porra porque su hijo es un inútil con las manos.
Mi mamá se negó a seguir forrando mis cuadernos cuando entré a 1° Intermedio (hoy, 6° de Primaria o algo por el estilo), que fue cuando coincidentemente, mi cuarta hermana (que entonces era la última), entró al kinder y se dio cuanta (mi madre, no mi hermana) que no podía con tanto plástico y papel madera. No soy del todo una inútil con las manos y aprendí a forrar mis cuadernos decentemente, que no quiere decir que disfrutara la actividad, y menos con la perspectiva de pasar otros seis años más forrando y forrando.
Lógicamente, hay excepciones a mi regla de Odio al forro. De hecho, es sólo una: forrar libros (no los de texto de colegio, valga la aclaración). Y como generalmente me compro libros que amo (o amaré), no me hago problema de pelearme con el plástico y con la cinta adhesiva. Generalmente, no tengo plástico a mano para forrar cuando me compro libros, y como nunca tengo ganas de salir a comprar, los libros se me acumulan.
Eso sí, cuando encuentro plástico me pongo a forrar como loca. Hace dos días, mi esposito compró plástico para hacer un tablero para jugar rol, y como sobró un montón, pues me puse a forrar. 
De todas formas, se necesita más que un buen pedazo de plástico para que decida ponerme en acción, y el incentivo me llegó en la agradable forma de algo que necesitaba para completar una colección. 
Ante ustedes, las primeras ediciones de "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" y "Quidditch a través de los tiempos". Ya los había leído (varias veces) a los dos, pero tenerlos al fin para mí solita (porque mi esposito tiene sus propias copias), es más que genial.
Así que, como una fanática alegre y complacido, puedo afirmar al fin que mi colección de libros oficiales de Harry Potter está, al fin, completa.
Debo resaltar el hecho que todos son primeras ediciones...excepto El Cáliz de fuego.

2 comentarios:

MarceLezcobar dijo...

i hate you!

con todo el cariño que mi envidia puede ofrecerte (?)

en algun momento, debo comprarme toda la coleccion original -.-

pero hey, me parece muy buena idea lo de forrarlos, esos libros deben aguantar algunas generaciones mas ;)

Meli dijo...

agradezco tu cariñoso odio (?)! jejeje. Y sí, estos libros deben ser preservados para que las futuras generaciones mueran de envidia (porque ni loca se los presto).