lunes, 6 de agosto de 2012

Aprovechando la coyuntura

Entre una cosa y otra, me olvidé comentar que hace una semana que comenzaron los Juegos Olímpicos en Londres. Aunque tenga una gran tendencia a la vida sedentaria (o como le llama mi papá, vida horizontal), y deteste casi todos los deportes (con excepciones notables de deportes que, lógicamente, están fuera de mi alcance), me encanta ver las Olimpiadas. 
Un razón de ver a un montón de gente desafiando las leyes físicas que rigen a la gran mayoría de la humanidad, es para mantenerme informada y tener tema de conversación en las dos semanas que duran los juegos. La otra es porque me alucina ver a esa gente, en especial en deportes como gimansia artística, arquería, atletismo y nado sincronizado (yo, que nunca he sido flexible, no tengo puntería, detesto correr y odio las piscinas). La última es porque me conmueve ver a los pocos enviados de la delegación boliviana (la mayor parte invitados a participar) competir en su disciplinas, echarle todas las ganas del mundo...y quedar siempre fuera. Bolivia es unos de los 5 (y creo que ahora se redujo la lista a cuatro, por la medalla que obtuvo el guatemalteco en marcha)
Lógicamente, considerando que por estos lados del mundo, el apoyo al deporte es (por muy poco) equivalente a casi nada (aunque después nos encanta exigirles milagros a los chicos y chicas que le dedican todo su trabajo en las condiciones en que entrenan), nuestros deportistas no van a buscar medallas. Van por (nunca mejor dicho) amor al deporte, y a ver si pueden mejorar sus marcar personales. A veces lo logran, a veces no, pero los bolivianos de a pie no dejamos de apoyarlos, ni de seguirlos, ni de esperar lo mejor (contra toda lógica). 
Lo siguiente es noticia vieja (de poco más de un día, pero ya vieja), pero aún sigo emocionada por eso. El sábado por la mañana, desperté para ir a trabajar y me encontré con un mensaje de mi sufrido novio en mi celular: "Mi amor, el boliviano salió primero de su serie...Hay esperanza". Suelo ser muy perezosa para moverme, pero eso sí que era como para salir de brinco de la cama y enchufarme a la tele. Y a pesar de toda la paranoia de la NBC, al fin encontré un video de la carrera:

Ya sé que la calidad es un desastre, y el sonido no está mejor, pero aprecien los detalles de la carrera conmigo. Aparte de que el chango rajó como un balazo y ganó su serie, lo que me encantó y casi me saca lágrimas, es el orgullo del chiquito (que tiene 19 años, por favor) por Bolivia: destacaba el nombre del país en su camiseta y cuando acabó la carrera, le gritó "Viva Bolivia, carajo" a la cámara. No he visto a ningún atleta hacer eso(o son tímidos o no tenían aire).
De regreso a la realidad, en la siguiente ronda quedó de 8ª y, por tanto, eliminado de la competición. El nivel de competición era muy superior, no podíamos pedirle más a un chico cuya mejor marca es 10.36 seg. que competía contra tipos con marcas de poco más de 9 seg. Se hizo lo que se pudo.
Fue una breve alegría, pero alegría al fin.
De todas formas, nos quedan todavía las competiciones de Tiro y Marcha femenina, con nuestra veintiúnica clasificada (que no invitada). Y lo cierto es que no le dan mucha bola al tiro... 

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