lunes, 20 de agosto de 2012

Armas mortales

No uso tacones a no ser que me obliguen, la gente o la situación, es lo de menos, pero es muy rara la ocasión en que me he puesto tacones y generalmente no superaban los 7 cm. de alto. El caso es que los preparativos de la boda me tienen como loca y me han hecho reconsiderar algunas cosas...como el uso de tacones.
Al final de cuentas, tengo un lado femenino que de vez en cuando quiere subirse a unos zancos que se ven increíblemente bien, aunque sean un claro atentado contra mi salud. A eso súmenle mi completa falta de equilibrio, y tienen que me los pongo y siento que me caigo hacia adelante.
Y aún así, voy y me compro los tremendos tacazos/armas mortales para usarlos en mi boda. Juro que es solo para entrar y salir del templo, y bailar el vals (aunque con esos tacos, mi papá se queda muy chiquito). Después de eso, probablemente terminen escondidos en el auto o bajo la mesa, mientras bailo con mis zapatos más planos.

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