
Porque si fueran varias ahorita estaría la borde de enloquecer. Mañana es el Día de la Madre acá en Bolivia, en honor a las Heroínas de la Coronilla (la historia se las cuento después), y obviamente tengo que regalarle algo a mi mamá.
Cuando estaba en la escuela era muy muy sencillo: siempre no hacían hacer alguna manualidad o algo así, y aunque las mías siempre salían bastante feas, me sacaban del apuro y se las regalaba no más. La lástima es que, como ya no estoy en el colegio, las manualidades adefesiosas ya no me sirven y tengo que pensar en algún buen regalo con tiempo.
Así pues, y aprovechando que esta mañana debía salir al ortodoncista alias el Experto en Arte del Dolor II (que, por cierto, me dejó toda la cara adolorida, y ahora sí que no exagero nada!), me largué a buscar algún regalito para mi mamá.
Teniendo como tenemos tantos gustos en común, pensé que sería sencillo, pero realmente es muy complicado: ¿cómo se le regala algo a tu madre sin parecer que lo compraste para que te invite/preste?
Cuando al fin me decidí a comprarle un libro (solución de soluciones donde la haya), me encontré con que no había el tal libro! Fui puesto por puesto en el correo y nadie tenía ni una triste copia del "Diario del Che". Después de horas y horas de intensa cavilación, me decidí por comprarle unas películas que quería hace rato.
Aún parece un regalo indirecto para mí, pero ni modo. Sabré si le gusta o no mañana.
Cuando estaba en la escuela era muy muy sencillo: siempre no hacían hacer alguna manualidad o algo así, y aunque las mías siempre salían bastante feas, me sacaban del apuro y se las regalaba no más. La lástima es que, como ya no estoy en el colegio, las manualidades adefesiosas ya no me sirven y tengo que pensar en algún buen regalo con tiempo.
Así pues, y aprovechando que esta mañana debía salir al ortodoncista alias el Experto en Arte del Dolor II (que, por cierto, me dejó toda la cara adolorida, y ahora sí que no exagero nada!), me largué a buscar algún regalito para mi mamá.

Cuando al fin me decidí a comprarle un libro (solución de soluciones donde la haya), me encontré con que no había el tal libro! Fui puesto por puesto en el correo y nadie tenía ni una triste copia del "Diario del Che". Después de horas y horas de intensa cavilación, me decidí por comprarle unas películas que quería hace rato.
Aún parece un regalo indirecto para mí, pero ni modo. Sabré si le gusta o no mañana.
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